Estoy a la puerta
Mensajes Cristianos Predica de Hoy: Yo estoy a la puerta
Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos Lectura Bíblica: «He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.» Apocalipsis 3:20
Introducción
El timbre de la puerta suena, los ecos de los golpes o el simple sonido de la puerta golpeando interrumpe nuestras ocupadas vidas. Perdidos en nuestro trabajo diario en la casa, hacemos una pausa y nos preguntamos quién podría ser. Debatiéndose entre abrir la puerta o ignorarla, podríamos optar por continuar con nuestras tareas, relegando al visitante a un segundo plano.
Al día siguiente, es posible que ni siquiera recordemos quién era o si era urgente, descartando la interacción como sin importancia. Pero, ¿y si ese visitante tuviera algo importante para ti? Unos días después, es posible que un vecino te diga que la persona que busca tu atención estaba allí para pedirte dinero. Aliviado por no haber abierto la puerta, lo descartas como un encuentro con un mendigo.
Jesucristo llama a la puerta
A través de esta ilustración sencilla y realista, pretendo hacerles comprender un concepto profundo: cómo Jesucristo llama a nuestra puerta, pero nosotros lo dejamos fuera, demasiado preocupados por nuestras vidas.
Compartiré un ejemplo para aclarar este punto, una fábula de un pintor aficionado talentoso que llamó la atención de un artista conocido.
Imagine a un pintor modesto y habilidoso trabajando en su garaje, mientras está a medio camino de crear una obra de arte cautivadora. Un día, un renombrado pintor de clase alta pasa y se da cuenta de la pieza inacabada. Intrigado, decide regresar y ver el resultado final.
Unas semanas más tarde, el famoso pintor vuelve a caminar por esa calle, con el único propósito de presenciar la finalización de la obra de arte del humilde hombre. Como prometió, encuentra al hombre en su garaje, casi terminado de pintar.
Impresionado, el famoso artista decide volver por última vez la próxima semana. A su regreso, observa un llamativo retrato de Jesucristo que casi presiona su oído contra una puerta, su mano lista para llamar una vez más.
Incapaz de contener su curiosidad, el estimado pintor se acerca al humilde hombre, aunque con un dejo de arrogancia. Él comenta: «Tu pintura es bastante impresionante, pero falta un detalle llamativo: la puerta no tiene cerradura».
El hombre humilde escucha con respeto y responde: «Eres observador, pero déjame darte una explicación. Esta puerta simboliza el corazón de las personas, e intencionalmente carece de cerradura porque solo se puede abrir desde adentro. Cada persona debe invitar a Jesús a entrar en su corazón de buena gana. Cristo no presionará ni forzará la entrada; él espera pacientemente una invitación abierta.»
Esta fábula sirve como un hermoso recordatorio de que cuando permitimos que Jesucristo entre en nuestras vidas y corazones, ocurre una profunda transformación. Abrazar la fe puede producir cambios significativos en nuestro comportamiento, y una abundancia de buenos principios y valores florecerá dentro de nosotros.
Conclusión
Estamos viviendo durante tiempos difíciles. Hoy en día a la verdad se le dice mentira, y a la mentira se le dice verdad. La inmoralidad y perversión han tomado raíz en la sociedad, y lo que el mundo más necesita es a Dios. Hoy más que nunca necesitamos buscar a Dios (Mateo 7:8) porque lo necesitamos. Créeme cuando te digo que el momento de buscar a Dios es AHORA.
Aprovechemos nuestro tiempo menguante y utilícemelos sabiamente para buscar Su ayuda. Dios conoce las intenciones del corazón y solo Él tiene un verdadero propósito para cuidar de nosotros.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados