Sanidad emocional
Prédica de Hoy: Sanidad emocional
© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)
Mensajes Cristianos
Introducción
Hoy quiero hablarles sobre un tema que ha sido muy importante en los últimos tiempos, especialmente durante la pandemia y otros desafíos que han afectado nuestra salud emocional: la sanidad emocional.
Es comprensible que hayamos experimentado estrés, ansiedad, miedo, tristeza y otros sentimientos negativos debido a estas circunstancias. Sin embargo, como cristianos, sabemos que podemos encontrar consuelo y sanidad en Dios. La Biblia dice en Salmo 34:18 «Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.«
Claves para encontrar la sanidad emocional
La primera clave para encontrar la sanidad emocional en Dios es reconocer que necesitamos su ayuda. No podemos superar estas luchas emocionales por nuestra cuenta. Debemos confiar en Dios y buscarlo en oración. Filipenses 4:6-7 dice: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.«
La segunda clave es creer que Dios tiene poder para sanarnos emocionalmente. La Biblia dice en Isaías 61:1 «El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel«. Dios es capaz de sanarnos y restaurarnos emocionalmente si ponemos nuestra fe en Él.
La tercera clave es tener una perspectiva bíblica de nosotros mismos y de nuestras circunstancias. Debemos recordar que somos amados y valorados por Dios, independientemente de lo que estemos pasando.
La Biblia dice en Romanos 8:38-39 «Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.» Debemos recordar que Dios tiene un propósito para nuestras vidas y que Él puede usar incluso las situaciones difíciles para nuestro bien. Romanos 8:28 dice: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.«
Finalmente, debemos tomar medidas prácticas para cuidar de nuestra salud emocional. Esto puede incluir buscar ayuda de profesionales de la salud mental, conectarnos con otros creyentes en la iglesia para recibir apoyo y compañía, practicar la gratitud, la meditación en la Palabra de Dios y oración, y cuidar de nuestro cuerpo con buena alimentación, ejercicio y descanso adecuado.
Conclusión
La sanidad emocional es posible cuando confiamos en Dios, creemos que Él tiene el poder de sanarnos y nos acercamos a Él además de tomar medidas prácticas para cuidar de nuestra salud emocional. Recordemos que Dios es nuestro Padre amoroso y Él desea vernos libres y sanos emocionalmente.
Es importante comprender que la sanidad emocional no es un proceso instantáneo. Es importante recordar que la sanidad emocional es un proceso continuo. Debemos mantener nuestra relación con Dios y seguir poniendo en práctica los principios de su Palabra. En Filipenses 3:13-14, la Biblia nos dice: «Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.«
Con esto aquí el apóstol Pablo nos está exhortando a hacer lo mismo, a seguir adelante en nuestra carrera espiritual hacia la meta, enfocándonos en Cristo y en el llamado de Dios en nuestras vidas. Debemos olvidar todo lo que queda atrás, todo lo que nos detiene o nos impide avanzar, y seguir adelante en la fe, la obediencia y la perseverancia en Cristo.
Así que, confiemos en Dios, busquémoslo en oración y pongamos en práctica los principios de su Palabra para encontrar la sanidad emocional que necesitamos. No permitamos que nuestras emociones nos controlen, sino permitamos que Dios nos guíe hacia la paz y la libertad emocional que sólo Él puede darnos. Que Dios les bendiga. Que Dios les bendiga. Amén.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.