Autoridad de los discípulos
Bosquejos Bíblicos
Prédica de Hoy: Autoridad de los discípulos
Bosquejos para Predicar: “Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia” Mateo 10:1
Introducción
Jesús es Dios, y toda autoridad le fue concedida por el Padre (Lucas 10:22). Pero cuando estuvo forma de hombre, el Señor buscó doce discípulos para que estuvieran con Él, para que caminaran con Él. También los envió a predicar y a hacer milagros donde quiera que anduviesen.
I. El llamado (Mateo 4:18-22)
Jesús al iniciar su ministerio comenzó a predicar, pero llamó a doce que estuvieran con Él en todo el camino. Estos son los mismos doce que, una vez que el Señor se fuera, empezaron a predicar con la autoridad que Cristo les había dado. Pero en el llamado de ellos hay unas características que debemos tomar en cuenta.
a. Trabajando
Cuando el Señor los llama ellos están trabajando. Esto nos deja ver que el Señor no busca a personas ociosas para que hagan su obra, Él busca a personas trabajadoras, personas de acción que estén dispuestos a servir a Dios.
b. Aceptación del llamado
Lo segundo que llama la atención, es que ellos dejan lo que están haciendo. Es decir, aceptan el llamado del Señor. Dice su palabra que Simon y su hermano estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores, pero al escuchar el llamado de Jesús dejaron la red al instante. Ellos no lo pensaron tanto y siguieron al Maestro. Desde entonces el Señor los capacitó y enseñó el mensaje de Dios.
c. Obediencia
En todo lo que el Señor les mandaba los discípulos obedecieron. Ellos aprendieron del Señor todo cuanto podían, estuvieron con Él todo el tiempo. Esto debemos cumplir con Dios, el estar cerca de Él, escuchar su palabra, aprender de sus enseñanzas y obedecer en todo lo que nos mande. Ir a donde Él nos envíe y cumplir con su voluntad.
II. Autoridad de Dios
Jesús les dio autoridad a los discípulos para obrar. No es que ellos tuvieran el poder o la capacidad de hacerlo por ellos mismos, sino que fueron enviados por Dios y por su obediencia fueron capacitados por Dios. La autoridad fue dada por el Señor Jesús.
a. Obedecer al Padre (Juan 14:10)
Los discípulos fueron obedeciendo el mandato de Jesús a predicar y enseñar la palabra de Dios. Sabiendo que la obra era del Señor y no propia. Dios recibe siempre toda la gloria pues suyo es el poder. Y todo lo que hacemos es por su gracia que nos permite hacer en su nombre.
b. Hacer milagros
Los discípulos fueron y también hacían milagros como el Señor. Jesús les dio autoridad para sanar enfermedades y curar toda dolencia. Los discípulos fueron y obedecieron a Jesús. Ellos pudieron ver como los enfermos eran sanados y los necesitados recibían el socorro del Señor.
c. En el nombre del Señor (Colosenses 3:23)
Pero todo lo hacían en el nombre del Señor. No hacían nada como suyo propio sino que todo lo hacían sabiendo que era el poder de Dios actuando en ellos. Cuando los discípulos regresaron de predicar la palabra se sorprendían como los milagros eran hechos en el nombre de Jesús.
d. Enviados por Dios (Marcos 16:15)
Así como el Señor les dio autoridad a sus discípulos y los envió a dar el mensaje, así también lo hace con nosotros. Nos envía a predicar el mensaje de salvación, a predicar las buenas nuevas. En el nombre del Señor también podemos hacer proezas en Dios. No con nuestra fuerza, no con nuestra autoridad, sino con la autoridad que hemos recibido de Dios. Él nos ha enviado, Él nos capacitará y dará las armas necesarias para cumplir con su comisión.
3) Predicar el Reino, estar en el Reino (Lucas 10:20)
Cuando una persona ve maravillas hechas por Dios se goza, pero Jesús nos advirtió que ese gozo no sea en vano. Nos debemos gozar pero en hacer la voluntad de Dios, en ser obedientes a su palabra. Cuando vamos a predicar lo hacemos en obediencia al mandato que Jesús nos dejó. No lo hacemos por fama o por recibir algo a cambio, lo hacemos porque es la voluntad de nuestro Padre.
a. Gozarse de estar en el libro de la vida
Los discípulos regresaron gozosos de que aun los demonios se sujetaban a ellos, pero el Señor les dice que se gocen más bien de que su nombre esté escrito en el libro de la vida. Puede ser entonces que Dios haga Maravillas a través de nosotros pero aun así nuestro nombre no esté escrito en el libro de la vida. Esto pasa con aquellos dedican su vida al Señor y son obedientes, pero se descuidan en algún momento de la vida y se apartan del Señor.
b. Siervos de Dios
Dios quiere que en todo momento seamos obedientes a su palabra. Que no nos desviemos ni a derecha ni a izquierda, sino que obedezcamos en todo cuanto nos mande. Debemos ser siervos de Dios hasta el final de nuestros días, hasta el último instante debemos estar en obediencia a la palabra de Dios.
Conclusión
Dios puede y quiere usarnos para grandes cosas. El Señor necesita de siervos obedientes que dejen todo por causa del evangelio de Dios. Él sabrá recompensar esa obediencia y disposición a servirle.
Él nos usará para grandes cosas, para predicar su palabra, para sanar enfermos, pero todo esto lo debemos hacer en el nombre del Señor, pues es a través de su poder que estas cosas son hechas. Y como siempre toda la gloria debemos dársela al único Dios.
© Jose R. Hernández. Todos los derechos reservados.
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