Disfrutar con Dios
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Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Disfrutar con Dios
Bosquejos Bíblicos – Base Bíblica: Salmo 37:4
Introducción
Pocas veces se enseña en nuestras congregaciones el concepto de disfrutar con Dios. Enseñamos cómo hablar con Dios, cómo escuchar a Dios, cómo adorar a Dios, cómo obedecer a Dios, cómo servir a Dios, cómo vivir para Dios, y otra serie de disciplinas espirituales relacionadas con nuestro Dios, pero en muy pocas oportunidades nos enfocamos en el hecho de que estas actividades deberían ser disfrutadas por nosotros, los hijos de Dios.
Lamentablemente nos hemos enfocado más en lo difícil que puede llegar a ser la vida cristiana (sin que esto deje de ser cierto), en vez de concentrarnos en lo estupenda, y altamente placentera que puede ser nuestra vida con Dios.
Este bosquejo biblico tiene por título “Disfrutando con Dios” y está basado en el Salmo 37:4
Pareciera que la religión ha ganado tanto espacio en nuestras iglesias, que las palabras “disfrutar” y “Dios” no pudiesen escribirse en la misma oración, y mucho menos estar relacionadas. Lo cierto es, que como hijos de Dios, tenemos la posibilidad de disfrutar de nuestra vida cristiana, y no solo eso, el hecho de disfrutar nuestra relación con Dios puede traernos disfrute en otros aspectos de nuestra vida.
Cuando leemos el Salmo 37:4, se puede dividir claramente en dos partes.
1. Deléitate en Dios
Deleitarse en un verbo que involucra producir deleite, agradarse con algo, disfrutar, y la Biblia nos insta a deleitarnos en Dios, y no lo hiciera si no fuese posible.
Lamentablemente, nos enseñaron las disciplinas espirituales que debíamos practicar, las buenas obras que debíamos hacer, pero por lo general, no nos enseñan que podemos disfrutar haciéndolas.
Es tiempo de cambiar nuestra perspectiva sobre las cosas que hacemos con Dios y para Dios, y comenzar a entender que podemos disfrutar cada una de las actividades que hacemos para Él.
Es tiempo de disfrutar nuestros momentos de oración. ¿por qué a las reuniones de oración asisten tan pocas personas en nuestras congregaciones? Porque no hemos pensado en el hecho de que si verdaderamente amamos a Dios, entonces vamos a disfrutar el hecho de hablar con Él, y eso es la oración. Es así como de verdad podríamos poner en práctica aquello de orad sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17).
Es tiempo de disfrutar cuando servimos
En la mayoría de las congregaciones hay un equipo de servidores que se encarga de muchas de las tareas y actividades que deben llevarse a cabo en una congregación. Habría que pensar seriamente en qué tanto disfrutan cumplir con sus deberes en la congregación.
La Biblia nos enseña que debemos servir a Dios con alegría (Salmo 100:2). Y también podríamos preguntarnos que tanto disfrutamos nosotros al servir a los demás, porque pareciese que el servicio está limitado solo a aquellas personas que tienen el puesto de “servidores” en nuestras congregaciones, cuando todos los que somos discípulos de Jesús estamos llamados a ser servidores (Juan 13:14-15).
Es tiempo de disfrutar de todo aquello que hacemos con Dios, y para Dios.
Si vamos a hacer una buena obra, debemos disfrutar al realizarla y no hacerla simplemente porque a Dios le agrada. Si a Dios le agrada, a nosotros debería agradarnos también.
Si vamos a obedecer a Dios, debemos hacerlo de de buena gana, porque entendemos que lo que Dios quiere para nosotros es que su voluntad buena, agradable, y perfecta (Romanos 12:2) sea una realidad en nuestras vidas, y la mejor forma de hacerlo es obedecer sus instrucciones.
Generalmente, el ser humano es reacio a obedecer a cualquier persona, y con Dios no es la excepción. Tenemos una concepción errada sobre la obediencia a Dios porque creemos que es algo difícil. Pero la Biblia nos enseña en 1 Juan 5:3, que si de verdad amamos a Dios, vamos a obedecerle. Y Sus mandamientos no son difíciles de obedecer. Si de verdad amamos a Dios, vamos a disfrutar obedeciéndole porque sabemos que sus planes son mucho mejores que los nuestros.
La segunda parte del Salmo 37:4, nos da un incentivo extra por el cual es necesario deleitarse en Dios.
2. Dios concederá las peticiones de nuestro corazón
Por si fuera poco tener en Dios todo lo que tenemos, la Biblia nos dice que si nos deleitamos en Dios, Él va a conceder las peticiones de nuestro corazón.
Dios es tan bueno que cuando nosotros hacemos lo que a Él le agrada, y lo disfrutamos, él es capaz de cumplir con anhelos que tenemos en nuestro corazón.
Es una promesa extraordinaria que está disponible para todos aquellos que se deleitan en Dios, y en lo que hacen por él, y para él.
Todo esto hace que surja una pregunta. ¿Dios podría concedernos peticiones que no le agradan a Él? La respuesta la conseguimos en 1 Juan 5:14-15, donde dice que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye, y tenemos la seguridad de que tenemos esas peticiones que hayamos hecho.
Entonces ¿Dios va a conceder verdaderamente las peticiones de nuestro corazón? Por supuesto, es una promesa, y Dios no miente. El asunto radica nuevamente en la primera parte del versículo. Cuando sinceramente, comenzamos a disfrutar en Dios, disfrutar de todo lo que hacemos para Él, y nos deleitamos en todo lo que hacemos por Él, entonces nuestra corazón será transformado.
Cuando tenemos un corazón conforme al de Dios, nuestros antiguos anhelos pasarán a la historia. Y llegarán a nuestro corazón otros deseos, y otras peticiones, que sin lugar a dudas, serán agradables a Él.
Conclusión
Termino este bosquejo biblico animándoles a que se propongan disfrutar todo lo que hacen con Dios, por Dios y para Dios. Disfrutar nuestra vida con Dios es la única forma de verdaderamente disfrutar la vida.
Cuando comenzamos a deleitarnos en todas las cosas que hacemos para Dios, veremos un cambio drástico en nuestra vida. Nuestro corazón irá cambiando hasta hacerse conforme al corazón de Dios, y es allí donde nuestro Padre celestial concederá las peticiones de nuestro corazón. Es tiempo de vivir disfrutando con Dios.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.