Alimento de Dios
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Mensajes Cristianos Prédica de Hoy: Alimento de Dios
Mensajes Cristianos Texto Bíblico: “Y enviaste tu buen Espíritu para enseñarles, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste para su sed.” (Nehemías 9:20)
Introducción
Para nuestra vida natural necesitamos ciertas cosas para vivir. Como un techo para vivir, alimentación, vestuario, etc. Pero es importante que consideremos que además de tener un cuerpo, también tenemos un alma, la cual es eterna. Pero esta alma se manifiesta en el mundo a través de nuestro cuerpo, de ahí que somos tanto seres físicos como seres espirituales, y por eso es que necesitamos el alimento de Dios.
Dios nos ha dado un espíritu para poder comunicarnos con Él.
Tenemos un espíritu que debe ser vivificado y encausado al modelo que Dios destinó desde el principio de los tiempos. Así entonces necesitamos ciertas cosas para que nuestro espíritu viva al lado del Señor. Así como nuestro cuerpo necesita alimento, así nuestro espíritu también necesita el alimento de Dios cada día.
Pero el alimento que nuestro espíritu necesita no es el mismo que nuestro cuerpo necesita para vivir. La vida del espíritu es muy diferente y se rige por reglas también diferentes. Dios es espíritu y quiere que vivamos con Él en regiones también espirituales. Llegaremos a ese lugar si aprendemos a vivir en el espíritu.
Alimento de Dios: Maná
Cuando el pueblo de Israel anduvo por el desierto, Dios les dio un alimento que ellos recogían por las mañanas. Ellos se alimentaban con el maná que caía del cielo. Pero Jesús nos enseñó que para vivir en el espíritu necesitamos de un alimento especial.
Al igual que el maná, el alimento espiritual que necesitamos procede de Dios. Ese alimento de Dios es la palabra del Señor, la cual no debe ser adulterada. No tenemos la capacidad de agregarle algo a la palabra que le haga falta, pues la palabra de Dios es perfecta. No podemos aportar nada a esta palabra que no tenga ya, porque procede de Dios Mismo.
Jesús lo dejó claro cuando declaró que no solo de pan vivirá el hombre. No solo del alimento físico dependemos, el alimento espiritual es igual de importante para mantenernos fortalecidos en el Señor. Así como el alimento físico fortalece nuestro cuerpo, así la palabra de Dios fortalece nuestro espíritu. Nos alimentamos pues de la palabra del Señor y no hay mejor alimento espiritual que ese.
Agua de vida
Junto con el alimento sólido necesitamos beber. Jesús dijo a la mujer samaritana que Él podía darnos agua viva. Jesús tiene de esa agua que se transforma en fuente que nos lleve a la vida eterna.
También leemos en su palabra en el libro de Apocalipsis como del trono de Dios sale un río de agua de vida. Dios es quien puede darnos a beber de esa agua, agua de vida eterna para que nuestro espíritu siempre viva junto a nuestro Dios.
Así que Dios nos da que comer y qué beber para que vivamos en comunión con Él. Dios nos alimenta con su palabra y con la vida eterna para que seamos fieles y perseveremos en su fe. Nuestro espíritu se fortalece y podemos trabajar en la obra del Señor.
Sabiduría
Con Dios está la sabiduría. El Señor nos enseña la manera como debemos alimentarnos, con un alimento espiritual, el cual no debe ser adulterado. Cuando alguien interpreta a su antojo la palabra de Dios, cuando agrega palabras, significados que no corresponden al mensaje de Dios, esta persona está adulterando el alimento espiritual.
Dios es quien nos da la sabiduría para comprender que su palabra es santa y debe permanecer sin alteraciones. Tal es el castigo de quien intente alterar la palabra del Señor que ha dejado establecido que quien agregue a su palabra se le agregaran las plagas de Egipto y quien le quite a su palabra Él quitará su nombre del libro de la vida.
Debemos orar al Señor para que nos de ese discernimiento y alimentarnos solamente con la palabra pura de Dios. El Espíritu Santo nos guía hacia toda verdad de Dios, es quien nos enseña en esos momentos de intimidad con el Señor.
Poder
Es el Espíritu Santo quien nos enseña la buena palabra de Dios. El Espíritu de Dios toma la palabra y con ella convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio. Es esa poderosa palabra la que generó en nuestra vida esa necesidad de cambio, de no seguir la corriente del mundo y conocimos que hay un Dios Todopoderoso que quiere salvarnos de la condenación eterna.
Cuando el Espíritu de Dios vino sobre nuestra vida fueron abiertos nuestros ojos espirituales y conocimos verdaderamente a Dios. El poder del Señor está sobre la vida de aquellos que le han conocido y han decidido dejarlo todo por servir al Rey de reyes. Dios nos da de su poder para vivir en este mundo de maldad permaneciendo fieles a Él, fortaleciéndonos y preparando nuestras manos para la batalla.
Dios es bueno y nos da su presencia para enfrentar cada día los obstáculos que el enemigo ponga delante de nosotros. Debemos alimentarnos cada día con la palabra, debemos aprender la sabiduría de Dios y buscarle para estar en su presencia y tener ese poder que solo Él puede dar. Nuestro alimento viene de Dios para darnos vida espiritual.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.