Haznos dioses que vayan delante de nosotros.. Predicas Cristianas

Haznos dioses que vayan delante de nosotros

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Haznos dioses que vayan delante de nosotros

Introducción

Como les dije hace unas semanas atrás, el mundo se encuentra en una situación económica grave. Casi todos los países, sino todos, a diario reportan un aumento en el nivel de desempleo, y acompañado de inflación.  Esto ha producido que la desesperación de las personas afectadas por todo esto pierdan la esperanza, pero más importante de todo, que su fe sea afectada negativamente. Lo que sucede es que esta situación o crisis por la que el mundo atraviesa esta siendo manipulada por nuestro enemigo para causar un movimiento religioso en el mundo.

El peligro que existe en esto es que las personas ya no saben a quién dirigirse; las personas están en busca de respuestas a sus necesidades materiales, y debido a esto muchos han comprometido su fe. En otras palabras, han dejado de escuchar la voz de Dios para escuchar las falsas promesas del hombre, quienes en casi toda ocasión solo buscan manipular a las personas para saquearles los bolsillos.

Es por esta razón que hoy deseo que analicemos este estado de confusión que esta abarcando más y más territorio con cada día que pasa. Es necesario hacer esto porque el pueblo de Dios tiene que despertar a la realidad de que el demonio esta tomando ventaja de los recientes acontecimientos para confundir y apartar a las personas de la voluntad de Dios. ¿Por qué ha podido nuestro enemigo lograr esto? La respuesta a esta pregunta es fácil. La razón por la que el enemigo ha podido apartar a muchos de la voluntad de Dios es porque muchos han perdido de vista a Jesús.

Así que hoy vamos a examinar una pequeña parte de las escrituras que nos ilustrara que lo que está aconteciendo hoy en día, en realidad no es nada nuevo. Para demostrarles esto, hoy vamos a examinar el paralelo que existe entre el pueblo que Dios liberó de las manos del Faraón, y el mundo hoy en día.

Pasemos ahora a la Palabra de Dios. 

Éxodo 32:1-8Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 2Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. 3Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; 4y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 5Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová. 6Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse. 7Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. 8Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.

Como todos sabemos, Dios libero al pueblo de Israel usando a Moisés [1].

También sabemos que la tarea que Moisés emprendió no fue nada fácil. Moisés no llego a Egipto y el faraón inmediatamente le dio la libertad al pueblo judío. Sino que podemos claramente encontrar que Dios endureció el corazón del faraón, y creo que Él ha hecho lo mismo con el hombre hoy en día debido a la rebeldía y maldad. El faraón tuvo que aprender unas lecciones muy difíciles antes de liberar al pueblo que él mantenía esclavo [2]. Y les digo que el mundo también tendrá que aprender lecciones muy difíciles en estos tiempos.

Las cosas para Moisés no le fueron nada fácil, pero la realidad del caso es que las cosas que verdaderamente importan nunca son nada fácil. Pero a pesar de lo difícil que las situaciones serian, Moisés se dejo guiar por Dios. Lo que les acabo de decir es un simple repaso de las cosas que todos sabemos y conocemos. Así que continuemos ahora con nuestro estudio de hoy para descubrir el paralelo que existe entre el pueblo de ese entonces y el pueblo de Dios de hoy

Si leemos lo que aconteció aquí sin meditar en la Palabra, entonces la mayoría de nosotros solo veremos unos detalles históricos de lo que le sucedió al Pueblo de Dios de ese entonces.  Pero como les dije, en estos versículos podemos encontrar un gran paralelo entre ese pueblo y el mundo hoy en día.

Como les explique hace unas semanas atrás, Moisés y un grupo selecto de personas subieron al monte para entrar en comunión con Dios. Pero no todos tuvieron la misma experiencia; solo Moisés tuvo la experiencia suprema de entrar en la presencia de Dios. Ahora bien, ¿Por qué les estoy repitiendo esto?

Les estoy repitiendo esto porque quiero que todos estemos muy consientes de que el pueblo que Dios había liberado de la esclavitud, en cuanto perdieron de vista a Moisés por un tiempo se rebelaron contra Dios.  A pesar de que ellos sabían que Moisés se encontraba ante la presencia de Dios, este pueblo permitió que los impulsos de la carne y la religión inventada por el hombre les condujeran nuevamente a la esclavitud. ¿Cuantos han comenzado a ver el paralelo que existe entre ellos y el pueblo de Dios de hoy?  Me explico.

Dios, el mismo Dios de Moisés, envió a Su hijo primogénito para entregarnos Su promesa. Esto es algo que todos conocemos perfectamente bien y lo encontramos en Juan 3:16 que nos dice: “…Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna…

El sacrifico perfecto por el ser perfecto; el único sacrificio capaz de borrar nuestros pecados y faltas.

Ahora bien, mientras Jesús camino la tierra, a pesar de que no fue aceptado por todos, a pesar de que la mayoría no le reconocieron como quien Él es, el Rey de Reyes y Señor de Señores, una buena porción de personas si escucharon sus enseñanzas y muchos aceptaron la verdad de Dios. Pero aquí es donde comienza el problema.

Digo esto porque tal como Moisés subió al Monte Sinaí para cumplir la voluntad de Dios, Cristo ascendió al cielo para también cumplir con la voluntad del Padre. El pueblo Israelita sabía exactamente donde estaba Moisés, al igual que todos sabemos donde esta Cristo y lo que Él fue a hacer por nosotros.

¿Qué fue Cristo a hacer por nosotros? La respuesta a esta pregunta queda bien clara en Juan 14:2-3 cuando leemos: “…En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis…” Dile a la persona que tienes a tu lado, Cristo fue a preparar un lugar para nosotros en el cielo.

Pero debido a que Cristo aun no ha regresado y que no le podemos ver físicamente, a través del tiempo, el hombre ha sustituido la obra redentora de Cristo con tradiciones y rituales. El hombre a través del tiempo ha cambiado la verdad de Dios para suplir sus conveniencias y avaricia, y es por eso que hoy vemos tantas sectas y movimientos religiosos que en realidad no tienen nada que ver con Cristo.

El hombre al igual que el pueblo de Israel ha endiosado imágenes y humanos.

Esto es algo fácilmente encontrado en la religión católica, pero la realidad es que no es algo exclusivo de ellos. Digo esto porque con solo analizar pequeñas partes de la historia humana, no es difícil encontrar como el hombre debido a la vanagloria, el orgullo, y la avaricia, ha endiosado el dinero y en muchas ocasiones al hombre. ¿Cómo así?

Permítanme ponerles un ejemplo; hace un tiempo atrás recibí una correspondencia electrónica de una persona que se identifico como un pastor de una obra en un país de sur América. Esta persona comenzó su carta humildemente contándome de los problemas que estaba atravesando debido a que no comprometía su fe.

Este hombre me conto que su país se encontraba en una crisis espiritual muy grande, y me pidió que viajara a ese país para conducir una campaña de avivamiento al nivel nacional. Les puedo decir que me sentí muy bendecido al leer ese e-mail, y le di gracias a Dios por haber permitido que las predicaciones que publico en el Internet le hayan servido de bendición a este hermano a quien yo no conozco. Inmediatamente le conteste y le di las gracias por su correspondencia, pero a la misma vez le informe que en estos momentos nosotros no podíamos llevar a cabo una campaña de esa índole

Le explique que no contamos con los recursos económicos necesario; también le dije que nosotros estamos orando para que Dios nos proporcione los medios para algún día poder llevar Su palabra a diferentes naciones y regiones. Les puedo decir que esta ha sido mi visión desde que comenzamos esta obra, al igual que ha sido la visión de todos nosotros que hemos luchado para mantener las puertas de este templo abiertas, aunque en ocasiones se nos ha hecho difícil, ya que un dólar hoy en día no tiene el mismo valor que en tiempos atrás.

Pero, como les dije al principio, las cosas verdaderamente importantes nunca son fácil. Bueno, no les quiero cansar, pero al cabo de algún tiempo recibí una respuesta a mi e-mail, y les puedo decir que me decepciono grandemente.

La respuesta que recibí me decepciono porque en el e-mail que recibí de este supuesto hombre de Dios, él me dijo que él había recibido «bendiciones» de muchas organizaciones, pero que se sentía triste porque de nosotros no había recibido «ni aunque sea una.» ¿Por qué me decepcione tanto?

Me decepcione porque esta persona aparentemente ha confundido la bendición de Dios con el dinero; aparentemente este hombre, al igual que muchos hoy en día, ha cambiado la Palabra de Dios por el dólar. Esto es algo que desdichadamente sucede con frecuencia. Es triste decirlo, pero tenemos que reconocer que existen numerosas personas que han hecho un negocio de la iglesia; y todos sabemos lo que Cristo nos enseño acerca de esto [3].

Pero no obstante las enseñanzas de Cristo, como el hombre no le puede ver físicamente, el hombre se ha alejado de Su voluntad. En otras palabras, el hombre ahora adora al mismo dios que el pueblo de Israel construyo, el hombre adora al oro y la plata.

También existen todos aquellos que debido al orgullo se han endiosado; estoy hablando acerca de todas aquellas personas que dicen servir a Dios pero que han permitido que la congregación les endiosen dé tal manera que en muchas ocasiones no pueden ser alcanzados por personas que necesitan su soporte espiritual.

Existen numerosas personas con puestos importantes en la iglesia, como ministros, diáconos, pastores, obispo o cualquier otro puesto que pueda existir que le ha dado cabida el enemigo en su vida permitiendo que la congregación les endiose. ¿De qué les estoy diciendo? Les estoy hablando acerca de esas pequeñeces que muchos consideran que no deben ser hechas por un pastor. Cosas tan insignificantes como servirle un plato de comida a un hermano, barrer y limpiar el templo, sacar la basura, etc.

Pero les digo que estas pequeñeces son las que nos mantienen humilde. Estas pequeñeces son lo que nos ayudan a mantenernos concentrados en lo que realmente importa. ¿Qué es lo que realmente importa? Lo que realmente importa es servir a Dios de todo corazón. Y la humildad es algo que tendrá su recompensa.

Esto es algo que queda bien declarado en 1 Pedro 5:4-6 cuando leemos: “…Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. 5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. 6Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo…

Pero desdichadamente la humildad es algo que carece en la vida de muchos. La mayor razón por lo que esto sucede es porque al igual que el pueblo de Dios perdió de vista a Moisés, muchos en el pueblo de Dios han perdido de vista a Cristo. Una vez que perdemos a Cristo de vista, entonces le damos cabida al enemigo en nuestra vida.

La verdad de Dios es que Jesús ascendió al cielo a la diestra del Padre, Él ascendió al cielo a preparar un lugar para todos aquellos que perseveren en Él, pero al igual que el pueblo de ese entonces se hizo un ídolo de oro y plata y le adoraron, el pueblo de Dios de hoy en día ha hecho lo mismo. El hombre ha creado imágenes e ídolos, ha inventado dioses falsos, ha cambiado las bendiciones de Dios por cosas terrenales. ¿Qué les estoy tratando de decir con todo esto?

Lo que les estoy diciendo es que cuando el ganar más dinero se convierte más importante que asistir a la congregación para alabar y escuchar la Palabra de Dios, entonces hemos cambiado a Dios por un ídolo. Cuando ofrendar o diezmar nos causa dolor, entonces hemos cambiado a Dios por un ídolo. Cuando no hacemos labores porque consideramos que son degradantes a nuestra posición, entonces nos hemos endiosado y el Señor nos dejo una gran lección acerca de todo esto [4].

Cuando tratamos de hacer las cosas por nuestras propias fuerzas, estamos socavando la autoridad y el poder de Dios. Cuando las tradiciones y costumbres gobiernan nuestra manera de pensar y sentir, entonces hemos cambiado las enseñanzas de Cristo.  Todos debemos reflexionar en estas cosas porque si nos encontramos en esta posición tenemos que despertar a la realidad de que no estamos haciendo la voluntad de Dios.

Tenemos que despertar a la realidad que muchos han cambiado las enseñanzas de Cristo por las fábulas de demonios y que de todo esto se nos fue advertido. Fíjense bien como esto es algo que queda extremadamente claro en 1 Timoteo 4:1 cuando leemos: “…Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios…

Para concluir.

El mundo se encuentra atravesando por situaciones difíciles, y hoy más que nunca tenemos que estar atentos y vigilantes para evitar que nuestro enemigo nos desvié del único camino que existe para llegar al Padre [5]. Adoremos  a Dios y solo Dios; digámosle NO a los ídolos y falsas doctrinas.

No nos dejemos confundir, Jesús fue a preparar morada para nosotros en la casa de nuestro Padre. Esperemos en Él pacientemente, con toda nuestra fe, porque Él vendrá por su iglesia con poder y gloria. Nunca nos olvidemos de lo que el Señor nos dice en Apocalipsis 22:12 cuando leemos: “…He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra…

Aunque el Señor en su cuerpo físico se fue de este mundo, no nos encontramos abandonados y huérfanos, tenemos al consolador; confiemos en el Espíritu Santo que ahora mora en nosotros. No seamos como el pueblo de ese entonces; no permitamos ser engañados por hombres que han cambiado la gracia y gloria de Dios por inventos del hombre. No nos dejemos engañar por ese demonio mentiroso con doctrinas y enseñanzas falsas. Esperemos en Él Señor pacientemente y Él se glorificara en Su tiempo.

Nunca pienses que se ha olvidado de ti, sino di con confianza como encontramos en Salmos 89:13 cuando leemos: “…Tuyo es el brazo potente; Fuerte es tu mano, exaltada tu diestra…”

[1] Éxodo 3:7-10
[2] Éxodo 7:17; 8:5; 8:16-17; 8:24; 9:6; 9:10; 9:23-24; 10:14-15; 10:21-22; 11:5
[3] Mateo 21:11-13
[4] Lucas 22:24-27; Marcos 10:44-45
[5] Juan 14:6

© Copyright José R. Hernández, todos los derechos reservados.

El Nuevo Pacto .. Predicas Cristianas

Publicaciones Similares