Constante hasta el final
|

Constante hasta el final

Bosquejos Bíblicos

Prédica de Hoy: Constante hasta el final

Bosquejos Bíblicos Texto Bíblico: «para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.» Efesios 4:14

Introducción

El inicio de cualquier proyecto en nuestras vidas suele ser muy emocionante. Generamos grandes expectativas cuando comenzamos un emprendimiento. Queremos comernos los libros cuando iniciamos en la universidad, planificamos muchas rutinas cuando nos inscribimos en el gimnasio. Nuestro estimulo emocional trabaja al 100% hasta cierto punto.

Llega un momento donde esos ánimos se apagan drásticamente. En ocasiones ocurre cuando la dificultad va en aumento, y en otras simplemente por desmotivación. Estos bajones son muy común en la humanidad. No son pecado, pero es una imperfección que debemos aprender a corregir, puesto que nos impide crecer social y espiritualmente.

I. Constancia contra Inconstancia (1 Corintios 15:58)

La constancia es la determinación de culminar un proyecto iniciado, no importando los cambios que pueda tener el plan o lo difícil que pueda tener el camino. Una persona constante busca las maneras de solucionar cada desafío que se presenta, puesto que se mentalizo en alcanzar la meta propuesta.

La inconstancia es lo contrario a la determinación. Es el estado mental de fluctuación y cambios constantes de ánimo. El individuo visualiza una meta, pero luego se aburre o se aparta, cambia de opinión constantemente, es una persona que no esta dispuesta a grandes desafíos ni dificultades para lograr sus metas.

II. La inconstancia genera problemas constantes (Santiago 1:8)

Una persona que no se dispone seriamente en cumplir determinadas acciones, difícilmente logre hacer algo importante con su vida. Inician cursos, estudios, deportes y sueños, pero nada les resulta. Muchas personas así caen en culpar a Dios, a su mala suerte, incluso al destino. Pero realmente la derrota comienza en su propia mente.

Dedicamos mucho tiempo imaginando como será, pero no damos esos pasos necesarios para acercarnos a nuestra meta. Mal interpretamos la palabra pensando en que “si las cosas son de Dios, se darán solas”. No hay mentira más grande que esa, el Señor envía y capacita, pero, nosotros debemos creerle y dar ese paso de fe, incluso si no vemos posibilidades.

Muchas personas viven frustradas social y espiritualmente por sentirse estancadas. Su mente es incapaz de dar con el origen de problema, porque ya forma parte de un habito del cual se adueñaron. Dicha costumbre nos limita a conseguir lo que queremos por no estar dispuesto a salir de nuestra comodidad y buscar nuestra victoria.

III. Cristiano y constante

Dios bendice a sus hijos. Todo lo que tenemos proviene de su misericordia para con nosotros. Pero el Señor quiere darte más, aquí entra la constancia y dedicación. Un buen padre no dará a su hijo algo que no pueda administrar adecuadamente. Si te rindes en un empleo, si no eres honesto hasta el final, si te huyes con facilidad, Dios no podrá depositar en ti algo más grande.

Sabemos que los que son fieles en lo poco serán puesto en lo mucho (Lucas 16:10). Es decir, si demuestras constancia, responsabilidad y entrega en cualquier cargo que tengas en el trabajo, en la iglesia, iniciando la universidad, sea lo que sea, por mas insignificante que sea, Dios te esta observando, necesitas demostrar estar capacitado para algo mayor.

Es allí donde vemos al Dios de José que lo convirtió de pastor de oveja al segundo cargo as alto en Egipto. Al Dios de Sara y Abraham. Ese mismo Dios quiere bendecirte, pero nosotros tenemos una participación para recibir lo prometido.

 IV. La fe y la constancia (1 Tesalonicenses 1:3)

Existen logros que podemos lograr con esfuerzo y dedicación. Pero, hay otros que son más complejos. Unos que solo pueden ser alcanzados con un poder sobrenatural, si, el poder de Dios. Para que su gloria y majestad fluyan libremente en función a bendecirte es necesario ser constantes, pero también estar llenos de fe.

Creer en las promesas del Señor nos garantiza su cumplimiento. La medida de nuestra fe será la misma medida de nuestras bendiciones. Por ello debemos reconocer la grandeza de Dios, entendiendo que no hay nada imposible para Él (Lucas 1:37). Si Él te envía hacia algo imposible es porque será tu ayuda. Si anhelas algo que parece imposible persisten en la oración y en la fe.

VI. Sin prisa, pero sin pausa

El recorrido que damos desde que nacemos hasta que partimos es una carrera de resistencia, no de velocidad. En cuanto más avancemos más cansado nos sentiremos. Pero debemos continuar, el Señor renueva nuestras fuerzas y guía nuestros pasos si caminamos en dirigidos por Él.

La velocidad no siempre será necesaria. Sin embargo, no es pretexto para darnos el lujo de detenernos. El tiempo se agota, no puedes recuperar ni comprar un segundo de tiempo. Por ello es necesario que administres adecuadamente ese regalo dado por el Señor. Me refiero a la vida y al tiempo.

Conclusión

El Señor nos bendijo con una vida para glorificarle a Él. No conforme con eso pensó en nosotros antes de crearnos. Tuvo una idea, un plan perfecto, adecuado para encajar correctamente en nuestra vida, esperando que nosotros en la tierra descubramos ese proyecto y lo hagamos realidad.

Para cumplir el propósito dado por Dios es necesario tener una relación con Él. Es vital ser constantes en nuestros caminos. Tener determinación y firmeza para no rendirnos antes las adversidades que se presentan en el camino. Recordemos que contamos con su aliento, con sus fuerzas y misericordias cada mañana.

Tener conocimiento de sus promesas, estudiarlas y creer plenamente en ellas, será vital para poder manifestar esos milagros y regalos que el Señor pensó para nosotros. Una fe plena en su poder, en lo que es capaz de hacer. Confianza sin reserva en su palabra, y un corazón valiente para dar ese paso de fe. Todo es necesario para ver Su manifestación en gloria.

Es nuestro deber motivar el mover del Espíritu Santo. Tenemos que ser ordenados, terminar con lo que iniciamos, no hablar en vano, ser honestos, ser puntuales. Cumplir lo que prometemos, crear hábitos de trabajo, creer en Dios y avanzar en fe. Solo así podremos ver su poder y gloria.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

El Nuevo Pacto.. Bosquejos Bíblicos

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *