No juzguéis, para que no seáis juzgados

Prédica de Hoy: No juzguéis, para que no seáis juzgados

© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Mateo 7:1-5

Introducción

Como todos sabemos Cristo ama a la humanidad incondicionalmente, y Él nos llama a que nosotros nos amemos los unos a los otros [1]. Pero desdichadamente, muchos de nosotros fallamos en cumplir este mandato de nuestro Señor.

Lamentablemente algo siempre se interpone o surge, que evita, o nos detiene, amarnos los unos a los otros de la manera que Cristo nos ha indicado. Así que ahora debemos preguntarnos: ¿qué detiene que nos amemos de la manera que Cristo nos manda?

Cuando analizamos esa pregunta, y somos honestos con nosotros mismos, siempre encontraremos que a pesar de que nuestras acciones y/o opiniones, o las acciones y/o opiniones de otros afectan nuestros sentimientos, existe un denominador en común que nos detiene, o impide que cumplamos este mandamiento tan importante del Señor [2]. ¿Cuál es el denominador en común?

El denominador en común es que nosotros criticamos, juzgamos, y condenamos, a nuestros hermanos. El grave problema esta en que cuando juzgamos lo hacemos sin tener toda la evidencia; y aun cuando tenemos alguna evidencia, no la examinamos completa y de manera imparcial.

En muchas ocasiones saltamos a conclusiones y determinamos acciones basadas en impulsos de la carne sin considerar los sentimientos de los demás. Es por eso que quiero que en el día de hoy examinemos este tema más de cerca; examinemos lo que el Señor nos enseña acerca de juzgar; pasemos ahora a la Palabra de Dios.

No juzguéis, para que no seáis juzgados 

Para tener un mejor entendimiento del mensaje que Dios tiene para nosotros en el día hoy, debemos examinar la definición de la palabra “juzgar.” Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra juzgar es definida como: “1. Dicho de la persona que tiene autoridad para ello: Deliberar acerca de la culpabilidad de alguien, o de la razón que le asiste en un asunto, y sentenciar lo procedente. 2. Formar opinión sobre algo o alguien. 3. Afirmar, previa la comparación de dos o más ideas, las relaciones que existen entre ellas.”

Ahora bien, como todos ustedes se pueden imaginar, a través de mi carrera secular, yo tuve la oportunidad de ser parte de, y de ser testigo en no en uno ni dos juicios. En los veintisiete años de mi servicio a la comunidad como policía, yo participe en, y presencie numerosos juicios. Y dos cosas imprescindibles en todo juicio son que el juez y el jurado tienen que ser imparciales, y que nadie es sentenciado o condenado sin que todos los hechos y evidencias sean examinados detalladamente.

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