El ciego Bartimeo recibe la vista

Bosquejos Bíblicos

Prédica de Hoy:El ciego Bartimeo recibe la vista

Bosquejos Bíblicos Texto Bíblico: Marcos 10:46-52

Introducción:

Una cosa que en numerosas ocasiones le pedimos a Dios es que tenga misericordia de nosotros, especialmente cuando nos vemos en situaciones difíciles, o estamos atravesando por medio por momentos dolorosos. 

Él Señor siendo un Padre que nos ama, y que solo desea lo mejor para cada uno de sus hijos, oye nuestras oraciones, pero existen condiciones que debemos cumplir antes de que Él nos conceda lo que pedimos, y derrame Su misericordia sobre nosotros.  ¿Qué condiciones a cumplir existen?  Este será nuestro tema para el día de hoy.

I. Tenemos que reconocer nuestra condición espiritual (vers. 46).

a. Tenemos que reconocer que muchos de nosotros hemos sido cegados (1 Juan 2:11).
b. Tenemos que reconocer que no somos perfectos (Romanos 3:23).
c. Tenemos que arrepentirnos de nuestros pecados (Mateo 9:13).

II. Tenemos que reconocer que solo Cristo nos puede sanar (verss. 47-49).

a. Tenemos que clamar a Dios, confiando en que Él nos responderá (Jeremías 33:3).
b. No podemos permitir ser silenciados por el mundo (vers. 48)
c. Tenemos que fijar nuestra vista en Jesús el autor y consumador de la fe (Hebreos 12:2).

III.  Tenemos que permitir que Él ocupe la posición número uno en nuestra vida (verss. 50-52)

a. Tenemos que dejar todo atrás sin importarnos (vers. 50).
b. Cuando nos despojamos del viejo hombre Dios derrama Su misericordia (verss. 51-52)
c. Tenemos que seguirle y servirle en todo momento.
d. Tenemos que perseverar en la santidad (Hebreos 12:14)

Conclusión

Bartimeo reconoció su condición, clamo a Jesús, y no le importo lo que la gente a su alrededor le decían.  Bartimeo confiaba en que solo Cristo le podía sanar, y había fijado su fe en Él.  Bartimeo permitió que Jesús ocupara la posición número uno en su vida, y le siguió.  Ahora pregunto: ¿estás dispuesto a hacer lo mismo?

No permitas que nada te detenga de llegar ante la presencia del Señor, solo Él te puede sanar, solo Él te puede liberar.  Te invito a que hoy recibas a Jesús y a que juntos clamemos a Él para que derrame de Su infinita misericordia en tu vida.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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