Consecuencias de la maldad
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Consecuencias de la maldad

Bosquejos Bíblicos de Hoy: Consecuencias de la maldad

© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)

Bosquejos Bíblicos

Bosquejos para Predicar Texto Bíblico:  “De veinte años era Acaz cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén: mas no hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre. Por lo cual Jehová su Dios lo entregó en manos del rey de los sirios, los cuales lo derrotaron, y le tomaron gran número de prisioneros que llevaron a Damasco. Fue también entregado en manos del rey de Israel, el cual lo batió con gran mortandad.” (2 Crónicas 28:1, 5)

Introducción:

Es hermoso recibir bendiciones, estar en paz todo el tiempo y encontrar felicidad en cada acción, en cada lugar al que vamos, en cada mirada que cruzamos, en cada día que vivimos. Es hermoso recibir la victoria en cada empresa y estar siempre en lo alto por causa del Señor. Es hermoso también que la felicidad y la paz esté con nosotros aunque vivamos algunas tribulaciones.

Sin embargo hay personas que no conocen lo que significa estar siempre en victoria y tratan de salir adelante, pero no se arrepienten de sus malos caminos. Es más, piensan que haciendo lo malo lograrán sobreponerse y alcanzar victoria en lo que emprenden, pero se envuelven en un círculo vicioso que los hunde más.

1) Vida de maldad: Limitados de tiempo

Los ejemplos de una vida de la maldad la encontramos en la escritura al ver la vida de los reyes de Israel. En ella encontramos muchos ejemplos de personas que hicieron lo recto ante Dios y fueron prosperados, pero también encontramos a algunos que hicieron lo malo ante Dios y recibieron la recompensa de sus actos.

Si hacemos lo malo delante del Señor, nuestro tiempo en esta tierra será limitado. Aunque se extienda no tendremos alegría en vivir esos días bajo el sol. El Señor nos dice que si le obedecemos, nuestros días se alargarán y tendremos satisfacción en cada uno de ellos. Pero si le desobedecemos, nuestros días serán cortos y sin propósito.

2) Una vida de maldad: En manos del enemigo

También es causa de la maldad el ser entregados en manos del enemigo. Cuando salgamos contra nuestros enemigos no obtendremos la victoria, esto porque Dios no está con aquellos que hacen maldad. 

Pero si tenemos a Dios de nuestro lado, la victoria está asegurada. No que tal vez ganemos la batalla, o quizá derrotemos a los enemigos, sino que ciertamente la victoria ya está aunque la batalla no inicie. Porque Dios es determinante en toda situación y si Dios es por nosotros no hay ejército que pueda derrotarnos.

Pero si no tenemos a Dios la derrota ya ha sido. Por lo tanto la derrota es una consecuencia directa de hacer lo malo. Porque Dios no está donde el pecado reina, Dios está donde el pecado ha sido derrotado. Dios está donde la sangre de Cristo ha limpiado el pecado.

3) La derrota

No es una derrota pequeña, sino en todo aspecto de la vida, si no tenemos a Dios la derrota es inminente. Derrota en negocios, derrota en familia, derrota en la vida entera. La ausencia de Dios nos lleva a vivir siempre con la cabeza baja, con los ánimos por los suelos.

Pero la vida en Dios es victoria tras victoria, en todo aspecto de la vida. Una persona con Dios no conoce la derrota, aún en situaciones que parecen no tener salida Dios las usa para mostrar su poder y hacernos salir con gran su gran poder y gloria.

4) La prisión

Cuando venimos al Señor por primera vez y le entregamos nuestro corazón, nos damos cuenta que vivimos todo el tiempo en una prisión, en la prisión del pecado. Nos damos cuenta que el pecado es una prisión que nos limita, que nos encierra en pensamientos sin fruto, que nos ahoga en una vida de derrotas. 

Pero una vez salimos del pecado y sentimos la libertad que Dios da, somos felices y nos gozamos de verdad. Estar toda la vida en prisión y de repente sentir la libertad de poder caminar a donde Dios nos mande es una indescriptible sensación que solo Dios puede dar.

5) Mortandad

La peor derrota que podríamos tener es irnos de este mundo sin Cristo. Eso significa que nuestra eternidad la pasáramos en condenación. Pero si en este corto período de tiempo que estamos en la tierra, decidimos acercarnos a Dios y dejar el pecado, Dios nos dará la vida eterna.

Muchos piensan que esta vida lo es todo y se dedican a hacer lo malo, pero Dios nos ha dado un alma eterna y la forma en que vivimos en esta tierra determinará donde pasaremos la eternidad, con Dios en victoria o en muerte eterna. Por eso es importante arrepentirnos de nuestros pecados y darle nuestra vida a Dios.

Para concluir

Es muy fácil acercarse a Dios, para aquellos que les es difícil es porque aman su forma de vida, aman lo que el pecado les da y pierden de vista la eternidad. Es muy peligroso perder de vista la eternidad que Dios nos está ofreciendo.

Si queremos estar en victoria ante nuestros enemigos, si queremos estar libres de cualquier prisión, si queremos vivir en lugar de morir, si queremos obtener la eternidad, debemos buscar a Dios. Arrepentirnos de nuestro pecado y pedirle perdón al Señor, eso es lo que necesitamos para tener victoria. 

Dios nos ofrece victoria, Dios nos ofrece libertad y eternidad en gozo y paz. Busquemos al Señor antes de que nuestro tiempo en esta tierra se termine. El tiempo de salvación es hoy mismo, no perdamos más nuestro tiempo en maldad, sino que recibamos recompensa de justicia divina. No recibamos recompensa de maldad, que esas consecuencias no vengan sobre nuestra vida, sino que Dios venga sobre nosotros y obtengamos la victoria sobre la maldad.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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