Números 11: 1 y el Pensamiento de esclavo

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Mensajes Cristianos: Números 11: 1 y el pensamiento de esclavo

Mensajes Cristianos Texto Bíblico: Números 11: 1 «Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento.»

Introducción

Dios siempre es bueno con nosotros. Cada día nos da sustento, nos cuida y nos llena de diferentes bendiciones. Sin embargo, las personas a veces estamos ciegas ante las bendiciones de Dios y nos fijamos en otras cosas o anhelamos algo diferente.

El pueblo de Israel tuvo la oportunidad de vivir en carne propia grandes milagros. Cada uno de ellos fue dado por Dios para salvarlos de la esclavitud y darles a conocer su intención de Salvarlos y cuidarlos. Sin embargo, en Números 11: 1 leemos que el pueblo se estaba quejando.

¿De qué se quejaba el pueblo? ¿Será que se olvidaba de las grandes proezas que estaban viviendo? ¿Era poco que Dios los protegiera y les diera sustento cada día? En verdad, no había una razón para que el pueblo se quejara, pero ellos encontraban muchas.

Números 11: 1 ¿Un castigo severo?

Si nosotros leemos distraídamente el pasaje podríamos llegar a pensar que Dios fue muy severo con estas personas. Sin embargo, es necesario analizar el pasaje correctamente para comprender claramente lo que pasa.

Lo primero es que la frase «el pueblo se quejó» da a entender que el pueblo estaba siendo un murmurador del mal. Es decir, que a pesar de todas las bendiciones que Dios les había dado ellos llegaban a decir cosas como: «Vamos a morir en este desierto». Pese a todo lo que habían llegado a ver pensaban que Dios los quería muertos y hablaban en contra de Él.

Por otra parte, en la sección final de Números 11: 1 expresa que fue consumido «uno de los extremos del campamento«. Para comprender esto debemos recordar la organización del pueblo. Cada tribu tenía su lugar y por lo tanto «los extremos» se refiere a los egipcios que se habían integrado al éxodo por miedo a morir.

En otras palabras, las personas que estaban con la murmuración y que murieron fueron los extranjeros. Números 11: 4 nos confirma esto cuando dice que «la gente extranjera» quiso volver a comer carne y los israelitas también se unieron al deseo. Estas personas, que eran quienes los habían esclavizado les estaban contagiando el deseo de volver. Les estaba haciendo pensar nuevamente como esclavos.

Números 11: Nuestro pensamiento de esclavo

Es casi inimaginable todo lo que podían ver y vivir los israelitas en el desierto. Habían sido libertados de manera milagrosa, cruzaron el mar rojo, tenían comida gratis todos los días. De estar en una situación de esclavitud total pasaron a estar libres gracias al poder Divino.

A pesar de todo eso en Números 11: 6 ellos expresan «nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.» Estaban despreciando el alimento de Dios y creyendo que estaban mejor en la esclavitud. Esto es algo increíble de pensar ¿Cómo alguien puede querer vivir en esclavitud?

Lastimosamente, esto es lo mismo que pasa con nosotros. Números 11: 1 nos habla de que el pueblo se quejó y nosotros en la actualidad nos quejamos todos los días. Nuestro corazón también sigue estando en Egipto y  en la esclavitud, pues a pesar de que Dios nos ha libertado deseamos volver a la esclavitud del pecado.

Anhelamos más las cosas que nos hacían daño y nos conducían a la muerte que las bendiciones y el camino del Señor. Nos olvidamos de los grandes milagros que Dios hace diariamente para que estemos bien y preferimos quejarnos y buscar una vida sin Dios.

Hoy Dios nos llama a que reflexionemos y pensemos que esos con pensamiento de esclavo de Números 11: 1 somos nosotros. Además de eso, que nos demos cuenta de que es momento de cambiar, momento de buscar el alimento y el camino del Señor. Hoy es el día de ponernos del lado de Dios, reconocer las maravillas que hace por nosotros y prometer caminar con Él cada día de nuestra vida.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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