Nuestro proyecto
Prédica de Hoy: Nuestro proyecto
© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)
Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Proverbios 16:1-9
Introducción
El Señor nos llama a buscar nuestros dones, talentos, y ministerios para hacer la buena obra de Dios, y cumplir de esta manera Su propósito en nosotros. Esto no significa ni más ni menos que elaborar un proyecto para nuestra vida, de manera que el desarrollo se haga en forma ordenada y conforme a la perfecta voluntad de Dios.
Ahora, para poder proyectar con seriedad, es necesario comprender, y tener claro, lo que implica ese proyecto. Es decir, ¿por qué lo hacemos y a dónde nos lleva?
Para dar un ejemplo, podríamos considerar una persona que fue a buscar trabajo en un comedor y no se dio cuenta de que iba a tener que trabajar sábados, domingos y feriados, y luego se lamentan que no estarán durante los días libres de sus hijos, y menos aún podrán asistir a la iglesia, sabiendo que el Señor nos dice: “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre” Hebreos 10:25
La oración
La llave de la bendición es la oración y comunión íntima con el Señor.
Nuestra oración es la que permite que reflexionemos adecuadamente en el Señor acerca de nuestro proyecto cristiano antes de ponerlo en marcha. De manera que para estar verdaderamente en la voluntad del Señor, debemos orar buscando confirmación de parte de Dios antes de poner en marcha ese proyecto, sabiendo que siempre debemos esperar lo mejor. Pero estando preparado para que ocurra algo que quizás no estaba en nuestros planes.
“porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” Isaías 55:8-9
La realidad nos muestra que no todos los cristianos consideran esto, pues hay muchos que en el momento en que las cosas no salen como ellos querían se alejan de la iglesia y muchas veces del camino de Dios. Para evitar estos momentos almáticos es necesario madurar en Cristo, conocerle más para recibir con gozo todo lo que de Él proviene, pues:
“sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” Romanos 8:28
Conocer a Dios
El conocimiento del Señor nos otorga la fortaleza necesaria para pasar esos momentos de pruebas y que son donde el enemigo introduce la duda en el corazón del cristiano.
“más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca” 1 Pedro 5:10
Por lo que no debemos tener miedo al fracaso y a poder perseverar en nuestro proyecto, aun cuando no todo salga como pensamos que debía hacerlo, o haya contratiempos con la realización del mismo.
En el mundo es habitual ver personas que por miedo a que algo no resulte como pensaban se bloquean, paralizan sus vidas, no emprenden nada, y terminan en una vida de fracaso ya que no logran desarrollarse.
Pero para quienes amamos y confiamos en el Señor, ésta no es una opción. Pues aunque sabemos que la existencia de problemas y dificultades es una posibilidad que existe en todo proyecto cristiano:
“porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” 1 Pedro 5:8
Pero sabemos que a pesar de todo en Cristo iremos de gloria en gloria, y de victoria en victoria:
“porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” 1 Juan 5:4
Por lo tanto, “gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” 1 Corintios 15:57.
Sabiendo esto, cuando algo no sale conforme a nuestros deseos hay dos actitudes que como hijos de Dios debemos tener: Orar a Dios para que nos revele el motivo por el cual no se concretó nuestra petición o proyecto. Y aprender la lección que nos deja para no volver a caer en el mismo error.
Segundo, entender que el hecho de que una petición o proyecto no se dé como nosotros esperábamos, no nos convierte en cristianos a quienes el Señor no mira ni escucha.
La realidad es que para emprender proyectos bajo la perfecta voluntad del Señor se necesita independencia emocional de nuestros propios deseos, del resultado, y sobre todo debemos entender que un proyecto en Cristo no somos nosotros, sino la voluntad de Cristo en nosotros.
“así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” Romanos 12:1-3
Confiando en el Señor
Si confiamos plenamente en el Señor, cuando algo no acontece como lo esperábamos, y no volvemos a intentar un nuevo proyecto en Cristo, en cuando habremos sido derrotados por el enemigo, allí verdaderamente habremos fracasado, es por esto que nos dice el Señor:
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” Santiago 4:7
“resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo” 1 Pedro 5:9
Por lo que debemos volver a intentarlo buscando la sabiduría de Dios para llevarlo a cabo, y así podremos lograrlo.
“pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía” Santiago 3:17
También debemos tener en cuenta que para llevar a cabo la mayoría de los proyectos cristianos es necesario contar con los recursos necesarios. No solo espirituales, sino también económicos. Pues para ir a predicar muchas veces necesitamos trasladarnos y eso implica dinero, para adquirir tratados es necesario dinero.
Si vamos a establecer una escuela dominical o bíblica, es necesario contar con dinero para adquirir los materiales. Para salir de misionero es necesario contar con algún dinero, pues sabemos que el Señor nos proveerá para todo lo necesario para hacer su obra. Pero en un principio somos nosotros quienes debemos afrontar el gasto. Esto es algo que muchas veces no consideramos, y por esto no concretamos nada, y todo queda en un proyecto. Pues pocos están dispuestos a emplear sus propios recursos para concretarlos.
Sacrificios
Hacer la obra de Dios muchas veces implica sacrificios económicos personales para lograr lo que queremos alcanzar. Y si queremos hacerlo debemos estar dispuesto a pagar el precio ya que eso demuestra el nivel de compromiso con el Señor, y con el proyecto que quiero llevar adelante, por eso nos dice la Biblia que
“el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró” Mateo 13:44-46
La mayoría de los cristianos desean hacer, trabajar en la obra de Dios, pero no todos están dispuestos a sacrificar todo para la concreción de su proyecto. Por eso son pocos los que logran concretar sus sueños.
“porque muchos son llamados, y pocos escogidos” Mateo 22:14
Nuestro fin debe ser concretar las cosas, dar los pasos necesarios para que económica, y físicamente, lo que proyectamos se pueda concretar y recibir allí la recompensa que puede ser espiritual, familiar, personal, material, pero es fundamental tener bien en claro los beneficios que recibiremos.
Todo lo que se quiere lograr lleva tiempo
También debemos saber que todo lo que se quiere lograr lleva tiempo, y hay que dedicarle un tiempo, pues: “todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” Eclesiastés 3:1
De manera que si no estás dispuesto a dedicarle tiempo a tu proyecto, difícilmente puedas ponerlo en marcha; por esto, la determinación del tiempo que dedicarás a tu proyecto estará manifestando lo importante que es ese proyecto para ti, y lo confirmarás con las cosas que estés dispuesto a sacrificar por él.
Conclusión
Si tienes ahora un proyecto, cualquiera que este sea, y estás dispuesto sacrificar todo para lograr la recompensa del Señor, preséntaselo ahora en oración. Clama al Señor para que te guíe, para que te ayude a cumplir ese anhelo de tu corazón. Pero también preséntale el tiempo que estás dispuesto a dedicarle.
Pues allí le estarás mostrando tu verdadero interés por lo que le presentas. No se lo digas a nadie, el trato es solo tuyo con el Señor, y cuando logres el resultado, ven a dar testimonio para alentar y fortalecer a tus hermanos.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.
Muy buena predicación. Gracias