Necesidades cristianas

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Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de hoy: Necesidades cristianas

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Lucas 10:38-41

Introducción

Nuestras necesidades como cristianos van más allá de lo que conocemos de la carne. No son lo mismo que sentimos al nacer: la necesidad de alimento, calor y condiciones. Las necesidades espirituales se desarrollan a medida que experimentamos y profundizamos el amor de Dios.

Este sentido de necesidad significa que sabemos y nos regocijamos de existir para honrar la obra de Dios. Se construye a través de la escucha y el miedo constante.

El Padre exigió esta necesidad a su amado pueblo de Israel. Les pidió que lo amaran con todo su corazón y alma. (Deuteronomio 10:12)

Esto es exactamente a lo que Jesús se refería cuando le explicó a Marta que solo necesitamos una cosa.

I. Necesidad ≠ Deber (Colosenses 3:23)

A veces se confunden necesidad y deber, cuando en realidad ambos tienen significados muy diferentes. Tenemos necesidad de la Palabra de Dios porque no sabemos vivir de otro modo. La Escritura nos dice que esta necesidad es sincera y devota. Solo hay una manera de ganarlo y esa es la pasión.

Por otra parte, el seguimiento de Dios como un deber es precisamente lo que lleva al celo y nos hace olvidar lo que es realmente importante. Tu presencia no está en la lista de tareas pendientes; es nuestra prioridad y fuente de vida.

II. Satisfacer diligentemente las necesidades (Romanos 12:11)

Debemos tener cierta diligencia y voluntad para satisfacer las necesidades que Dios requiere de nosotros. Por ejemplo, no es lo mismo comer sólo porque tenemos hambre que comer para nutrirnos y sentirnos fuertes y sanos. Cambia nuestra intención y así nuestra voluntad se compromete en la acción.

Sucede, pues, que no es lo mismo seguir a Dios con pereza que seguirlo con fervor en el espíritu.

III. Deseos ocultos de la carne

a. Necesidades ≠ Deseos carnales (Gálatas 5:17)

Desde la historia antes de Jesús, el mundo es propenso al pecado. Situaciones de fraude, robo e idolatría, por citar algunos ejemplos, se pueden encontrar en varios pasajes de la Biblia. Sin embargo, no están de acuerdo con la voluntad de Dios, y debemos ser liberados del pecado que proviene de los deseos de la carne. Esta es la única forma en la que agradamos a Dios.

Disfrazar los deseos carnales como necesidades es algo que vemos muy a menudo en el mundo de hoy. Pero la palabra de Dios nos enseña claramente que están en contra del espíritu.

Debemos tener cuidado de cómo actuamos sobre estos deseos. Recuerde siempre que la carne satisfactoria dura algún tiempo y no es necesaria para la existencia en este mundo. Quizá ilusorio, parece facilitar el camino, pero precisamente por eso estamos llamados a seguir el camino angosto. (Mateo 7:13-1)

b. No trabajéis para la carne (2 Corintios 10:3)

Cuando existimos en este mundo, tenemos un cuerpo cuyas exigencias son carnales. Este aspecto no se olvida en la Biblia. Es a partir de esta condición que pueden surgir muchos de los conflictos y “necesidades” que puede tener un cristiano. Sin embargo, esto no es una excusa para desviarse del camino del Señor.

Si bien recordamos que constantemente nos enfrentamos a situaciones mundanas, también enfatizamos que no estamos en guerra en la carne.

Cómo soldados se trata de cómo nos protegemos contra los deseos disfrazados de necesidades. No debemos unirnos a ellos, sino confiar en que nuestras armas son espirituales.

c. La necesidad espiritual de hacer frente a la carne (2 Corintios 7:1)

Si saciamos y alimentamos constantemente nuestra espiritualidad, comprendemos que sólo Dios puede ayudarnos a vencer todas las tentaciones.

Esta necesidad de buscar Su presencia y aumentar nuestra fe puede realmente indicarnos el camino que debemos seguir.

Cuando Jesús le dijo a Marta que solo necesitamos una cosa, ella no pudo negar nada. Dado que Dios es nuestra primera y única necesidad, podemos confiar todo lo demás en Sus manos.

IV. Decidir y priorizar nuestras necesidades

a. El conocimiento decide (Oseas 4:6)

El seguimiento de Cristo es la decisión más importante en la vida de toda persona. A medida que comenzamos a construir una nueva forma de vida de acuerdo con sus enseñanzas, debemos priorizar lo que necesitamos.

Ante todo, debemos creer que todo lo que Dios nos dice es posible. Es importante que dediquemos cada parte de nosotros mismos a este cambio, y que a través de la oración y la búsqueda aprendamos a discernir sus verdades.

Sabemos que necesitamos a Dios sobre todo, pero debemos encontrar tiempo para enseñar realmente según Su Palabra, para no pecar por falta de conocimiento.

Es nuestro deber como cristianos permanecer en esta decisión. Esta es la promesa de la eternidad, y debemos ser honestos para no fallar.

b. Decisión inquebrantable (Lucas 10:41)

Decidir por Dios y hacer de Él tu única necesidad es inquebrantable. Decidir seguir a Dios es algo que nadie nos puede arrebatar. Esta es la mejor verdad que debemos atesorar en nuestro corazón, porque Su presencia es amorosa y fiel y nunca falla.

Se disipan todas las preocupaciones, recordando que nos hemos decidido a favor del Creador. Él nos protege según nuestras actitudes. Así mismo sabemos que no necesitamos nada más que lo que él tiene para nosotros.

c. ¿Qué sucede cuando hacemos de Dios nuestra mayor necesidad? (Mateo 6:33)

«Todo lo demás viene por adición». No debemos dudar de que Dios nos conoce. Él entiende lo que queremos. Como buen Padre, nunca falla a los buenos hijos. Nuestro es Su trabajo, por lo que someterse a Su trabajo también es un camino lleno de abundancia y éxito.

Priorizar Su nombre es un ejercicio de fe, y una vez que empezamos, nuestra vida nunca será la misma.

Conclusión

El mundo moderno puede tratar de vendernos miles de formas de estresar nuestras vidas. Pero debemos darnos cuenta de que el pecado nunca es necesario. Aunque venga en una hermosa botella, después de las engañosas promesas, debemos saber que nuestro té está lejos de todo lo que sugiere la carne.

Sólo necesitamos una cosa y es la presencia de Dios. Cualquier cosa que contenga esta poderosa necesidad es bienvenida en nuestras vidas.

Buscar a Dios y decidir por Él cada día de nuestra vida es un camino difícil. Va contra la corriente, pero sigue siendo un camino hermoso. Sufrir por su causa es señal de que nos guía y nos hace fuertes y agradables en su obra. (1 Pedro 5:10)

Por tanto, antes de ceder y ceder a cualquier deseo carnal, acordémonos por quién luchamos. Esta decisión marca la diferencia y cambia el rumbo de nuestras vidas. Sólo en Dios podemos verdaderamente asumir la responsabilidad de esta decisión, luchar en espíritu y con su poder.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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