Defendiendo la verdad
Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Defendiendo la verdad
© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)
Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Isaías 5:20
Introducción
Yo no sé cuantos de ustedes prestan atención a las noticias, pero el otro día vi algo realmente alarmante. Resulta ser que una mujer fue despedida de su trabajo después de trabajar durante 13 años en una tienda. La razón de su despido fue que confrontó a un ladrón que intentaba robar en el establecimiento. La mujer declaró que su intención era simplemente proteger la tienda y evitar pérdidas económicas. Sin embargo, la empresa declaró que su acción violó las políticas de seguridad de la compañía y, por lo tanto, justificó su despido. ¡Esto es una locura!
Estamos viviendo en un mundo virado al revés, una época de confusión y engaño, donde los valores y principios que una vez se consideraron sagrados y fundamentales para nuestra sociedad están siendo cuestionados y a menudo invertidos.
El profeta Isaías advirtió sobre este fenómeno en su tiempo, y sus palabras resuenan con una relevancia sorprendente hoy: «¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!» (Isaías 5:20).
Esta inversión de valores no es solo una cuestión de perspectiva o interpretación cultural. Es un desafío directo a la verdad de Dios y a los principios morales que Él ha establecido para nosotros. Como cristianos, estamos llamados a resistir este engaño y a defender la verdad de Dios en un mundo que a menudo la rechaza. Pero, ¿cómo podemos hacer esto de manera efectiva? ¿Cómo podemos mantenernos firmes en nuestra fe y nuestros valores en medio de la presión para conformarnos a las normas del mundo?
En la predica de hoy, exploraremos estas preguntas y buscaremos orientación en la palabra de Dios. Reflexionaremos sobre la importancia de reconocer el engaño en nuestra sociedad, de aferrarnos a la verdad de Dios y de defender activamente esa verdad en nuestras vidas y comunidades. A través de este estudio, espero que seamos equipados y animados para vivir de una manera que refleje nuestra confianza en Dios y nuestra dedicación a Su verdad.
I. Reconocer el Engaño
El primer paso para defender la verdad en tiempos de engaño es reconocer el engaño en sí. Vivimos en una sociedad que a menudo disfraza el mal como bien y la oscuridad como luz. Este engaño se manifiesta de muchas maneras, desde la promoción de la inmoralidad en los medios de comunicación hasta la redefinición de la verdad en nuestras instituciones educativas. Como cristianos, debemos estar alerta a estas tácticas de engaño y preparados para resistirlas. Continuando con nuestro estudio, hablemos ahora de:
a. El Engaño en la Sociedad
La sociedad moderna está inundada de mensajes y normas que contradicen la verdad de Dios. Desde la promoción de la inmoralidad sexual hasta la redefinición del matrimonio y la familia, estamos siendo bombardeados con ideas y valores que se desvían de los principios bíblicos. Este engaño es peligroso porque puede ser sutil y persuasivo. Puede presentarse como tolerancia, progreso o libertad, pero en realidad es una rebelión contra Dios y Su verdad.
En medio de esta avalancha de mensajes engañosos, es esencial que los creyentes estén atentos y se afiancen en la verdad de la palabra de Dios. El apóstol Pablo advirtió a los cristianos en Efesios 4:14-15 sobre la importancia de mantenerse firmes en la verdad y no ser llevados por doctrinas falsas: «Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.«
Hermanos, en lugar de seguir ciegamente las tendencias de la sociedad, debemos estar arraigados en la palabra de Dios para discernir lo que es bueno y agradable a Él.
En el libro de Proverbios, encontramos una advertencia clara sobre evitar la compañía de aquellos que promueven el mal y el engaño. Proverbios 12:26 nos dice: «El justo guía a su prójimo, pero el camino de los impíos les hace errar.» Esta enseñanza nos recuerda la importancia de rodearnos de personas que nos edifiquen y nos ayuden a mantenernos firmes en la verdad.
Además, la palabra de Dios nos insta a ser sabios y prudentes en nuestras acciones. En Mateo 10:16, Jesús aconseja: «Mirad que os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.» Debemos ser conscientes de las artimañas y engaños que nos rodean y actuar con discernimiento en nuestras interacciones y decisiones. Continuando con nuestro estudio, hablemos ahora de:
b. El Engaño en los Medios de Comunicación
Los medios de comunicación son una de las principales fuentes de engaño en nuestra sociedad. Las películas, la televisión, la música y las redes sociales a menudo promueven valores y comportamientos que contradicen la enseñanza bíblica. Estos medios pueden influir poderosamente en nuestras actitudes y percepciones, y debemos ser conscientes de su potencial para engañar y desviar.
Estoy seguro de que todos aquí compartimos la preocupación de que los programas de televisión y el contenido mediático cada vez muestran elementos inmorales y perversos. Las realidad es que la prevalencia de la violencia, contenido sexual explícito y lenguaje inapropiado en los programas de televisión modernos es algo inquietante para aquellos de nosotros que deseamos de acuerdo a la palabra de Dios y valores familiares.
Pero todo esto no esta sucediendo por coincidencia, sino que es un plan bien elaborado por nuestro enemigo para separarnos de la presencia de Dios. ¿Por que Digo esto? Lo digo porque esta exposición constante tiene como objetivo desensibilizar a las personas, y hacer que perciban estas conductas como más aceptables en la vida cotidiana.
Además, no solo son los programas en sí los que pueden tener una influencia negativa. Incluso los comerciales que se transmiten durante estos programas pueden contener mensajes sutiles que promueven el materialismo, el individualismo y una falta de respeto por los valores familiares tradicionales. Estos mensajes pueden no ser evidentes de inmediato para todos los espectadores, pero pueden tener un impacto sutil en sus actitudes y comportamientos con el tiempo.
Como consumidores de medios, es crucial ejercer discernimiento al elegir qué programas ver y cómo interpretar el contenido que se muestra. Limitar el consumo de contenido inapropiado y buscar alternativas que promuevan valores más positivos y constructivos puede ayudar a mantener una perspectiva más alineada con las creencias personales y proteger la integridad moral y espiritual. Continuando con nuestro estudio, hablemos ahora de:
c. El Engaño en la Educación
Nuestro sistema educativo también es un campo de batalla para la verdad y el engaño. En muchas escuelas y universidades, se enseñan ideas y teorías que contradicen la verdad de Dios. Los estudiantes son a menudo presionados para aceptar estas ideas como hechos, y pueden ser ridiculizados o marginados si se resisten. Como cristianos, debemos estar preparados para defender la verdad de Dios en estos entornos y enseñar a nuestros hijos a hacer lo mismo.
Además, la influencia de la educación secular puede llevar a una mentalidad humanista y alejar a las personas de Dios. La Biblia advierte sobre la sabiduría mundana en 1 Corintios 1:20-21: «¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.«
Es fundamental que como padres y educadores, guiemos a nuestros hijos y estudiantes hacia la verdad de Dios [1]. En este contexto, la palabra de Dios nos llama a ser valientes y no temer el rechazo o la persecución [2]. El sistema educativo actual es un lugar donde el engaño y la verdad chocan. Es vital que como creyentes, estemos preparados para defender la verdad de Dios y guiar a nuestros hijos y estudiantes hacia ella.
Debemos equiparlos con la verdad de Dios para que puedan enfrentar los desafíos que se presenten. Como cristianos, debemos ser vigilantes y resistir el engaño con la verdad de Dios. Esto implica defender valientemente nuestros principios bíblicos, enseñar a nuestros hijos a hacer lo mismo y equiparlos con la palabra de Dios para enfrentar los desafíos de la vida. Con la armadura de Dios y Su promesa de estar con nosotros, podemos enfrentar el engaño con confianza y firmeza. Continuando con nuestro estudio, hablemos ahora de:
II. Aferrarnos a la Verdad
Una vez que reconocemos el engaño, debemos aferrarnos a la verdad. La verdad de Dios es inmutable y eterna. No cambia con las modas o las tendencias de la sociedad. Debemos estudiar la palabra de Dios y conocerla bien para que podamos reconocer la verdad y resistir el engaño. En Juan 8:32, el Señor nos dice: «Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.» Pero para poder aferrarnos a la verdad, debemos buscar la guía del Espíritu Santo, quien nos enseñará y nos recordará todo lo que Jesús nos ha dicho [3].
También es esencial rodearnos de asistir a la iglesia donde podemos fortalecernos mutuamente en la verdad y encontrar apoyo en tiempos de duda o desafío [4]. No cabe duda alguna que enfrentaremos oposición y persecución al resistir el engaño y defender la verdad. Pero Jesús nos asegura que seremos bienaventurados si somos perseguidos por causa de la justicia [5]. Continuando con nuestro estudio, hablemos ahora de:
a. La Verdad de Dios en Su Palabra
La palabra de Dios es nuestra fuente definitiva de verdad. En ella, Dios nos ha revelado Su carácter, Su voluntad y Sus promesas. Debemos estudiar y meditar en la palabra de Dios regularmente para que podamos conocer la verdad y resistir el engaño. La palabra de Dios es como una lámpara para nuestros pies y una luz para nuestro camino [6]. Nos guía y nos protege en medio de un mundo oscuro y engañoso.
La verdad de Dios es eterna y no cambia con las modas o tendencias de la sociedad [7]. La palabra de Dios es nuestra guía y protección contra el engaño. Al estudiarla, meditar en ella y confiar en sus promesas, podemos conocer la verdad y resistir las trampas del enemigo. La verdad de Dios es eterna, fiel y nos da sabiduría en medio de un mundo oscuro y engañoso. Continuando con nuestro estudio, hablemos ahora de:
b. La Verdad de Dios en Jesucristo
Jesucristo es la encarnación de la verdad de Dios. Él dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí» (Juan 14:6). En Jesús, vemos la verdad de Dios en acción. Él vivió una vida perfecta, murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó de entre los muertos para darnos vida eterna. Al seguir a Jesús y confiar en Él, podemos conocer y vivir la verdad de Dios. Además, en Juan 1:14 se nos dice que Jesucristo vino a este mundo lleno de gracia y verdad. En Él, experimentamos la verdad del amor incondicional de Dios.
La verdad de Dios en Jesucristo también se refleja en su enseñanza. En Juan 8:31-32, Jesús dice a aquellos que creían en Él que si permanecían en su palabra, conocerían la verdad y serían liberados por ella. Además, en 1 Juan 5:20, se nos asegura que Jesucristo es la verdad misma, y en Él tenemos el entendimiento verdadero.
Jesucristo es nuestro ejemplo a seguir, y su verdad nos guía hacia una vida plena y significativa. Como seguidores de Cristo, somos llamados a reflejar su verdad en nuestras vidas [8]. La verdad de Dios se manifiesta plenamente en Jesucristo. Él es el camino, la verdad y la vida, y a través de Él, encontramos la libertad y la salvación. Al seguir a Jesús y vivir según sus enseñanzas, podemos conocer y experimentar la verdad de Dios en nuestras vidas. Continuando con nuestro estudio, hablemos ahora de:
c. La Verdad de Dios en Nuestra Vida
La verdad de Dios no es solo algo que conocemos en nuestra cabeza, sino algo que vivimos en nuestra vida. Como cristianos, estamos llamados a vivir de acuerdo con la verdad de Dios en todas las áreas de nuestra vida. Esto significa que nuestras palabras, acciones y actitudes deben reflejar la verdad de Dios. Debemos ser honestos, justos, amorosos y humildes, porque estas son las cualidades que Dios valora y promueve.
Cuando vivimos en la verdad de Dios, experimentamos su libertad y paz. La verdad de Dios también nos guía en la toma de decisiones. En Proverbios 3:5-6, se nos exhorta a confiar en el Señor de todo corazón y no apoyarnos en nuestro propio entendimiento, sino a reconocerlo en todos nuestros caminos.
Cuando vivimos según la verdad de Dios, nuestra vida es un testimonio poderoso para aquellos que nos rodean. En Mateo 5:16, Jesús nos anima a dejar que nuestra luz brille ante los demás, para que vean nuestras buenas obras y glorifiquen a nuestro Padre celestial.
Sin embargo, vivir en la verdad de Dios también puede implicar enfrentar desafíos y oposición. En 2 Timoteo 3:12, Pablo advierte que todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús serán perseguidos.
A pesar de las dificultades, debemos perseverar en la verdad de Dios. Santiago 1:12 nos dice: «Bienaventurado el hombre que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida.«
La verdad de Dios no es solo un concepto teórico, sino algo que debe reflejarse en nuestra vida diaria. Al vivir de acuerdo con la verdad de Dios, experimentamos libertad, paz y somos un testimonio poderoso para los demás. Aunque puede haber desafíos, debemos perseverar en la verdad y confiar en que Dios nos recompensará. Continuando con nuestro estudios, hablemos ahora de:
III. Defender la Verdad
Como fieles cristianos debemos defender activamente la verdad. Esto significa hablar en contra del engaño y la inmoralidad. Significa vivir nuestras vidas de una manera que refleje la verdad de Dios. Y significa enseñar a nuestros hijos y a las futuras generaciones a reconocer y resistir el engaño.
Recordemos que Jesús nos advirtió sobre los falsos profetas y maestros que intentarán engañarnos [9]. Y que la palabra de Dios nos insta a no ser conformados a este mundo, sino ser transformados por la renovación de nuestra mente [10].
Además, estamos llamados a siempre estar listos para defender nuestra fe [11]. Pero para proteger la verdad en nuestras vidas tenemos que estar firmes en nuestra fe, y vestirnos de nuestra armadura espiritual [12]. Jesús también nos enseñó a ser sabios como serpientes y sencillos como palomas [13].
Hermanos, defender activamente la verdad implica hablar, vivir y enseñar de acuerdo con los principios de Dios. Debemos estar alerta ante los engaños y falseamientos, confiando en la sabiduría y guía del Espíritu Santo. Al hacerlo, protegemos nuestra fe y ayudamos a otros a hacer lo mismo en medio de un mundo lleno de engaños. Continuando con nuestro estudios, hablemos ahora de:
a. Hablar en Contra del Engaño
Como cristianos, estamos llamados a hablar en contra del engaño y la inmoralidad. Esto puede ser incómodo y puede llevar a la persecución o al rechazo. Pero debemos recordar las palabras de Jesús: «Bienaventurados sois cuando os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros falsamente, por mi causa» (Mateo 5:11). Al hablar en contra del engaño, estamos siguiendo el ejemplo de Jesús y defendiendo la verdad de Dios.
Además, la palabra de Dios nos insta a ser valientes y no tener miedo, porque Dios está con nosotros [13]. Al hablar en contra del engaño, debemos hacerlo con amor y mansedumbre. Nuestra motivación debe ser glorificar a Dios y no buscar la aprobación de los demás [14].
Debemos hablar la verdad en amor, creciendo en Cristo como Cabeza de la iglesia. También debemos estar firmes en la verdad y no ser llevados por doctrinas falsas [15]. Como he repetido en numerosas predicaciones, nuestro testimonio y nuestras acciones hablan más alto que nuestras palabras.
Como cristianos, debemos hablar en contra del engaño y la inmoralidad, siguiendo el ejemplo de Jesús y defendiendo la verdad de Dios. Debemos hacerlo con valentía, amor y mansedumbre, sabiendo que Dios está con nosotros. Nuestra prioridad debe ser glorificar a Dios y no buscar la aprobación de los demás. Al resistir el engaño y mantenernos firmes en la verdad, nuestro testimonio y nuestras acciones reflejarán la verdad de Cristo y su amor al mundo. Continuando con nuestro estudios, hablemos ahora de:
b. Vivir la Verdad
Defender la verdad no es solo cuestión de palabras, sino también de acciones [16]. Debemos vivir nuestras vidas de una manera que refleje la verdad de Dios. Esto significa que nuestras acciones y actitudes deben estar en línea con los principios bíblicos. Debemos ser un ejemplo de amor, justicia, integridad y santidad en un mundo que a menudo promueve lo contrario.
En 1 Juan 3:18 se nos recuerda que amemos no solo de palabra, sino de verdad y en acción. En Filipenses 2:15 se nos anima a ser irreprochables y sencillos en medio de una generación torcida y perversa. Y Mateo 5:16, Jesús nos insta a dejar que nuestra luz brille ante los demás, para que vean nuestras buenas obras y glorifiquen a Dios.
Como he repetido en numerosas ocasiones, nuestro testimonio y estilo de vida pueden ser una poderosa herramienta para atraer a otros hacia la verdad de Dios [17]. Además, en Romanos 12:9, se nos exhorta a aborrecer lo malo y aferrarnos a lo bueno, viviendo de acuerdo con la verdad de Dios.
En conclusión, vivir la verdad implica ser coherentes con nuestras palabras y acciones. Debemos reflejar los principios bíblicos en nuestras vidas y ser ejemplos de amor, justicia y santidad. Al vivir la verdad de Dios, podemos ser una luz en medio de la oscuridad y atraer a otros hacia la verdad y el amor de Cristo. Continuando con nuestro estudios, hablemos ahora de:
c. Enseñar la Verdad a las Futuras Generaciones
Finalmente, debemos enseñar la verdad a las futuras generaciones. Nuestros hijos y nietos están creciendo en un mundo perverso, malvado, y lleno de engaño y confusión. Debemos equiparlos con la verdad de Dios y enseñarles a resistir el engaño. Esto significa enseñarles la palabra de Dios, modelar un estilo de vida cristiano y animarlos a seguir a Jesús [18].
En 2 Timoteo 3:15, Pablo destaca la importancia de que desde la infancia se conozcan las Sagradas Escrituras, que pueden dar sabiduría para la salvación. Hermanos, no podemos ceder la educación de nuestros hijos al mundo; recodermos que como padres, esta responsabilidad es nuestra. Los padres tenemos la responsabilidad de criar a sus hijos en la disciplina e instrucción del Señor [19].
No podemos olvidar que en Salmos 145:4, se nos recuerda que una generación proclamará tus obras a la otra, y anunciarán tus hechos poderosos. y lo que encontramos en En Tito 2:7-8, donde se nos exhorta a ser ejemplos de buenas obras, mostrando integridad y seriedad en nuestra enseñanza. Al enseñar la verdad a las futuras generaciones, les capacitamos para enfrentar los desafíos del mundo [20].
Enseñar la verdad a las futuras generaciones es una responsabilidad importante como padres y líderes. Debemos inculcarles la palabra de Dios, modelar un estilo de vida cristiano y animarlos a seguir a Jesús. Al equiparlos con la verdad, les damos una base sólida para resistir el engaño y vivir vidas que honren a Dios.
Para concluir
Estamos viviendo en un mundo que ha perdido el rumbo moral. Sin embargo, la Palabra de Dios nos advierte sobre estos tiempos de confusión y engaño. Es nuestro deber como cristianos resistir este engaño y defender la verdad de Dios. Para hacerlo, primero debemos reconocer el engaño que nos rodea, desde los mensajes de los medios de comunicación hasta las enseñanzas en la educación.
Luego, aferrémonos a la verdad de Dios, que es inmutable y eterna. Estudiemos Su Palabra, busquemos la guía del Espíritu Santo y fortalezcamos nuestra fe en Jesucristo, quien es la encarnación misma de la verdad. Vivamos nuestras vidas de manera que refleje la verdad de Dios en palabras y acciones, siendo un testimonio poderoso para aquellos que nos rodean.
Finalmente, no olvidemos nuestra responsabilidad de enseñar la verdad a las futuras generaciones. Nuestros hijos y nietos necesitan ser equipados con la verdad de Dios para enfrentar el engaño que enfrentarán en su vida. Como padres y líderes, tenemos el deber de transmitirles la sabiduría y el amor de Dios.
Hermanos, defender la verdad en un mundo de engaño puede ser desafiante, pero es esencial. Confiemos en Dios y Su guía mientras enfrentamos estos tiempos difíciles. Al hacerlo, podemos ser una luz en medio de la oscuridad y mantenernos firmes en la verdad, sabiendo que Dios está con nosotros y que la verdad prevalecerá. Así que, avancemos con valentía, amor y determinación, manteniendo siempre la verdad de Dios en nuestros corazones y acciones. Amén.
[1] Proverbios 22:6
[2] 2 Timoteo 1:7-8
[3] Juan 14:26
[4] Hebreos 10:25
[5] Mateo 5:10
[6] Salmo 119:105
[7] Isaías 40:8
[8] Efesios 4:21-22
[9] Mateo 24:24
[10] Romanos 12:2
[11] 1 Pedro 3:15
[12] Efesios 6:13-14
[13] Isaías 41:10
[14] Gálatas 1:10
[15] Efesios 4:14
[16] Santiago 1:22
[17] Tito 2:7-8
[18] Deuteronomio 6:6-7; Proverbios 22:6
[19] Efesios 6:4
[20] Efesios 6:13
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