Deudores somos, no a la carne

Deudores somos, no a la carne

Prédica de Hoy: Deudores somos, no a la carne

© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Romanos 8:5-14

Introducción

En el día de hoy vamos a estudiar acerca de la batalla que todos nosotros luchamos a diario. Hoy estaremos explorando nuestra batalla contra la carne. Hoy estaremos explorando esa batalla que luchamos a diario con nosotros mismos. Deseo que hagamos esto porque la realidad es que la batalla contra la carne, en ocasiones se nos hace bien difícil.

Esto es algo que sucede porque a la mayoría de nosotros nos cuesta trabajo dejar atrás el hombre viejo. Nos cuesta trabajo cambiar de cómo éramos o somos, a como Dios quiere y demanda que seamos.

Pero en el día de hoy vamos a descubrir el secreto que nos permitirá hacer ese cambio tan drástico, y que nos conducirá a vivir según la voluntad de Dios, y no la nuestra. Lograremos nuestro objetivo concentrándonos en la manera que vemos las cosas, y en la manera que Dios desea que vivamos. Pasemos ahora a la Palabra de Dios.

Romanos 8:5-14Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. 12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.  

Batalla contra la carne

Una cosa que sucede con frecuencia, es que nosotros mismos nos encerramos en prisiones de hábitos. Digo esto porque todos aquí reaccionamos diferentemente al confrontar una situación o dificultad. Pero cuando tomamos el tiempo de reflexionar en nuestras acciones, creo que todos aquí descubriremos que con frecuencia reaccionamos o actuamos según los impulsos de la carne, y no según la voluntad de Dios.

Por ejemplo;  no sé a cuantos de ustedes les ha pasado esto, pero tal parece que cuando uno más apurado está es cuando nos toca manejar detrás de la persona más lenta del mundo. ¿Saben de quien les hablo? Porque tiene que ser la misma persona siempre.

Les estoy hablando del día cuando por una razón u otra nos hemos levantado tarde, o se nos ha hecho tarde para salir de la casa, y necesitamos llegar a un lugar a un tiempo determinado (una cita, una entrevista, trabajo, iglesia, etc.).

Pero ese es el día cuando nos toca ir detrás de ésta persona que aparentemente no tiene ni una preocupación en su mente. Por supuesto, también nos vemos encerrados entre él y el tráfico a nuestro alrededor. No podemos acelerar y pasar  este vehículo que en nuestros ojos, y manera de pensar en ese momento, lo único que esta haciendo es bloqueando el trafico.

Publicaciones Similares