Ser la luz de este mundo

Ser la luz de este mundo

Prédica de Hoy: Ser la luz de este mundo

© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)

Mensajes Cristianos

Mensajes Cristianos para Predicar Texto Bíblico: Mateo 5:14-16

Introducción

Para hablar de este pasaje entremos en contexto, nuestro Señor ha iniciado el sermón del monte, dando en primer lugar las bienaventuranzas y nos ha dicho que somos sal de la tierra. Ahora busca delegar en nosotros otra responsabilidad, la de ser luz del mundo.

Explicar el propósito de la luz parece algo absurdo ¿no? Pero se aprecia necesario. El propósito de la luz es disipar la oscuridad. La oscuridad en una habitación, en una sala, en un patio grande y extenso, en fin, no importa el terreno. La luz busca dar claridad al lugar donde se enfoque. En este caso nosotros fuimos llamados a ser la luz de este mundo caído. Un mundo que como explicaba el apóstol Pablo no hace lo bueno, leamos Romanos 3.

Explicando Mateo 5:14-16

Vamos a explicar estos pasajes claves en la vida de un cristiano. Lo haremos en partes puntuales, resaltando los puntos sobresalientes para que sea más sencillo de comprender.

Ser la luz de este mundo

Si lo tomamos literalmente, tendríamos que tragarnos unos cuantos bombillos para poder lograr que nuestro cuerpo brille físicamente. Pero ¡no! No es el significado de ser luz.

Una persona puede considerarse “luz” cuando esta llena de Cristo. Lo que significa que debe tener una relación constante y genuina con nuestro Señor, con el fin de reflejar su gloria en el cumplimento de Su palabra. Estamos hablando de nuestra conducta, generada al obtener los frutos del Espíritu Santo, al ser diferentes del sistema del mundo y dirigirnos siguiendo los pasos de Jesús.

Esta luz va de la mano con la gracia que podamos reflejar. Muchas personas afirman sentir un “aura” distinta cuando están en compañía de una persona llena de la luz de Cristo. Ese “aura” que ellos mencionan, no es más que la gracia y la luz que el Señor ha depositado en nosotros. Esta situación se debe a lo distinto que podemos ser comparándonos a una persona que no cree en Dios.

Ser ser la luz de este mundo sobre el candelero

Ya sabiendo el significado de ser luz, pasamos al siguiente punto. Podemos serlo, pero aun así debemos utilizar nuestra luz en el lugar adecuado. Si colocamos una lampara debajo de la mesa no sería para nada efectiva. Pero si pones esa luz en una parte más alta y descubierta, su utilidad aumentara mucho más.

Sería poco práctico decir: “Yo soy luz, debo ir brillar en una discoteca, salvare las almas que se encuentran allí”. Ya lo dijimos al inicio, no es literal. Debemos brillar, vamos a alumbrar, pero corazones destruidos, mentalidades contaminadas. Cuando una persona tiene un problema y lo ayudamos, en ese momento somos luz. No podemos ir donde no nos quieren a encender un foco que quieren mantener apagado.

Ser la luz de este mundo en buenas obras

Definitivamente estamos ante un mundo caído, un mundo carente de luz. Vivimos en un mundo que necesita de la luz que hay en nosotros, pero, surge una pregunta. ¿Cómo proyectamos esta luz?

La respuesta está en el mismo texto, buenas obras ¿Cuáles buenas obras? Preguntara usted, es el mismo Jesús que unos versículos mas adelante nos da una idea. Quizás no sean todas, pero nos da el espíritu de lo que quiso explicar, acá ejemplaremos algunos:

Mateo 5:38-44

«Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.«

Difíciles ¿no? Pero no imposibles si contamos con la ayuda de nuestro Salvador,  quien fue ejemplo para todos nosotros en su caminar a la cruz del calvario; donde amo a sus asesinos y pidió perdón para cada uno de ellos. Él es la fuente de nuestra luz, nosotros simplemente focos o velas por las cuales esta se proyecta. En un mundo donde el beneficio personal es lo que se predica y se ejecuta, donde busco mi bien sobre todas las cosas el llamado es ser luz, es poner la otra mejilla, es amar cuando hay odio.

Nuestro deber de hacer buenas obras

Mas adelante los apóstoles secundarían nuestro sagrado deber de hacer buenas obras, Pablo en su epístola a los efesios diría: «Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.» Efesios 2:10

«Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo, también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.» Santiago 2:14-26

Santiago y Pablo animarían a la iglesia del primer siglo a proseguir y mantenerse haciendo dichas obras. Nosotros nos desenvolvemos en círculos que quizás dar un mensaje o hablar de Cristo sea complicado. Pero nuestras obran hablaran por nosotros, y mediante a ellas llevaremos al inconverso al conocimiento de la verdad.

Y tú amado hermano ¿Qué estas esperando para comenzar a vivir una vida que testifique de la obra de cristo? Recuerda tu llamado, recuerda tu función; ser luz.

Ser la luz de este mundo glorificando al Padre

Dar la gloria a Dios es un paso imprescindible para ser luz. La palabra nos aclara que “Dios habita en medio de la alabanza”, creyendo firmemente en que es así. El glorificar al Señor en toda ocasión nos permitirá tenerle habitando siempre cerca de nosotros.

Glorificando al padre se rompen cadenas, se disipa la oscuridad. Reconocer la grandeza del Señor atrae sanidad, trae esperanza, cambia el ambiente. El tenerle en medio de nosotros nos da fe, pues sabemos que está aquí con nosotros. No lograremos ser luz sin darle gloria al Padre de la luz.

Conclusión

En este breve mensaje, logramos entender el interesante concepto de la luz, como nos ayuda a nosotros como seres individuales y como proyectada de la manera correcta, puede ser de bendición para otros. Recordemos siempre que Dios nos da algo con el fin de multiplicarlo, buscando generalmente, el beneficio colectivo.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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