Somos cabeza y no cola

Somos cabeza y no cola

Prédica de Hoy: Somos cabeza y no cola

© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)

Predicas Cristianas

«Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas.Deuteronomio 28:13

Introducción

Este versículo suele ser uno de los preferidos entre los hermanos en la fe. Y aunque sí puede significar el hecho de que seamos líderes o cabezas en el lugar donde estemos. Pero debemos reconocer con humildad que este no es el único sentido que tiene este versículo tan poderoso.

No olvidemos Sus mandamientos.

La razón por la que a muchos creyentes le gustan este versículo, es por la posición de honra que menciona de forma implícita este texto. Y eso está muy bien, Dios siempre quiere lo mejor para nosotros, sus hijos. Incluso en otros pasajes vemos cómo llevó a personajes a ocupar cargos de mucho privilegio, como el caso de David al ser ungido y convertirse en rey [1].

Sin embargo, aunque este tipo de bendiciones puedan ser bastante llamativas, el versículo menciona que esto acontecerá sobre nuestras vidas si guardamos y cumplimos los mandamientos del Señor. Hay que tener esto muy presente en nuestras vidas, no se pueden pasar por alto los estatutos que Dios nos manda en Su Palabra.

¿Cuáles son esos estatutos?

El mismo libro de Deuteronomio los resume bastante claro: Amarlo a Él sobre todas las cosas, no tomar Su nombre en vano, honrar a nuestros padres, no matar, no robar, no mentir, entre otros mandamientos [2].

Esta es la sencilla, y a la vez complicada, condición que menciona Deuteronomio 28 para que las bendiciones de Dios lleguen a nuestro hogar. Como creyentes, debemos guardarlas en nuestros corazones y cumplir todas, y cada una de ellas [3].

Ser cabeza es ser bendecido

Una aclaración que se puede hacer sobre este pasaje de la Biblia, es que ser cabeza no necesariamente es llegar a ser presidentes de una nación, ser jefes, dueños de una organización o convertirnos en líderes de una congregación.

Aunque estos cargos son de una gran bendición para un creyente y todos lo que le rodeen, también debemos saber que ese no siempre será el llamado sobre nuestra vida. Para entender esto un poco mejor: nuestra bendición de por sí es ser hijos de Dios y buscar de Él. Lo demás vendrá como algo consecuente al decidir seguir al Señor [4].

Vida eterna

Recordemos algo muy importante: al ser salvos por la gracia de Dios, Él nos ha prometido vida eterna en Cristo Jesús [5]. ¡Esto también significa ser cabeza y no cola! Al tener esa promesa en nuestras vidas, ya somos bendecidos. Aunque esto sea intangible y no podamos demostrarlo o evidenciarlo aquí en lo terrenal, sabemos que todas las promesas de parte de Dios son reales [6].

La responsabilidad de ser cabeza

Así como es una gran bendición para nuestras vidas el hecho de ser cabeza, también es consecuente hablar de las responsabilidades que vienen con esto. Entonces si antes tu testimonio no hablaba muy bien de ti, y ahora eres nacido de nuevo en el Señor. Es tu responsabilidad demostrar el cambio en tu vida para ser bendición a otros.

Si ahora tienes una empresa y ves posible generar empleos, esa será tu labor también: traer bendición a personas desempleadas o con necesidades económicas. Si antes estabas en un momento de tribulación, y ahora has traído el gozo del Señor sobre tu vida. Entonces tu deber como hijo de Dios es llevar esa paz a más personas.

Esto es lo que nos ha demandado el Señor siempre en la Biblia. Si uno de nuestros hermanos en la fe decae, debemos ayudarlo. Extender nuestra mano, y dar de lo que tengamos para el necesitado. Esto lo verá Jesús y se alegrará, y el día del Juicio, nos llamará a su diestra [7]. Además, como ya mencione al principio, uno de los mandamientos que debemos cumplir es amar a nuestro prójimo. Y esto también incluye, en lo posible, compartir de la bendición que recibamos sobre nuestra vida.

Para concluir.

La bendición que viene de Dios es la que trae consigo alegría [8], independientemente si somos llevados a altos cargos o no. Debemos entender que, mientras recibamos bendición y respaldo por parte del Señor, podremos bendecir a otros. Si eres un creyente que crees las promesas de Dios, ten por seguro que Él las traerá a tu vida conforme a Su voluntad.

No debemos afanarnos por nada, Dios tiene cuidado de nosotros en todo momento y por ello estaremos siempre agradecidos con Él [9]. Así que ya sabemos que ser cabeza y no cola es, nada más y nada menos, ser hijos de Dios y recibir la bendición a su tiempo. También, en la medida de lo posible, darle la mano a nuestro prójimo cuando sea pertinente.

[1] 1 Samuel 16:13
[2] Deuteronomio 5
[3] Proverbios 7:1
[4] Mateo 6:33
[5] Romanos 6:23
[6] 2 Corintios 1:20
[7] Mateo 25:34-40
[8] Proverbios 10:22
[9] Filipenses 4:6

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