Quítate el velo

Quítate el velo

Prédica de Hoy: Quítate el velo

© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Éxodo 34:29-35

Introducción

Una de las cosas que la mayoría de los creyentes hacen es que tenemos la tendencia a demostrar diferentes personalidades.  Ahora bien, no estoy diciendo que la mayoría de los creyentes sufren la enfermedad psicológica “trastorno de personalidad múltiple”, o dementes, pero creo que cuando tomamos el tiempo de analizar nuestra conducta, la mayoría de nosotros encontraremos que en ocasiones tendemos a demostrar dos personalidades.

En otras palabras, cuando nos vemos rodeados por nuestros hermanos en la fe, actuamos de cierta forma. Cuando nos vemos rodeados por nuestros hermanos en la fe medimos nuestras palabras, y hacemos todo lo posible para que en nosotros se refleje todo lo que hemos aprendido, y a lo que estamos llamados

Sin embargo, cuando nos vemos rodeados por aquellos que aun viven en el mundo, o que no comparten nuestra fe, actuamos de manera diferente. Al encontrarnos rodeados por aquellos que viven en el mundo, o que no comparten nuestra fe, no medimos nuestras palabras al hablar, y definitivamente no tratamos ni permitimos que nuestra fe brille.

Esta es una de las razones principales por la que cuando oro por las personas durante el llamado, en casi toda ocasión digo: “Padre fortalece a este siervo (o sierva) para que la imagen de Jesucristo sea siempre reflejada en todo lo que hacen”. ¿Por qué oro de esta forma?

Oro de esta forma porque la realidad es que el síndrome de personalidad doble es algo que afecta a casi toda persona.  Ahora debemos preguntarnos, ¿por qué sufrimos de personalidad doble? Y quizás más importante de todo, ¿qué debemos hacer para eliminar este síndrome tan peligroso de nuestra vida? Estas serán las dos preguntas que estaremos analizando en el día de hoy. Pasemos ahora a la Palabra de Dios

El pacto renovado que Dios hizo con su pueblo

Como acostumbro a decir, para tener un mejor entendimiento del mensaje que Dios tiene para nosotros hoy, nos será necesario hacer un breve repaso de historia. Estos versículos que estamos examinando hoy forman parte del pacto renovado que Dios hizo con su pueblo [1].

Son parte de la renovación del pacto porque como todos ustedes conocen, la primera vez que Moisés subió al monte Sinaí para recibir el pacto de Dios, el pueblo se rebelo contra Dios, hicieron un becerro de oro, le ofrecieron holocausto y dijeron: “…estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto… [2]” Hasta aquí el repaso de historia.

Ahora bien, quizás algunos se pregunten, ¿por qué nos ha dicho esto? La razón por la que les he presentado estos breves detalles es porque la realidad es que el pueblo de ese entonces, en si demostró el síndrome de personalidad doble.

En otras palabras, mientras Moisés estuvo con ellos, ellos se comportaron de cierta forma, pero cuando Moisés se les perdió de vista por unos días, ellos se comportaron de manera completamente opuesta. ¿Qué es el punto principal que deseo hacer con todo esto?

El punto principal es que si esto le sucedió a ese pueblo, un pueblo que había presenciado las poderosas señales de Dios, entonces ¿cómo puede ser posible que algunos piensen que no les puede suceder, o está sucediendo a ellos? Así que manteniendo estos breves detalles en mente, continuemos ahora con nuestro estudio de hoy.

¿Por qué sufrimos de personalidad doble?

Examinemos ahora la primera pregunta de hoy; ¿por qué sufrimos de personalidad doble? La respuesta a esta pregunta la encontramos bien reflejada aquí cuando leemos: “…Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios. 30 Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí la piel de su rostro era resplandeciente; y tuvieron miedo de acercarse a él…

¿Por qué digo que esto responde nuestra primera pregunta? Lo digo porque aquí vemos que se nos dice que Aarón, y el resto del pueblo: “…tuvieron miedo de acercarse a él…” En otras palabras, Moisés de cierta forma fue rechazado por todos ellos. ¿Por qué le rechazaron? Le rechazaron porque Moisés ahora lucia muy, pero muy diferente. Dile a la persona que tienes a tu lado: “…la piel de su rostro era resplandeciente…

Hermanos, la realidad de todo es que cuando hacemos un compromiso con Dios genuino, nosotros somos completamente transformados. Esto es algo que queda mejor expresado en las Palabras del apóstol Pablo en 2 Corintios 5:17 cuando leemos: “…De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas…” Dile a la persona que tienes a tu lado, Cristo nos transforma.

Pero la realidad es que a pesar de que somos completamente transformados por nuestro Señor y la Palabra de Dios, si el resultado no puede ser visto por otros, especialmente por los que viven en el mundo y los que no comparten nuestra fe, entonces el cambio que ha ocurrido en nosotros no tiene significado. Y es por eso que en Santiago 2:17 encontramos que se nos dice: “…Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma…” Dile a la persona que tienes a tu lado: permite que tu fe brille.

Algo que encuentro sumamente interesante en estos versículos es que: “…no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios…” Encuentro esto sumamente interesante porque creo que a la mayoría del pueblo de Dios de hoy, le sucede lo mismo. La mayoría del pueblo de Dios de hoy no se ha dado cuenta que su espíritu resplandece en este mundo de tinieblas.

Es como nos dice el Señor en Mateo 5:14 cuando leemos: “…Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder…” Dile a la persona que tienes a tu lado: tu espíritu resplandece. Pero al demostrar una doble personalidad, lo que estamos haciendo es escondiendo la luz que ahora brilla en nosotros; escondemos el resplandor de Su gloria, misericordia, y amor.  Tenemos que darnos cuenta y estar completamente convencidos que nuestro espíritu resplandece.

El error más grande que podemos cometer

Conocer la Palabra de Dios y no actuar según ella, es el error más grande que podemos cometer.  ¿Por qué digo esto? Lo digo porque conocer la Palabra de Dios y no actuar según ella nos convierte en pueblo rebelde, y esto es algo que no podemos, ni debemos permitir que suceda en nuestra vida.

Hermanos, permitir que el resplandor de nuestro Señor Jesucristo brille con intensidad en todo momento es el área más importante de nuestra vida. ¿Por qué? Porque es el área donde Dios nos utiliza para cambiar a otros.  Esto todo nos conduce a la segunda pregunta de hoy.

¿Qué debemos hacer para eliminar el síndrome de personalidad doble de nuestra vida?

La respuesta a esta pregunta la encontramos aquí cuando leemos: “…Y cuando acabó Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro. 34 cuando venía Moisés delante de Jehová para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía; y saliendo, decía a los hijos de Israel lo que le era mandado. 35 Y al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Dios…

¿Qué debemos hacer para eliminar el síndrome de personalidad doble de nuestra vida? Para eliminar el síndrome de personalidad doble de nuestra vida tenemos que quitarnos el velo. Dile a la persona que tienes a tu lado: quítate el velo.

Aquí vemos que se nos dice: “… cuando venía Moisés delante de Jehová para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía…” Para que entiendan bien el punto que deseo hacerles, debemos detenernos aquí por un breve momento y examinar la definición y el significado metafórico de la palabra “velo”.

La definición más simple de la palabra “velo” es: “1. Cortina o tela que cubre una cosa.  2. Prenda del traje femenino de calle, hecha de tul, gasa u otra tela delgada de seda o algodón, y con la cual solían cubrirse las mujeres la cabeza, cuello y a veces el rostro” [3].

Así que para todos los intentos y propósitos, según la definición, podemos ver que Moisés cubría su rostro mientras estaba entre el pueblo, pero descubría su rostro al entrar en la presencia de Dios.

Sé que la mayoría de ustedes están intrigados, y seguramente preguntándose; ¿por qué cubría Moisés su rostro mientras estaba entre el pueblo? La realidad es que aunque en los versículos que estamos usando en el día de hoy, podemos claramente ver que cuando el pueblo inicialmente vio que el rostro de Moisés resplandecía tuvo miedo acercarse a él, la razón exacta por la que Moisés continuo cubriendo su rostro es desconocida.

Una buena porción de los teólogos estipulan que la razón fue porque el resplandor de su rostro disminuía con el tiempo, y esto era algo que el pueblo no deseaba ver, y aumentaba cuando él entraba en comunión con Dios.

Esto esta primariamente basado en que cuando Moisés entraba a hablar con Dios, una vez que salía vemos que se nos dice: “…Y al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro era resplandeciente…” También existen otras especulaciones teológicas que declaran que todo esto es un reflejo de que la ley seria remplazada por Jesucristo, pero como les dije, todo esto es pura estipulación. La razón exacta por la que Moisés cubría su rostro es desconocida.

¿Qué representa el velo para nosotros?

Ahora miremos el velo de un punto metafórico. ¿Qué representa el velo para nosotros? El velo para nosotros es la manera que nos comportamos afuera de las puertas de la iglesia. El velo es todo aquello que hacemos que parcialmente encubre, o completamente tapa nuestra fe.

No tengo duda alguna que todos aquí nos identificamos como cristianos, no tengo duda alguna que todos los que nos conocen saben muy bien que proclamamos ser cristianos. Pero la pregunta que debemos hacernos es: ¿qué ven ellos en nosotros?

¿Pueden ellos ver nuestro rostro (fe) sin obstrucción, o lo están viendo distorsionado detrás de una capa de pecado? ¿Pueden ver ellos el brillar del amor, misericordia, y gracia de Jesucristo claramente, o están viendo ellos hipocresía, religión, y rebeldía?

Yo sé que cuando llegamos a la casa de nuestro Padre, es decir a la iglesia o congregación, todos entramos completamente descubiertos. Todos entramos con un corazón dispuesto a alabar y bendecir Su nombre. Todos entramos con un corazón dispuesto a confraternizar con nuestro Dios, y con nuestros hermanos.

También sé que a todos recibimos, y salimos completamente bendecidos por Dios. Sé que todos salimos renovados en el espíritu, fortalecidos, y brillantes. ¿Pueden aquellos que te rodean ver el resplandor de Dios en ti?  Y si no lo pueden ver, entonces la pregunta que ahora me queda hacer es: ¿qué velo te pones al salir por esas puertas?

Esta es una pregunta que solo tú puedes responder. ¿Qué debemos hacer para eliminar el síndrome de personalidad doble de nuestra vida? ¡Tenemos que quitarnos el velo! Dile a la persona que tienes a tu lado: quítate el velo.

Para concluir.

¿Por qué sufrimos de personalidad doble? La razón principal por la que sufrimos de personalidad doble es porque tememos ser rechazados. Tememos ser señalados o etiquetados como personas de mente cerrada, fanáticos, o como el mundo quiere hacernos lucir, locos.

Si hermanos, me oyeron bien, el mundo quiere hacernos lucir locos.  Digo eso porque una cita muy popular usada por el mundo es: “Dios no creo al hombre, el hombre creó a Dios. [4]”  En otras palabras, Dios es un invento humano; esto significa que todo creyente esquizofrénico.  En otras palabras, los creyentes tienen gran dificultad discernir lo que es real y lo que no.

El pueblo de Dios al ver que el rostro de Moisés resplandecía tuvo temor e inicialmente no se acercaba a él, pero todo esto fue temporal. Fue temporal porque el resplandor del rostro de Moisés era el resplandor del espíritu de Dios en su vida; hermanos y el espíritu de Dios en nuestra vida es lo que vence al mundo.

Fíjense bien como esto es algo que quede mejor expresado por el Señor en Juan 16:33 cuando leemos: “…Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo….” No temas, ten fe.

¿Qué debemos hacer para eliminar el síndrome de doble personalidad de nuestra vida? Tenemos que quitarnos el velo. Tenemos que permitir que la gloria, amor, y misericordia de Dios sea reflejada en todo lo que somos. Tenemos que permitir que la gloria, misericordia y amor de Dios sea reflejado en todo lo que hacemos

El velo que separaba a la humanidad de la presencia de Dios “…se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron…” [5]. El sacrificio de Jesucristo en la cruz rasgo el velo (cortina) que no permitía que el hombre tuviera acceso directo a Dios, y Él puede y quiere rasgar ese velo que te separa de la presencia de Dios. Deja de hacer excusas, deja de poner pretextos. El síndrome de doble personalidad no le agrada a Dios [6], y definitivamente no te conducirá a Su presencia.

[1] Éxodo 34:1-10
[2] Éxodo 32
[3] Diccionario de la Real Academia Española
[4] Karl Marx
[5] Mateo 27:50-51
[6] Mateo 6:24; 1 Corintios 10:21

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