Buscando Diamantes
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Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Buscando diamantes
© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)
Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Proverbios 2:1-5
Introducción
Estaba leyendo una revista el otro día, y descubrí un artículo que encontré bastante interesante. El artículo se trataba acerca de un parque estatal aquí en los Estados Unidos que se llama: “Crater of Diamonds State Park”, la traducción del nombre es: “Parque Estatal, Cráter de Diamantes».
Resulta ser que este lugar, hace un tiempo atrás, fue una mina de diamantes. Pero a través del tiempo la mina se fue agotando hasta llegar el punto cuando ya no era buen negocio mantener la mina abierta, así que la convirtieron en un parque estatal y la abrieron al público.
Ahora por un precio de admisión, usted puede excavar y buscar diamantes en lo que una vez fue esta mina, y todo lo que encuentre es suyo. Hice una pequeña búsqueda acerca de todo esto, y encontré que el lugar es bastante visitado por personas de todas partes del país y extranjeros.
El parque es visitado por bastantes personas que van en busca de piedras preciosas, y existen algunos que encuentran diamantes, pero la mayoría se regresan a sus hogares habiendo encontrado solo piedras comunes. ¿Por qué les he dicho todo esto?
La razón por la que les he dicho acerca de este articulo en la revista, es porque una gran realidad es que a diario, nosotros todos hacemos decisiones, o tomamos determinaciones que influenciaran nuestra vida ya sea para el bien o el mal.
Lamentablemente, existen muchos que raramente toman la decisión, o determinación más importante que como creyentes debemos tomar. ¿De qué decisión o determinación les hablo? La decisión o determinación más importante que un creyente tiene que tomar, es conocer mejor a Dios. Ahora la pregunta es: ¿cómo podemos nosotros conocer mejor a Dios?
Nosotros podemos conocer mejor a Dios a través de estudiar y meditar en Su Palabra diariamente, pero esto no es algo que sucede en la vida de muchos. La realidad de todo, es que la mayoría del pueblo de Dios, solamente abre la Biblia cuando viene a la iglesia; esto es un promedio de una o dos veces por semana.
Una de las razones por la que esto sucede es porque muchos dicen y piensan que la palabra de Dios es muy difícil de entender; en otras palabras piensan que la palabra de Dios está llena de piedras comunes; las piedras comunes son todas esas cosas que en ocasiones no logramos entender. Pero la gran realidad es que la palabra de Dios no está llena de piedras comunes como muchos piensan, sino que está llena de diamantes.
La palabra de Dios está llena de tesoros que nos fortalecen.
Tesoros que nos inspiran, nos ayudan a perseverar, nos demuestran el amor de Dios, y nos revelan Su voluntad para con nosotros. Ahora la pregunta que queda es: ¿cómo podemos encontrar nosotros esos diamantes?
Este será nuestro tema para el día de hoy; hoy vamos a examinar las condiciones a cumplir para que todos podamos excavar diamantes de la palabra de Dios. Pasemos ahora a la lectura de la Palabra que nos revelara los pasos a seguir.
Proverbios 2:1-5 – Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, 2 Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, 3 Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; 4 Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, 5 Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.
Como he dicho en otras ocasiones, para tener un mejor entendimiento del mensaje que Dios tiene para nosotros en el día de hoy, nos será necesario conocer algunos breves detalles acerca del libro de Proverbios y de su autor.
Digo esto porque aunque todos tenemos un conocimiento general de este libro y su autor, muy pocos tienen un buen conocimiento o entendimiento del gran significado de éste libro en la Biblia.
Sin embargo, su propósito y significado es algo que queda bien declarado en Proverbios 1:2-4 cuando leemos: “…Para entender sabiduría y doctrina, Para conocer razones prudentes, 3 Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, juicio y equidad; 4 Para dar sagacidad a los simples, Y a los jóvenes inteligencia y cordura…”
Cómo podemos apreciar, éste es un libro de suma importancia porque en él encontramos poderosos mensajes de sabiduría. En este libro encontramos poderosos consejos de cómo debemos actuar en determinadas situaciones, y encontramos cómo debemos comportarnos si verdaderamente buscamos agradar a Dios.
El libro de Proverbios es un libro de sabiduría porque la mayoría del libro fue escrito por Salomón. Y como todos sabemos Salomón fue el hombre más sabio que ha existido [1]. Y él nos dejó un legado de sabiduría escrita en tres volúmenes que son: Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los cantares. Pero te has preguntado alguna vez ¿qué es un proverbio?
Los proverbios son una serie de declaraciones cortas, concisas, y que encierran una verdad moral. Así que podemos decir confiadamente que el libro de Proverbios es una colección de sabias declaraciones. En otras palabras, los proverbios son una colección de breves declaraciones que son comúnmente recibidas y que en la mayoría de las ocasiones encierran doctrina o moralidad. Manteniendo estos breves detalles en mente, descubramos los pasos a seguir para poder minar los diamantes de la palabra de Dios.
Buscando diamantes en la palabra de Dios
El primer paso a seguir lo encontramos aquí cuando leemos: “…Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti…” Yo diría que de los tres pasos que estaremos explorando hoy, este es el más importante de todos.
Digo esto porque aunque todos aquí escuchamos los mensajes que la palabra de Dios nos revela, muy pocos estamos dispuestos a aceptarlos; es decir, no recibimos o tomamos posesión de la palabra de Dios. Esto es algo que sucede con frecuencia porque la realidad de todo es que un buen porcentaje del pueblo de Dios, piensa que están a bien con Él.
La mayoría de nosotros estamos convencidos de que los caminos que hemos tomado, o estamos a punto de tomar agradan a Dios, y hacemos las cosas sin consultar con Él, o prestarle atención a las advertencias que Su palabra nos revela; sino que basamos nuestras decisiones o tomamos determinaciones basadas en nuestra propia sabiduría y opinión. Y es exactamente por eso que en Proverbios 21:2 encontramos una buena advertencia que nos llama a reflexionar cuando leemos: “…Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; Pero Jehová pesa los corazones…” ¿Qué les estoy diciendo con todo esto?
Tomar posesión de los diamantes en la palabra de Dios
Lo que les estoy diciendo con todo esto es que el primer paso que tenemos que tomar para encontrar los diamantes en la palabra de Dios es tomar posesión de ella; en otras palabras, hacer que la palabra de Dios sea nuestra. ¿Cómo podemos lograr esto?
La realidad es que solo existe una manera de lograr esto; la única manera que existe es perseverando en la santidad, ya que si no perseveramos en la santidad, nunca recibiremos de Dios [2]. ¿Por qué? Porque como he repetido en numerosas ocasiones, Dios es santo y Él no habita en el pecado. Así que dile a la persona que tienes sentada a tu lado: atesora la palabra de Dios.
Si queremos encontrar los diamantes en la palabra de Dios, entonces tenemos que atesorar lo que Dios nos revela, y prestar atención a lo que escuchamos; esto nos conduce al segundo paso.
Escuchar para encontrar los diamantes en la palabra de Dios tenemos
El segundo paso a seguir para que siempre podamos excavar diamantes de la palabra de Dios, lo encontramos aquí cuando leemos: “…Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia…” Como podemos ver, aquí las escrituras nos llaman a estar atentos a la sabiduría.
En otras palabras tenemos que prestar atención a lo que escuchamos, no podemos ser simple oidores de la palabra, sino tenemos que ser hacedores de ella [3]. De no ser hacedores de la palabra nos engañamos a nosotros mismos, y siempre nos encontraremos lejos de la verdad de Dios.
De no escuchar y guardar la palabra de Dios entonces seremos como nos dice el Señor en Isaías 29:13 cuando leemos: “…Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado…” ¿Qué les estoy diciendo con todo esto?
Lo que les estoy diciendo con todo esto, es que para poder siempre excavar diamantes de la palabra de Dios, lo que tenemos que hacer es permitir que Su palabra amolde nuestro corazón y nuestros pensamientos, según la voluntad de Dios, y no según la nuestra. ¿Cómo podemos lograr esto?
Esto es algo que solo podemos lograr cuando buscamos la sabiduría de Dios. ¿Qué es la sabiduría de Dios? La sabiduría de Dios es un conocimiento más profundo de Su palabra y de Su voluntad para con nosotros. ¿Cómo podemos obtener la sabiduría de Dios?
Existe solo una manera de obtener la sabiduría de Dios, y les puedo decir que no es algo que esta solamente al alcance de un pequeño grupo, sino que es algo que está al alcance de todos.
De la manera que podemos obtener la sabiduría de Dios es a través de meditar en Su Palabra y orar. Como les he dicho en otras ocasiones, una persona que no ora no se puede llamar un cristiano. Dile a la persona que tienes a tu lado: presta atención.
Dios quiere derramar la sabiduría en tu vida, pero para que esto suceda tienes que buscarla y más importante aún, tienes que vivirla; esto nos conduce al tercer paso.
Buscando diamantes en la palabra de Dios
El tercer paso a seguir para que siempre podamos excavar diamantes de la palabra de Dios lo encontramos aquí cuando leemos: “…Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; 4 Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros…” Como podemos ver aquí, la palabra nos llama a clamar y a pedir discernimiento. En otras palabras, nos llama a buscar a través de la oración la respuesta a nuestras inquietudes o dudas.
Estoy seguro que si ahora yo dijera que en el patio de la iglesia hay un gran tesoro enterrado, y que el que lo encuentre y excave se puede quedar con él, todos aquí saldríamos al patio listo para excavar.
Todos aquí saldríamos y obraríamos arduamente porque sabemos que un gran tesoro supliría todas nuestras necesidades materiales. Un gran tesoro resolvería todos nuestros problemas, y los problemas de aquellos que amamos. ¿No es así?
Pero la realidad de todo es que la necesidad más importante que todos nosotros tenemos no es la necesidad de lo material, sino de lo espiritual. Y lo único capaz de suplir nuestra necesidad espiritual es la oración. ¿Qué les quiero decir con todo esto?
Lo que les estoy diciendo con todo esto es que como seres humanos al fin, nosotros somos débiles. Esta debilidad es la que conduce a muchos a que no oren, a que no asistan a los cultos, a que no alaben, y a que no actúen de la manera que Dios espera y demanda. Esta debilidad es lo que causa que muchos no logren excavar diamantes, y que solo excaven piedras comunes.
Nuestra debilidad es lo que no nos permite encontrar el tesoro que existe en la palabra de Dios. Y es por eso que el Señor nos dice como encontramos en Mateo 26:41 cuando leemos: “…Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil…”
Estas fueron las palabras de nuestro Señor a los discípulos antes de ser entregado para morir en la cruz, pero son palabras que nos hablan a nosotros con el mismo metal que a ellos.
El Señor les pidió que no se durmieran, y que oraran para que no cedieran a la tentación que pronto se presentaría, porque Él sabía que por sus propias fuerzas ellos no podrían resistirla. Igualmente sucede con nosotros; la gran realidad es que todos seremos tentados y por nuestra propia fuerza nunca podremos vencer. Y es exactamente por eso que nosotros tenemos que clamar, en otras palabras, orar para que nuestro Padre nos fortalezca. Dile a la persona que tienes a tu lado: clama a Dios.
Para concluir
Hoy hemos explorado tres pasos a seguir para que podamos obtener el tesoro que existe en la palabra de Dios. ¿Cuál será el resultado final cuando tomamos estos tres pasos?
El resultado final es como encontramos aquí cuando leemos: “…Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios…” Para poder obtener un mejor entendimiento del propósito de Dios, lo primero que tenemos que hacer es tomar posesión de la palabra y hacerla nuestra.
Esto es algo que solo lograremos hacer perseverando en la santidad. Para hallar el conocimiento de Dios, lo que tenemos que hacer es permitir que Su palabra amolde nuestro corazón y nuestros pensamientos, según Su voluntad, y no según la nuestra.
Para siempre excavar diamantes de la palabra de Dios, tenemos que reconocer que como seres humanos al fin, todos somos débiles; sólo a través de Su fortaleza lograremos vencer. ¿A cuántos les gustaría recibir unos diamantes en el día de hoy? Bueno, pues permítanme ahora regalar unos cuantos.
¿Te has apartado de Dios? Escucha hoy lo que el Señor te dice: “…Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar…” (Isaías 55:7).
¿No entiendes por qué estas atravesando por cierta situación en tu vida? Escucha hoy lo que el Señor te dice: “…Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis…” (Jeremías 29:11).
¿Piensas que no puedes entender la palabra de Dios? Escucha hoy lo que el Señor te dice: “…Así ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre: 3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces…” (Jeremías 33:2-3).
¿Estás cansado y agotado de luchar? Escucha hoy lo que el Señor te dice: “…Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar…” (Mateo 11:28).
¿No encuentras paz en este mundo desordenado? Escucha hoy lo que el Señor te dice: “…Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús…” (Filipenses 4:6-7).
¿Estás triste y desconsolado? Escucha hoy lo que el Señor te dice: “…Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación… (Mateo 5:4).
Pudiéramos seguir haciendo una lista extensa de los diamantes que existen en la palabra de Dios, pero creo que con lo que les he dicho todos hemos llegado a la conclusión, que la palabra de Dios es el tesoro más grande que existe en el universo.
Es el tesoro más grande que existe en el universo porque no solo suple nuestras necesidades físicas, sino que nos fortalece en todo momento para que siempre podamos vencer.
Ahora las preguntas que quedan son: ¿qué encontrarás tú en la palabra de Dios? ¿Excavarás diamantes, o solamente piedras comunes?
[1] 1 Reyes 4:29
[2] Hebreos 12:14
[3] Santiago 1:22
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