Eutico vencido del sueño cayó
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Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Predica de Hoy: Un joven llamado Eutico vencido del sueño cayó
Predicas Cristianas Lectura Bíblica de Hoy: Hechos 20:7-12
Introducción
Si tuviéramos que señalar los problemas más serios que confrontan las personas, creo que todos aquí estarán de acuerdo cuando digo que no prestar atención tiene que ser el número uno, o por lo menos estar entre los primeros. Y les puedo decir que esto es algo que también se aplica al cristiano.
Digo esto porque la realidad es que si todos nosotros prestáramos más atención a la palabra de Dios, si prestáramos más atención a los mensajes, entonces muchas de las cosas que en ocasiones nos causan dolor o sufrimiento, podrían ser vencidas o evitadas en nuestra vida. Pero la falta de atención, o simplemente ignorar lo que el Señor nos revela a través de Su palabra, en realidad no es algo nuevo.
Digo que no es algo nuevo porque lo único que tenemos que hacer es examinar la historia bíblica, y en ella encontraremos que este problema tan serio ha plagado al pueblo de Dios por largo tiempo. Cuando examinamos la historia bíblica, es decir, la historia del pueblo judío, no es difícil encontrar que ellos recibieron poderosos mensajes y advertencias en numerosas ocasiones.
Es bien fácil encontrar como Dios les hablo, y les reveló Su voluntad. Pero la triste realidad es que la historia también nos revela que ellos, al igual que muchos hoy en día, escogieron ignorar las advertencias y mensajes de Dios.
En otras palabras, ellos desobedecieron la voluntad de Dios, y su desobediencia les produjo gran sufrimiento. Sufrieron porque no escucharon, y/o porque simplemente ignoraron lo que Dios les revelaba. Es por esta razón que hoy deseo que estudiemos acerca del peligro que existe en no prestar atención a la palabra de Dios. ¿Cuál es el peligro?
El peligro es que cuando no escuchamos las advertencias, el resultado siempre es una caída drástica. Pasemos ahora a la palabra de Dios y exploremos unos versículos que servirán para ilustrar el tema que deseo compartir con ustedes en el día de hoy.
Un joven llamado Eutico
Hechos 20:7-12 – El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. 8 Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos; 9 y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. 10 Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. 11 Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. 12 Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente consolados.
Lo primero que podemos observar es que ellos estaban reunidos el primer día de la semana, y aunque Pablo tenía que irse, él les enseño. Lo segundo que podemos apreciar es que la reunión se alargo. ¿Por qué se alargo? La razón fue porque ellos estaban en comunión con Dios. Y para todos nosotros que nos llamamos cristianos, entrar en comunión con Dios es algo que tiene que tomar prioridad en nuestra vida.
Digo esto porque la realidad es que entrar en comunión con Dios, es fácilmente encontrado entre una de las cosas que nosotros estamos llamados a hacer [1]. Así que esto fue exactamente el caso en ese entonces, ellos estaban gozándose en una profunda comunión con Dios; ellos estaban escuchando la predicación de Pablo detenidamente; esto es, todos excepto uno. Todos ellos estaban en una profunda comunión con Dios excepto Eutico, y es aquí donde comienza nuestra lección del día de hoy.
Eutico se quedó dormido durante la predicación
Como podemos ver, este joven se quedó dormido durante la predicación. Una de las razones por la que este joven se quedo dormido durante la predicación fue porque como vemos aquí, Pablo “…alargó el discurso hasta la medianoche…” Pero les digo que esa no fue la única razón.
Ahora bien, no estoy diciendo que la duración de la predicación no contribuyo de cierta forma a que este joven se durmiera, pero si les digo que la razón principal no fue la duración de la predicación. La razón principal fue porque este joven no estaba prestando completa atención a lo que Pablo estaba predicando.
Ahora, no quiero que nadie me malinterprete, yo estoy seguro que él le escuchó por un tiempo. Yo estoy seguro que Eutico estuvo despierto por la mayor parte de la predicación, pero de lo que también estoy seguro es que llego un tiempo cuando él apagó a Pablo.
Eutico dejo de prestar atención a lo que Pablo estaba ministrando.
Esto en realidad es algo que sucede con bastante frecuencia, y la razón por la que sucede es porque la persona determina que lo que se está predicando no tiene nada que ver con ella.
Una de las razones por la que esto sucede es porque muchos de nosotros tendemos a confiar más en nuestra propia opinión que en la palabra de Dios. Es decir, todos aquí pensamos que somos buenos, todos aquí pensamos que seremos aceptados por Dios. Pero es por esa misma razón que en Proverbios 3:7 encontramos una gran advertencia de esto cuando leemos: “…No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal…” ¿Por qué esta advertencia?
La respuesta a esta pregunta también la encontramos en Proverbios 14:12 cuando leemos: “…Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte…” Y es por esta razón que el cristiano tiene que siempre estar atento a los mensajes de Dios.
Ahora bien, Eutico se quedo dormido físicamente durante la predicación, y esto es algo que puede suceder. Pero no es de estar dormido físicamente que deseo hablarles hoy, ya que aquí nadie viene a dormir, y yo definitivamente no dejo que nadie se me duerma. Sacude a la persona que tienes a tu lado y dile ¡despierta!
Así que hoy no les estoy hablando acerca de dormir físicamente, sino que les estoy hablando de dormir espiritualmente, ya que esto es un problema bien serio. Digo que es un problema bien serio porque en el cuerpo de Cristo existe un gran número de personas, que han quedado dormidos en los bancos y las sillas de las congregaciones. Existen muchas personas que al igual que este joven, el diablo les ha cantado una cancioncita de cuna y han caído profundamente dormidos.
La realidad es que existen numerosas razones por la que esto puede suceder; pero la razón principal o la más comúnmente expresada es que muchos dicen que no entienden la palabra de Dios. Muchos dicen que leen la Biblia, pero que no logran obtener el significado de lo que han leído.
Pero la realidad de todo es que si queremos entender lo que Dios nos habla a través de Su santa y divina palabra, si queremos lograr un mejor entendimiento de una predicación, entonces no podemos simplemente leerla o escucharla. Para poder obtener el significado de Su palabra y Sus mensajes, tenemos que estudiarlos.
Para poder obtener el significado de Su palabra y Sus mensajes, tenemos que meditar en ellos, y más importante que todo, tenemos que aplicarlo en nuestro diario vivir [2]. La realidad es que si no estamos haciendo esto, si no estamos guardando y aplicando la palabra de Dios en nuestra vida, entonces nunca lograremos entender el propósito de Dios para con nosotros. Y conocer el propósito de Dios para con nosotros debe tomar prioridad, ya que la voluntad de Dios es perfecta en todo sentido [3].
Estoy seguro que todos aquí estamos de acuerdo cuando digo, que lo que este mundo más necesita es un avivamiento, ¿verdad? Estoy seguro que todos aquí estamos de acuerdo cuando digo que si el mundo se volviera a Dios, y si el mundo aprendiera a confiar en Dios, las cosas no estarían como están, ¿no es así?.
Pero el problema que existe es que un avivamiento nunca sucederá porque un gran número de personas dentro del Cuerpo de Cristo, no está cumpliendo con la tarea que Jesús nos encomendó. ¿Qué nos encomendó Jesús? El Señor nos encomendó predicar su palabra [4].
Ahora, existen numerosos cristianos que han entendido que la misión que Dios nos ha dado es evangelizar. Existen numerosas personas en el Cuerpo de Cristo dispuestos a tomar riesgos, dispuestos a hacer todo lo que este a su alcance para cumplir con el mandato que nuestro Rey y Salvador nos dejo. Personas que están dispuestas a enfrentarse al enemigo y dar la buena batalla, sabiendo que no existe nada que los pueda derrotar [5].
Pero lamentablemente, existen muchos cristianos que están profundamente dormidos en saber que son salvos. Personas que por falta de conocimiento bíblico, o quizás por falta de fe, no alcanzan a entender los mensajes que Dios nos da.
Existe un gran grupo de personas en el Cuerpo de Cristo que han dejado que el enemigo les convenza que con ser salvos es suficiente. Existe un gran grupo de personas en el Cuerpo de Cristo que tal como este joven se han quedado dormidos, y lo más peligroso, es que están a punto de caer.
¿Por qué cae el cristiano como Eutico?
El problema comienza porque en muchas ocasiones dejamos de ver las bendiciones de Dios; una vez que esto sucede es fácil fallarle y desobedecerle. Una vez que esto sucede la mayoría de las veces nos damos por vencido, nos deprimimos, y en muchas ocasiones nos apartamos de los caminos de Dios pensando que Él se ha olvidado de nosotros.
Pero esto no es la realidad, fíjense bien como nos dice el Señor en Mateo 28:19-20 cuando leemos: “…Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos…» ¡Esto es promesa de Cristo! Él nunca nos abandonara, y siempre estará con nosotros. Dile al hermano que tienes a tu lado, Cristo esta aquí con nosotros.
Es por eso que les digo hoy, que como el pueblo de Dios que somos, tenemos que despertar. Es tiempo de que nos demos cuenta que no podemos vivir fuera de la voluntad de Dios. Porque si estamos viviendo fuera de la voluntad de Dios, entonces en realidad no estamos con Dios. No podemos ignorar lo que Él nos está diciendo.
Si no estamos despiertos y atentos a Sus mensajes, no tendremos bendiciones, sino maldiciones. Y esto no es algo que yo acabo de inventar. Fíjense bien como nos dice la palabra de Dios en Deuteronomio 28:15 cuando leemos: «…Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán…»
Por esta razón es que digo que tenemos que ser obedientes a Su palabra, y estar dispuestos a escucharle. Porque de no hacerlo, entonces le hemos permitido al enemigo que nos arrebate las bendiciones de Dios de nuestras manos. De no hacerlo entonces hemos cambiado las bendiciones de Dios por maldiciones. Pero esto es algo que solo sucede cuando nosotros mismos lo permitimos.
Digo esto porque la realidad es que todos los poderes de las tinieblas combinados juntos no tienen la fuerza, ni autoridad para hacerlo, solo tenemos que darnos cuenta de eso y nunca podrán afectarnos. El enemigo con su ejército trata de apartar a los cristianos de Dios, pero la palabra de Dios en Deuteronomio 28:7 nos dice claramente: «…Jehová derrotara a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti«…
El diablo sabe esto, él sabe que cuando Jehová está presente, que cuando un cristiano esta firme en la palabra de Dios, que cuando un cristiano está atento a la palabra de Dios él tiene que huir. «…Por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti….» Dile ahora mismo a ese demonio mentiroso ¡Huye!
Pero como les dije hace un momento, tenemos que escuchar las advertencias de Dios; tenemos que escuchar Sus mensajes, y quizás lo más importante de todo, tenemos que meditar en ellos, y aplicarlos a nuestra vida. Tenemos que buscar de Dios, tenemos que prestar atención cuando nos habla, tenemos que despertar de este sueño profundo en que nos encontramos.
El diablo tratará de plantar la semilla de duda en nuestra mente; el diablo tratara de hacernos cuestionar la voluntad de Dios [6], y/o cuestionar lo que Él nos revela a través de Su palabra. El diablo tratará de hacer esto en su esfuerzo de arrastrarnos de la voluntad de Dios.
El diablo susurrará en tu oído: lo que este está diciendo no tiene nada que ver contigo; después que este tipo acabe su discurso tengo que ir a comprar víveres; vamos a ver, necesitamos leche, huevos, mantequilla, etc. etc. También estoy seguro de que muchos, sino todos nosotros, hemos oído en más de una ocasión algo similar a: no vayas a la iglesia hoy; estas muy cansado. Has trabajado muy duro durante la semana y te mereces dormir la mañana. Duerme la mañana descansa.
Ahora pregunto, ¿quiere el diablo que descanses? ¿Está el diablo tan preocupado por nosotros que solo quiere lo bueno? ¿Es tan bueno que quiere acomodarnos? La respuesta es ¡No! Lo que está buscando es que nosotros, al igual que él, entremos en rebeldía contra nuestro Dios. ¿Por qué digo esto?
Lo digo porque para el verdadero cristiano, la palabra de Dios es lo que nos nutre y fortalece [7]. La palabra nos nutre y nos ayuda a crecer espiritualmente. Escuchar el mensaje de Dios es lo que nos estimula, y nos ayuda a perseverar. Tenemos que darnos cuenta de que estamos en una guerra espiritual.
Estamos en una guerra donde tenemos que pelear. Tenemos que pelear porque no pelear es rendirnos, y nosotros no podemos rendirnos al diablo bajo ninguna circunstancia. Nosotros estamos en un estado de guerra, y tenemos que dar la buena batalla. A muchas personas hoy en día se le ha olvidado que nosotros tenemos con que combatir al enemigo.
Nosotros tenemos el fuego del Espíritu Santo que mora en nosotros.
Pero como todos sabemos, el fuego sin combustible se apaga. El fuego necesita oxígeno, madera, o algún tipo de combustible para mantenerse encendido.
El fuego del Espíritu Santo no es diferente, el fuego del Espíritu Santo necesita combustible para arder con intensidad. ¿Qué combustible necesita el fuego del Espíritu Santo para arder con intensidad? El fuego del Espíritu Santo necesita que entremos en comunión con Dios.
Para mantener el fuego del Espíritu Santo ardiendo con intensidad en nuestra vida, tenemos que suplirle con obediencia a la palabra de Dios. Tenemos que someternos a Su voluntad, y escuchar las advertencias y mensajes que Él nos revela.
Estas son las cosas que alimentan el fuego del Espíritu Santo en nosotros. Estas son las cosas que detienen que el diablo nos cante una cancioncita de cuna y nos ponga a dormir. Debemos tener mucho cuidado, debemos prestar mucha atención, porque de no hacerlo, entonces al igual que este joven caeremos muertos. No muertos físicamente, pero nuestro espíritu morirá. Moriremos espiritualmente, y nos perderemos las bendiciones que Dios tiene para nosotros.
Para concluir.
Este joven se quedó dormido y cayó. Hay muchos cristianos que han pasado por esto mismo. Hay muchos cristianos que están pasando por esto ahora mismo. Hay muchas personas que han caído muertos en el espíritu, porque no han prestado atención a la palabra de Dios.
Hay muchas personas que han caído muertos en el espíritu, porque se han negado a escuchar, y/o han optado por no escuchar lo que Dios le revela a Su pueblo a través de Su palabra.
Hay muchas personas que se han perdido las bendiciones de Dios, o están a punto de perderlas, porque se niegan a escuchar, o porque simplemente ignoran lo que Dios le dice a Su pueblo a través de los mensajes que se predican. Pero si al examinar tu vida determinas que te encuentras en este tipo de situación, entonces escucha cuando te digo que Cristo está aquí, ahora mismo para solucionar este problema.
En estos versículos vemos que este joven había caído al suelo y que murió, pero también vemos que ocurrió un milagro. Y este mismo milagro puede ocurrir en tu vida hoy.
Es posible que hayas caído dormido espiritualmente; tal vez has caído muerto en el espíritu, pero Cristo desea levantarte vivo en el día de hoy. Cristo está dispuesto a hacer un milagro en tu vida hoy.
Si al examinar tu vida encuentras que has quedado dormido, entonces te digo ¡tú que duermes despierta!
[1] 1 Corintios 1:9
[2] Levítico 19:37
[3] Romanos 12:2
[4] Marcos 16:15
[5] Romanos 8:31; 1 Juan 5:4
[6] Génesis 3:1; Mateo 4:1-11; Lucas 4:1-13
[7] Mateo 4:4
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.
El Nuevo Pacto .. Predicas Cristianas
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