Amarás a tu prójimo

Amarás a tu prójimo

Bosquejos Bíblicos

Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Amarás a tu prójimo

Bosquejos Bíblicos… Texto del sermón: Mateo 5:43-48

Introducción

Todos hacen mal a sus enemigos. Si alguien me hirió, yo también la hiero. Si alguien me insultó, yo también le respondo con insultos. Si alguien no me ayuda, yo tampoco sirvo a las demás personas. Pero, ¿cómo debemos hacer los cristianos con nuestros enemigos?

La gente del tiempo de Jesús también pensaba así. Ellos enseñaban: “amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo” (vers. 43). Sin embargo, la enseñanza no se acomodó al mundo, no está conforme con esta forma de pensar. Claramente dice:

Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (vers. 44).

El Sermón del Monte está enfocado en el reino de los cielos, y en cómo deben vivir aquellos que pertenecen a este reino. Si somos miembros de este reino deberíamos entonces ser diferentes a los impíos que no conocen a Dios.

Diferentes, amando a nuestros enemigos, y a los que nos hacen mal; Diferentes a un mundo lleno de egoísmo y de dureza de corazón, con mucha falta de verdadero amor. Diferentes al no seguir nuestro malvado corazón y al amar a nuestros enemigos.

Pero, ¿no es verdad que muchas veces la realidad de nuestras vidas no se conforma a esto? ¿Acaso no es una realidad que en varias ocasiones el rencor y el odio hacia los que nos hacen mal se apodera de nuestros corazones, y llegamos a actuar al igual que los paganos? Ya que la respuesta es sí, entonces Dios tiene algo que enseñarte en este texto:

Un ciudadano del reino ama a sus enemigos.

I. Amarás a tu prójimo ¿A qué se contrapone la enseñanza de nuestro Señor?

a. Jesús no enseña en contra del Antiguo Testamento.

El verso 43 dice “ustedes han escuchado que se ha dicho: ama a tu prójimo pero odia a tu enemigo” (vers. 43), y ya que la enseñanza de Jesús se contrapone a lo que ellos habían escuchado debemos hacer la pregunta al texto ¿de donde habían escuchado ellos esto?

¿Cual es el origen de la frase “ama a tu prójimo pero odia a tu enemigo”? ¿Esta frase pertenece al Antiguo Testamento, o proviene de otra fuente? Estas preguntas han sido causa de confusión para muchos cristianos. Y esta confusión se debe primeramente que para poder responder esta pregunta hay que analizar correctamente el Antiguo Testamento.

Muchos han argumentado que esta frase “amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo” pertenece al Antiguo Testamento. Las personas que interpretan esta frase así, dicen que claramente la enseñanza del Antiguo Pacto era amar al prójimo y odiar al enemigo. Y así llegan a la conclusión de que Jesús en este pasaje claramente se está oponiendo a la enseñanza del Antiguo Testamento. Esta enseñanza es la más popular en nuestro tiempo.

Sin embargo, aunque la frase “amarás a tu prójimo” si pertenece allí, la otra frase “aborrecerás a tu enemigo” no está. Por más que analicemos todo el Antiguo Testamento buscando esa frase no la encontraremos.

Además, no sólo que esta frase no se halla allí, sino que hay una serie de afirmaciones que Dios hace en el Antiguo Testamento que enseñan completamente lo contrario. Por ejemplo, Levítico 19:18 dice: “No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo.”

Cuando Dios dijo a los Israelitas aquí: “no seas vengativo” se refería a la actitud que ellos debían tener hacia personas que les hacían daño, y por ende consideraban como sus enemigos. ¡Nadie es vengativo con una persona que considera su amigo!

La venganza, aún en Dios, es una reacción hacia aquellos que uno considera que es un enemigo. De esta manera, cuando en este texto Dios dijo “no seas vengativo” realmente estaba diciendo: al que consideres como tu enemigo, como el que te hace mal, como el que te desprecia, “no te vengues de él, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a tu mismo.” (Levítico 19:18). ¡Claramente aquí se enseñaba a amar a los enemigos y a no ser vengativo con ellos! Pero para que no nos quede ninguna duda sigamos viendo otras afirmaciones.

b. Amarás a tu prójimo, Jesús enseña en contra de los fariseos y escribas.

Ahora, si esta frase no pertenecía al Antiguo Testamento ¿de dónde proviene entonces? Si los judíos, según nos dice Jesús habían escuchado esta frase, pero no del Antiguo Testamento ¿de dónde la provenía?

La respuesta es: Los Fariseos y maestros de la Ley. Ellos son los que estaban encargados en enseñar al pueblo de Dios en aquellos tiempos, y fueron ellos, según los Evangelios, los que aborrecían a los gentiles, recaudadores de impuestos, prostitutas, y pecadores.

¡Fueron ellos los que ni siquiera se sentaban a comer con pecadores! Fueron ellos los que enseñaban a los Israelitas que: “amarías al prójimo y aborrecerías al enemigo” como una enseñanza del Antiguo Testamento, como una enseñanza que agrada a Dios.

Y nuestro tiempo también tiene maestros que nos enseñan estas cosas. Nuestros padres, los medios, nuestros amigos, otros familiares, el entretenimiento. ¡El mundo nos bombardea con esta enseñanza! Todo a nuestro alrededor nos dice que eso es bueno, que esa la forma correcta de proceder frente a los enemigos.

Pero no así Cristo, no así Dios, no así la Escritura. Dios nos amó, aunque éramos enemigos. Por eso, la Biblia manda a amar aún a nuestros enemigos. La enseñanza de Cristo se opone a la del mundo y a la de nuestro malvado corazón.

II. ¿Por qué debemos ser diferentes al mundo?

a. Amarás a tu prójimo es ser diferentes al mundo.

 Ahora bien, pasemos a analizar las preguntas de Jesús que se encuentran en los versículos 46 y 47

Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?» (verss. 46-47).

Ambas oraciones se refieren prácticamente a lo mismo. Se refieren a que debemos ser diferentes en nuestro con los enemigos. Saludar aquí es una demostración de amor. Cuando dice que ellos saludaban solo a sus hermanos, se refiere a que sólo daban demostraciones de amor a sus hermanos, y familiares.

En esencia, Jesús está haciendo una comparación. El Señor está apuntando a que debe mostrarse una diferencia entre los hijos del reino y los gentiles de este mundo.

b. Amarás a tu prójimo – Una diferente recompensa.

El punto de diferencia al que apunta Jesús es en la recompensa que recibiremos. Jesús menciona a dos tipos de personas, los publicanos y gentiles. Para los judíos, los publicanos y gentiles eran personas malas, que por su pecado, estaban condenados ante Dios.

Bajo esa misma lógica, Jesús les dice: “Está bien, ustedes dicen que ellos van a perderse. Pero actuando así, hacen exactamente lo mismo que ellos. ¿Cómo esperan recibir algo diferente, si hacen lo mismo que las personas que están bajo condenación?”

Es decir, Jesús plantea con estas preguntas una manera de hacernos entender que, si nos comportamos igual que los que van a perderse, merecemos lo mismo que ellos.

Amar a los enemigos debía ser un signo distintivo de somos el pueblo de Dios. Todo el mundo odia a sus enemigos, incluso los más bajos, sucios y viles. Sin embargo, es entendible que los impíos que estaban alejados de Dios se comportarán de esta manera, pero no así los judíos, no así nosotros. ¿Acaso no hemos recibido el amor de Dios? ¿Por qué, entonces, no somos diferentes?

Conclusión

Los cristianos pertenecemos al reino de Cristo. Por eso, hemos recibido su amor, entonces, debemos amar a quienes nos hacen mal. Son los incrédulos quienes hacen esto, pero un ciudadano del reino ama a su enemigo.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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