El que busca halla
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Prédica de Hoy: El que busca halla
© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)
Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Mateo 7:7-14
Introducción
El hombre tiene una búsqueda constante, podríamos decir que la vida del hombre es una búsqueda, y cuanto más si se trata de un cristiano. Pero lo que debemos entender es que para hallar lo que deseas debes buscarlo.
Esto que parece una obviedad no lo es tanto, ya que la mayoría de las personas no se muestran tan ocupadas en buscar lo que desean. En el caso de los cristianos, son demasiados los que esperan que todo lo haga el Señor y lo que esperan descienda del cielo sin ningún esfuerzo.
Muchos cristianos tienen claro lo que quieren pero el problema está en que no se dedican a buscar la concreción de su anhelo de manera concreta y decidida. Conocen el propósito del Señor para ellos, pero les cuesta prepararse y asumir que:
“a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá” Lucas 12:48. Esto significa que el enemigo también se levantará más para que ese propósito no se concrete, y si es posible, que ese cristiano desista del camino.
El que busca halla pero para hallar hay que buscar
Lo cierto es que para hallar hay que buscar. En este versículo hay una promesa inclusiva, y es que todo aquel que busca, halla. Puede ser que alguien lo halle antes o después pues el tiempo es de Dios, pero si busca la concreción del propósito del Señor para su vida, tenga la plena seguridad que la encontrará.
Entonces piensa: ¿Buscas la capacitación que necesitas para crecer y madurar como cristiano? ¿Estás buscando el ministerio que anhelas tener? ¿Buscas en tu hogar y en tu vida la paz que deseas lograr? ¿Buscas la mejora económica que deseas?.
Si la respuesta es sí, sigue haciéndolo con la fe puesta en el Señor, sabiendo que “es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” Hebreos 11:1-3. Y con la seguridad de que eso llegará a tu vida, porque todo aquel que busca, halla.
Toma la decisión de comenzar a buscar
Y si la respuesta es no, quiero decirte que tomes ahora la decisión de comenzar a buscar lo que deseas, para no seguir perdiendo el tiempo escuchando las mentiras del diablo que te impiden crecer, madurar como cristiano, y ser el siervo, o sierva, que el Señor quiere que seas.
Pero no te olvides que la palabra dice: “Buscad, y hallaréis”, y no “orad, y hallareis” o “ayunad, y hallareis”, si la búsqueda la acompañas con oración y ayuno, está muy bien hacerlo. Pero no te olvides que a la hora de hallar, nada reemplaza el buscar, y la búsqueda es en la intensidad de tu propia comunión con el Señor.
El que busca halla el Espíritu Santo
Ahora, muchas veces se cree que el Espíritu Santo solamente nos guía las cosas espirituales, pero la realidad es que todo lo que hace un hijo de Dios es, o debería ser espiritual, ya que el Espíritu Santo mora en nuestro corazón para guiarnos desde allí, y si no está lo notamos “porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” Mateo 15:19.
De manera que cuando hablamos del trabajo, en muchos casos da la impresión que para algunos creyentes existe una separación de esta área de su vida respecto del Señor, y no dejan que les guie también allí el Espíritu Santo. Dios nos dice del corazón de sus hijos: “Lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor” Éxodo 31:3-5.
El trabajo que tenemos
El trabajo que tenemos cada uno de nosotros es una oportunidad perfecta para dar testimonio a los demás de la presencia de Dios en nuestra vida. Pero para esto sea algo que glorifique Dios es necesario que el Espíritu Santo nos guíe en lo que hacemos, desde el cumplimiento del propósito, hasta la excelencia en nuestro trabajar, pasando por la relación con nuestro compañeros de trabajo, pues el Espíritu Santo nos llena de sabiduría, de inteligencia y de conocimiento en todo para manejarnos de la mejor forma posible, dándonos la inteligencia para utilizar los recursos, el tiempo y el esfuerzo de la mejor manera, proveyéndonos del conocimiento para entender el ambiente en el que nos movemos para relacionarnos con los demás en el amor de Cristo.
Además, el Espíritu Santo te da la capacidad de inventar, ya que una mente guiada por Él es renovada en todo lo que hace, por lo que en un hijo de Dios, el Espíritu Santo debe guiar su trabajo cualquiera que sea para hacerlo de manera sobresaliente a fin de ser de bendición para él, y también para quién le brinda el trabajo, por lo que si hasta hoy has estado estancado en lo laboral, quizás necesites pedirle al Espíritu Santo que te guíe de manera especial en este área.
Hay que marchar
Pero “Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen” Éxodo 14:15, es decir que para hallar, no solo hay que buscar, sino que además hay que marchar. Hay que ponerse en movimiento, hay que esforzarse para lograr el propósito de Dios con nosotros. Hay que esforzarse para lograr las bendiciones que el Señor tiene para nosotros, recordemos que a Josué le dijo:
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:8-9. Y esto es válido para cada uno de nosotros.
Una actitud demasiado espiritual
El Señor nos recuerda esto pues muchas veces caemos en una actitud demasiado espiritual que nos impide ponernos en marcha de manera concreta, y así como es una realidad que Dios está interesado en que le busquemos siempre.
Tampoco deja de ser una realidad que Dios está interesado en que nos pongamos en marcha. Dios desea que actuemos, que llevemos a cabo acciones concretas que nos lleven al propósito, y a las bendiciones determinadas por el Señor para nuestra vida, y dejemos de vivir pidiendo sin hacer nada.
Vemos creyentes que hacen de todo en lo espiritual, oran, ayunan, hacen guerra espiritual, piden consejería pastoral, hacen todo menos ponerse en marcha. Lo espiritual es necesario, pero luego llega el momento en que hay que marchar hacia la conquista de lo que uno quiere lograr, por eso Dios dice: «¿Por qué clamas a mí?» Marcha para obtener lo que me estás pidiendo.
Esfuérzate y no te dejes vencer por las trampas del enemigo que quiere hacerte bajar los brazos. Es decir, este es tiempo de actuar de manera concreta. Actuar, sabiendo que el enemigo va a tratar de impedir que nos pongamos en marcha de distintas maneras. Impedimentos que deben ser rechazados en el nombre de Jesús.
Necesitamos enfrentar y vencer
Necesitamos enfrentar y vencer a aquél que nos lleva al estancamiento y ponernos en movimiento:
“por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” Hebreos 12:1-2
Decididamente salgamos a encarar al enemigo. Superemos esas mentiras que pone en nuestra mente para no dejarnos comenzar a trabajar para lograr el propósito y las bendiciones de Dios.
Comienza a servir a Dios y termina con las cosas que te hacen apartar tu mirada de Él. Este es tiempo de que además de clamar a Dios comiences a caminar como Él quiere que lo hagas.
Escucha, “En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión” Daniel 10:1.
La mayoría han recibido una visión, o una palabra de parte de Dios. Puede ser ministerial, familiar, laboral, o económica, pero vemos que en algunos casos no se concreta.
Palabra verdadera
Por esto es que debemos ver si la palabra es verdadera. Es decir, si realmente viene de parte del Señor para nuestra vida y no es un deseo nuestro, o de otros para nosotros. Sabiendo desde el principio que cuanto mayor sea el propósito, más grande será la lucha.
Dejemos de creer que porque el propósito y las bendiciones vienen del Señor va a ser fácil recibirlas como piensan muchos, y terminan frustrados. No te engañes, pero tampoco te desanimes pues Dios te ayudará en lo que quiere que tengas.
“porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo” Isaías 41:9-11.
Conclusión
Necesitamos entender qué significa llevar adelante esa misión que el Señor nos ha dado. No solo para nosotros sino también para nuestra familia.
Debemos tomar decisiones sabias, pero llevadas a cabo de forma inteligente, a fin de guardar nuestro ministerio y nuestras relaciones familiares.
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