Huesos secos, ¿vivirán estos huesos?
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Prédica de Hoy: Huesos secos, ¿Vivirán estos huesos?
© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)
Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Ezequiel 37:1-10
Introducción
Estaba viendo el programa de televisión de mi comentarista favorito el otro día, y después que él acabado de presentar sus comentarios, es decir, después de explicar y exponer la corrupción que está tratando de tomar raíz en éste país, él dijo algo que yo nunca había escuchado decir a ningún comentarista, y comenzó diciendo que lo que él estaba a punto de decir no era políticamente correcto. ¿Qué dijo éste hombre que me llamo tanto la atención?
Éste hombre muy seriamente miro a la cámara y dijo que lo principal que éste país tenia que hacer era caer de rodillas y orar al Señor. Él dijo que lo principal que todos teníamos que hacer es buscar la guía espiritual que solo el Señor puede proveer.
Yo no sé a que iglesia él pertenece, pero según he podido apreciar durante el tiempo que llevo viendo y/o escuchando sus programas, él aparenta ser cristiano. Pero ahora debemos preguntarnos: ¿qué motivo que éste hombre hablara de ésta manera en un canal secular de noticias?
Yo diría que lo que motivó que éste hombre se comportara de ésta manera es que él, al igual que muchos, sino todos de nosotros, se ha dado cuenta de que con cada día que pasa el hombre se rebela más en contra de Dios. Estoy seguro que todos aquí estamos de acuerdo cuando digo que lo que éste mundo más necesita es sentir la presencia de Dios.
Pero antes de que el mundo pueda experimentar esto, algo tiene que suceder. Antes de que éste mundo pueda experimentar el poder de Dios, el pueblo de Dios tiene que despertar; el pueblo de Dios tiene que revivir. Estoy seguro que todos estaremos de acuerdo cuando digo que el cuerpo de Cristo necesita un avivamiento. Necesitamos que el Espíritu Santo se derrame sobre la iglesia para que podamos obtener un cambio.
Huesos secos – Necesitamos obtener un cambio
Pero obtener un cambio en éste mundo no es algo que se puede lograr fácilmente. No es algo que podemos lograr fácilmente por dos razones.
Número uno; no todo creyente está dispuesto a entrar al campo de batalla., evidencia de esto es la inmoralidad, corrupción, y la escasez de los principios y valores bíblicos fundamentales.
Número dos; existe un gran grupo de creyentes completamente muertos en el espíritu, evidencia de esto es la escasez de oposición por los supuestos creyentes fieles acerca de los matrimonios del mismo, sexo, los abortos, y todas las demás otras cosas que van directamente en contra de la Palabra de Dios.
Manteniendo estos dos puntos en mente, pasemos ahora a las escrituras que estaremos estudiando en el día de hoy, la cual nos revelara la condición actual de un gran grupo de creyentes, y nos enseñara lo que tenemos que hacer para levantarnos y servir a Dios como Él desea.
Valle de los huesos secos – Lectura Bíblica
Ezequiel 37:1-10 – La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. 3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. 4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. 5 Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. 6 Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová. 7 Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. 8 Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. 9 Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. 10 Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.
Los huesos secos son una de las seis visiones de Ezequiel
Esto aquí forma parte de una de las seis visiones que Dios le dio a Ezequiel, y describe con exactitud la condición espiritual del pueblo de Dios en ese entonces. Pero aunque éste profeta habló estas palabras hace miles de años, yo diría que ellas siguen muy vigente, ya que describen muy bien la condición espiritual de muchos dentro del Cuerpo de Cristo hoy en día. ¿Por qué digo esto? Para poder contestar ésta pregunta tenemos que examinar detalladamente la ilustración que Ezequiel utiliza aquí.
Pensemos en esto por un breve momento; cuando se habla de un hueso, lo primero que nos viene a la mente es algo que ha muerto, ¿verdad? Pero fijémonos bien que aquí Ezequiel no solamente dice que había huesos, él da una descripción bastante detallada, él los describe diciendo: “secos en gran manera.” Ahora preguntémonos, ¿qué significado tiene esto para nosotros hoy en día?
La respuesta a ésta pregunta la encontramos mirando a nuestro alrededor. Digo esto porque cuando nos fijamos en nuestro alrededor, no creo que exista una persona que no se de cuenta que el mundo, y la iglesia de hoy, están llenos de huesos secos. Con solo fijarnos en las condiciones que existen a nuestro alrededor, no es difícil encontrar que día tras día, todos aquí atravesamos por un gran valle de huesos secos.
El mundo es un gran valle de huesos secos, ¿vivirán estos huesos?
Con solo fijarnos a nuestro alrededor, pronto descubriremos que las personas en el mundo, aunque vivas físicamente, se encuentran completamente secas y muertas espiritualmente. Esto es la triste realidad para todos aquellos que no conocen a Cristo como su Rey y Salvador; la realidad para todos aquellos que rechazan la gracia y misericordia de Dios, pero desdichadamente también es la verdad acerca de muchos que componen el cuerpo de Cristo. Ahora la pregunta que debemos hacernos es: ¿por qué puede ser encontrado esto en el cuerpo de Cristo?
Yo diría que la razón principal es porque muchos no han tomado el tiempo de tratar de conocer a Dios íntimamente. Muchos creyentes se han acostumbrado a tener una relación superficial con Dios, y han dejado de escuchar Sus advertencias y consejos.
Demás está decir que una relación con Dios de esta índole solo conduce a que nuestra vida espiritual se vaya secando, y que pasemos a ser un saco de huesos secos; un saco de carne sin espíritu y propósito. ¿Cómo podemos nosotros discernir si esto está aconteciendo en nuestra vida?
Existe un comediante americano llamado Jeff Foxworthy que hace chistes de los sureños, (quienes tienen fama de no ser muy inteligentes, y un poco salvajes), y él usa la siguiente frase en sus chistes: «puede que seas un sureño si…» Por ejemplo, «puede que seas un sureño si tu papi camina contigo hasta la escuela, y los dos están en el mismo grado.» «Puede que seas un sureño si, tu esposa puede trepar un árbol mas rápido que tu gato».
Estos son ejemplos cómicos de cosas absurdas que nos hacen reír, pero ¿qué si usamos una frase similar para examinar nuestra condición espiritual?
Nuestra condición espiritual
Por ejemplo: Si lo mismo te da venir a la iglesia que no venir; puede que seas un saco de huesos secos. Si lo miso te da orar que no orar; puede que seas un saco de huesos secos. Si lo mismo te da alabar que no alabar; puede que seas un saco de huesos secos.
Si lo mismo te da ofrendar que no ofrendar; puede que seas un saco de huesos secos. Si lo mismo te da obrar para Dios que no obrar; puede que seas un saco de huesos secos. Si lo mismo te da pecar que no pecar; puede que seas un saco de huesos secos.
Si te has acostumbrado tanto a pecar que ya no te das cuenta de cuando lo haces; definitivamente eres un saco de huesos secos. Nada cómico, ¿verdad? ¿Por qué no son estas cosas nada cómicas? No lo son porque nos conducen a examinarnos, y nos revelan nuestra condición espiritual.
Como les dije al inicio, en ésta visión Ezequiel describió detalladamente como se encontraba el pueblo de Dios en ese entonces, y les digo que no existe mucha diferencia entre ese pueblo y muchos de nosotros hoy en día.
Huesos secos – La raíz del problema
La raíz del problema es que existen muchos que son de memoria selectiva, es decir, nos acordamos de lo que nos conviene, y en muchas ocasiones se nos olvida lo que Dios ha hecho por nosotros.
¿Qué sucede cuando nos olvidamos de éstas cosas? Lo que sucede es lo mismo que encontramos en esta visión de Ezequiel. Lo que sucede es que nuestra relación con Dios comienza a secarse, y morimos. ¿Qué podemos hacer para evitar que esto suceda? En los versículos que estamos estudiando en el día de hoy encontramos cinco puntos claves que nos ayudaran a contestar ésta pregunta.
Primero. La Palabra nos dice: “La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.” Lo primero que vemos reflejado aquí es la obediencia.
Fíjense bien que Dios guio a Ezequiel hasta ese valle, un valle bien desagradable. Imaginémoslo, un valle lleno de huesos humanos; huesos secos regados por todas partes. Estoy seguro que todos aquí diríamos que presenciar esa imagen no fue nada bonito, pero Ezequiel se dejo guiar. Dile a la persona que tienes a tu lado; Dios quiere que nos dejemos guiar.
Ezequiel no dudo, él no se negó, él obedeció y se dejo guiar. Dios quiere lo mismo de nosotros hoy en día. Dios quiere que seamos obedientes a Su Palabra, Dios quiere que nos dejemos guiar. El problema está en que muchos de nosotros no permitimos ser guiados por el Espíritu Santo. En otras palabras, no nos sometemos a Su voluntad.
Existen numerosas razones a la que esto puede ser atribuido; en ocasiones es a causa del orgullo, a causa de nuestro carácter, a causa de los celos, a causa de la envidia. En otras palabras, cosas que causan que no prestemos atención al mensaje que Dios nos envía, y al escuchar palabras fuertes de Dios pensamos o decimos, eso no es conmigo. En otras palabras, no permitimos que nuestro Señor nos tome de la mano y nos guié hacia donde Él quiere que estemos.
En el caso de Ezequiel Jehová le guio hasta éste valle lleno de huesos, un lugar completamente desagradable, pero Dios lo hizo con un propósito. Aunque nosotros en algunas ocasiones no alcancemos ver el propósito de Dios, aunque en algunas ocasiones no podremos entender el por qué, tenemos que mantenernos obedientes.
Tenemos que permitir que Dios nos guíe en todo momento.
¿Por qué? Porque cuando nos mantenemos obedientes a Su palabra, Dios nos conducirá a donde debemos estar. Pero permitir ser guiado no es lo único; por fe sabemos que Dios está presente en todo momento; por fe sabemos que Él está en control de toda situación; por fe sabemos que Él nos guiara, pero una vez que lleguemos tenemos que hacer algo. ¿Qué tenemos que hacer? Tenemos que actuar, y esto me conduce al segundo punto.
Segundo. La Palabra nos dice: “Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.” ¿Qué se nos está diciendo aquí? Prestemos mucha atención porque esto es de suma importancia.
Fíjense bien que aquí él no está diciendo que él vio éste valle de lejos; él no está diciendo que estuvo a una distancia de los huesos; él nos dice que tuvo que pasar cerca de todo en derredor.
En otras palabras, Dios le había guiado hacia donde él tenía que estar, pero ahora quería que Ezequiel observara cuidadosamente donde se encontraba. Hermanos, Dios hace lo mismo con nosotros. Cuando nosotros hacemos un compromiso genuino con Dios, Él nos guía.
Meditemos en esto por un breve momento. Estoy seguro que todos nosotros conocemos a personas que se han alejado de Dios. Personas que se encuentran en ese valle (mundo) completamente muertos.
Pero la pregunta que ahora nos debemos hacer es: ¿por qué Dios ha permitido que le conozcamos? Les puedo decir que no fue por coincidencia; Dios ha permitido que conozcamos a estas personas, y nos ha guiado hacia ellos con un propósito en mente.
Dios nos pide que al igual que Ezequiel, nos acerquemos a esos huesos secos, y que les observemos bien de cerca. Dios nos pide que miremos a nuestro alrededor en busca de todos aquellos que se han alejado de Él.
Dios quiere utilizarnos
Dios quiere utilizarnos para rescatar a todas esas personas que se encuentran pérdidas en éste mundo de maldad. A todas esas personas que no tienen, ni nunca tendrán, la más mínima esperanza de encontrar la paz, el amor, la misericordia, el perdón y la salvación que solo Jesús nos ofrece. Esto me conduce al tercer punto.
Tercero. La Palabra de Dios nos dice: “Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.” ¿Qué sucedió aquí? Lo más evidente aquí es que Dios estaba probando la fe de Ezequiel. Dios probó su fe y Ezequiel no dudo, no titubeó.
Esto aquí es algo muy importante en nuestra vida Cristiana. En el caso de Ezequiel él estaba en un lugar donde la situación no aparentaba nada buena. La realidad es que estar en un valle lleno de huesos no es nada positivo. Ezequiel solo podía ver lo que ya había muerto; lo que ya en su mente no tenía solución. Pero no obstante lo que él estaba viendo, su fe no fallo.
Hermanos la fe es la parte más importante en nuestra vida cristiana.
Puede ser que en ciertas ocasiones todo aparente estar perdido; puede ser que las cosas aparenten feas y sin solución, pero nuestra fe no nos puede fallar.
Tenemos que recordar siempre que para Dios nada es imposible. Nuestra fe no puede flaquear en ningún momento porque sin fe no tenemos nada. Recordemos que a través de la fe de una persona, Dios permitió que el mensaje de salvación llegara a nuestros oídos, y penetrara en nuestro corazón. Esto me conduce al cuarto punto.
Cuarto. Dios quiere prediquemos Su Palabra.
La Palabra de Dios nos dice: “Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová.” Dios le dijo a Ezequiel que le hablara a esos huesos, no como se habla normalmente, sino que le hablara con la autoridad que Dios le estaba dando. Dios nos dice a nosotros lo mismo en el día de hoy.
Dios quiere que llevemos el mensaje de salvación a todas las personas en éste mundo.
Dios quiere que prediquemos Su palabra con la autoridad que Él nos ha dado. Como el pueblo de Dios que somos nuestra responsabilidad es de acercarnos a esos hermanos y hermanas que han caído.
A esas personas que se han alejado en rebeldía debido a la maldad que existe en éste mundo. Nuestra responsabilidad es llevar la verdad de Dios a todo el que la escuche. ¿Qué sucederá cuando hagamos esto? Esto me conduce al quinto punto.
Quinto. Dile a la persona que tienes a tu lado, algo grandioso sucederá. Fíjense bien: “Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. 9 Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. 10 Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.”
Cuando predicamos la Palabra de Dios con la autoridad que Él nos ha dado, sucederá tal como encontramos aquí. Cuando predicamos la Palabra de Dios con la autoridad que Él nos ha dado, esos huesos secos regresaran a la vida. Sucederá así porque la Palabra de Dios es viva; sucederá así porque la Palabra de Dios tiene el potencial para impartir vida eterna.
La Palabra de Dios es la única arma que puede ser utilizada para pelear en ésta guerra que nos encontramos. No existe otra cosa que podamos usar, no existe nada más que pueda combatir las fuerzas del enemigo. Solo con la Palabra de Dios podemos vencer, solo con la Palabra de Dios podemos obtener la victoria sobre toda situación.
No sé cuantos aquí han visto la Palabra de Dios en acción, pero les digo que es algo fabuloso. Cuando vemos la Palabra de Dios en acción vemos un cambio completo en las cosas. La Palabra de Dios es capaz de sanar, restaurar, e impartir vida en una persona.
La palabra de Dios en acción no puede ser detenida por nada ni nadie. Cuando vemos la Palabra de Dios en acción vemos a hermanos y hermanas dispuestos a hacer lo que sea necesario para expandir el reino de Dios aquí en la tierra. Cuando vemos la Palabra de Dios en acción vemos: “un ejército grande en extremo.»
Para concluir.
Ezequiel dijo: “La mano de Jehová vino sobre mí.” Aquí claramente vemos que Ezequiel no pudo hacer nada por él mismo, sino por el poder de Dios. Si queremos obtener la victoria aun cuando las cosas no aparenten ser buenas. Si queremos obtener la victoria cuando las cosas no puedan aparentar peor, entonces sigamos el ejemplo de Ezequiel.
Para levantarnos y servir a Dios como Él desea, tenemos que dejarnos guiar; tenemos que buscar hacer la voluntad de Dios. Para levantarnos y servir a Dios como Él desea, tenemos que predicar la Palabra de Dios con la autoridad que Él nos ha dado.
Recordemos siempre que no podemos apartarnos de Él y pensar que estaremos bien. Como les dije al inicio, el mundo necesita de Dios. Pero para que el mundo pueda experimentar el poder de Dios, el pueblo de Dios tiene que descender al valle de los huesos.
El pueblo de Dios tiene que ir en busca de todas esas personas tanto dentro como afuera de la iglesia que han caído muertos. Ahora pregunto: “¿Vivirán estos huesos?”.
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