A éstos evita
Prédica de Hoy: A éstos evita
© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)
Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: 2 Timoteo 3:1-5
Introducción
Yo no sé cuántos de ustedes están atentos a lo que está aconteciendo en el mundo, pero de algo que debemos estar muy pendientes es de lo que está aconteciendo en el área de la religión. Digo esto porque no es difícil encontrar que casi a diario surgen nuevos grupos, o cultos, que declarando ser cristianos no lo son. Tampoco es difícil encontrar como congregaciones cristianas adoptan ciertas prácticas, y o métodos que para lo único que sirven es para confundir y dividir al pueblo de Dios.
Por ejemplo, en estos días estuve escuchando la radio cristiano, y una cosa que me atrajo mucho la atención es que casi todo predicador se concentraba en la prosperidad.
También tuve la oportunidad de ver algunos predicadores en el televisor, y nuevamente encontré que la mayoría de ellos solo predicaban acerca del dinero, la prosperidad, y el poder de desatar bendiciones con buenos pensamientos. Muy pocos mencionaron la palabra arrepentimiento, y definitivamente ninguno declaro que el arrepentimiento es algo fundamental para sostener un compromiso genuino con Dios.
Pero lo más interesante de todo esto es que en casi toda ocasión, estas personas están al frente de congregaciones numerosas. Es decir, no es fuera de lo común ver como estas congregaciones tienen una membresía de 500, 600, y hasta miles de personas.
Ahora me detengo aquí por un breve momento para aclarar algo. No existe nada malo en querer que una congregación crezca, es más, como fieles cristianos esta debe ser la meta de todos nosotros, y es por eso que he hecho tanto énfasis en estas últimas predicaciones acerca del evangelizar.
Tampoco existe nada malo en estar a cargo de una congregación grande, y creo que este es el sueño de casi todo pastor. Pero si existe algo bien grave, cuando esto sucede porque los pastores y líderes comprometen su fe para agradar al mundo.
Si existe algo bien grave cuando se adoptan métodos o prácticas, con el fin de complacer y agradar a las personas, en vez de mantenerse fiel a la palabra de Dios, y buscar agradarle solo a Él. Así que con esto en mente, pasemos ahora a la palabra de Dios para estudiar el mensaje de hoy.
2 Timoteo 3:1-5 – También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.
La carta a Timoteo
Como siempre digo, para tener un mejor entendimiento del mensaje que Dios tiene para nosotros, nos será necesario hacer un breve repaso de historia. Esta carta fue escrita alrededor del 67 d.C, y en este punto de la historia, Pablo se encontraba en una prisión romana sin esperanza de ser liberado. Pablo estaba preso porque el imperio romano consideraba el cristianismo como una religión ilícita.
Pablo fue arrestado como un criminal común, y todo solo por el hecho de predicar el evangelio [1]. Debido a la intensa persecución que existía en ese tiempo, y debido a su conocimiento de las leyes romanas, Pablo sabia muy bien que pronto se le celebraría un juicio y después seria ejecutado, esto queda bien claro en 2 Timoteo 4:6, cuando leemos: “…Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano…”
Ahora, cuando estudiamos esta epístola de Pablo a Timoteo desde el inicio, no es difícil entender que Pablo le encargo tres cosas a Timoteo. Primero le encargó que resistiera el abuso que le sobrevendría por mantener su fe [2]. Segundo le encargó que guardara la verdadera doctrina en este mundo de maldad [3]. Y tercero, Pablo le encargó que se esforzara y no permitiera que nada le desanimara [4].
¿Por qué le encargo Pablo estas tres cosas a Timoteo?
La razón por la que Pablo le encargó estas tres cosas a Timoteo, fue porque él no quería que el ministerio fuera interrumpido después de su muerte.
Así que lo que tenemos aquí en esencia, es que Pablo le escribió encargándole que continuara la obra de Dios. ¿Por qué es tan importante que sepamos estas cosas? La razón por la que es tan importante que estemos conscientes de estos detalles, es porque en esencia, todo cristiano ha recibido las mismas instrucciones.
En otras palabras, a todo cristiano fiel se le ha encargado obrar para el reino de Dios, perseverar en la santidad, no desanimarse, y siempre guardar la sana doctrina. Así que manteniendo estas cosas en mente, continuemos ahora con nuestro estudio de hoy.
Cuando abrimos nuestros ojos espirituales, y tomamos el tiempo de mirar a nuestro alrededor, no es difícil determinar, que la descripción que Pablo utiliza en los versículos que estamos analizando hoy, describe muy bien a muchos hoy en día. Es más, yo me atrevo a decir que todos nosotros aquí, podemos pensar de por lo menos una persona que queda bien descrito con las palabras de Pablo.
En otras palabras, estoy seguro que la mayoría de nosotros, si no todos, conocemos a personas dentro y fuera del cuerpo de Cristo que aparentan ser una cosa, pero que en realidad son otra tal como lo dijo Pablo aquí cuando leemos: “…que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella…”
La hipocresía
Lamentablemente, la hipocresía es algo que sobreabunda en este mundo. El mundo está lleno de personas que tal como lo describe Pablo, aparentan ser una cosa, pero en realidad son completamente otra. Y lamentablemente, esto no es algo que se limita al mundo, es decir a los no creyentes. Lamentablemente, la hipocresía es algo que ha tomado raíz dentro del cuerpo de Cristo.
Digo esto porque no es fuera de lo común encontrar personas que profesan ser creyentes, que profesan ser hombres y mujeres de Dios, pero que en realidad se encuentran bien lejos de Dios. Digo que se encuentran lejos de Dios porque existen muchos que han adoptado doctrinas y enseñanzas que a primera vista lucen bellas, y buenas, pero que en realidad son inspiradas por el diablo.
Y esto es algo que no nos debe sorprender, ya que el Señor nos dejo una muy clara advertencia acerca de ellos, como encontramos en Marcos 13:22-23 cuando leemos: «…Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos. 23 Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes…»
Como les dije existen muchas personas en este mundo que aparentan ser una cosa, pero no lo son, que aparentan ser de Dios, pero no lo son. Personas que se disfrazan con mascaras de religión, y se arman con palabras seductoras. Personas que no obran para Dios sino en contra de Dios, es como nos dice el Señor en Mateo 7:15 cuando leemos: «…Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces…» Ahora, deseo detenerme aquí por un breve momento y hacer una aclaración. No quiero que nadie mal interprete lo que les he dicho hasta ahora.
Sé que les estoy hablando acerca del discernimiento, pero quiero que quede bien claro, que yo no estoy diciendo que nosotros estamos llamados a juzgar y a condenar. Ninguno de nosotros somos dignos de juzgar a nadie, y mucho menos de condenar.
Solo existe un juez justo y perfecto [5], y su nombre es Jesucristo.
Pero lo que si les estoy diciendo, es que no podemos confiar, o aceptar, todo lo que vemos y/o escuchamos. Dile al hermano que tienes a tu lado, se levantaran falsos profetas.
En realidad solo existen dos maneras que nosotros podremos distinguir entre el lobo rapaz, y un verdadero siervo de Dios. Solo existen dos maneras que podremos evitar ser engañados. De la única manera que nosotros podemos evitar ser engañados es primero, confirmando lo que escuchamos con la palabra de Dios. Esto es algo que se nos instruye hacer de forma muy clara en Gálatas 1:8 cuando leemos: «…Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema…»
El fruto producido por la persona
Y segundo, observando cuidadosamente el fruto producido por la persona. Algo que el Señor también nos instruye a hacer en Mateo 7:20 cuando leemos: …»Así que, por sus frutos los conoceréis…» En otras palabras, aunque nuestra impresión sea buena, aunque la apariencia de un individuo o grupo sea buena, como verdaderos cristianos, tenemos que aprender a escuchar la voz de Dios.
Muchos dirán que esto es algo que pone al cristiano en una gran desventaja, la razón siendo que Dios no siempre nos revela las cosas de inmediato. Y quizás este sea el caso, aunque no siempre es así. Pero si aún este fuera el caso, de algo que si podemos estar seguros es que tarde o temprano, Dios si nos revelara lo que tenemos que saber. Esto es algo que queda bien claro en Lucas 12:3 cuando leemos: «…Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas…”
Pero para poder recibir revelación y convicción de las cosas, tenemos que estar atentos a Su palabra. No podemos simplemente oír, sino tenemos que escuchar. Tenemos que escuchar, porque una vida de santidad solo empieza con un buen entendimiento de la palabra de Dios. Tenemos que escuchar porque para vivir dentro de la voluntad de Dios, tenemos que conocerle. Esto es algo que solo logramos a través de un buen entendimiento de Su palabra. ¿Por qué digo estas cosas?
Verdaderos cristianos
Lo digo porque como verdaderos cristianos, nosotros no estamos llamados a compartir con el mundo. Nosotros no estamos llamados a hacernos cómplices de las doctrinas inspiradas por demonios, y rituales religiosos.
Fijémonos bien en un detalle; en Romanos 12:2 encontramos que la palabra de Dios nos dice: «…No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta…»
Esto aquí es de suma importancia, ya que de la manera que el mundo ve las cosas, es muy diferente a la manera que Dios quiere que seamos. Y es por eso que digo que los cristianos no podemos conformarnos, o adoptar las ideas y conceptos de los hombres. ¿Por qué digo esto?
Lo digo porque la realidad es que pensamientos positivos, no producirán bendición, pero una vida de santidad si. Pensamientos positivos no resolverán un problema, pero una oración si. Pensamientos positivos no te acercaran a Dios, pero el arrepentimiento si.
Y para todos aquellos que están en búsqueda de la prosperidad, deseo que quede muy claro, que el dinero no es lo que Dios espera que tú le entregues en la iglesia, Él espera que le entregues tu corazón.
Dios espera y exige, no tu dinero, sino tu devoción.
¿Quieres recibir bendiciones? ¿Quieres prosperar en tus finanzas? Si verdaderamente deseas esto, entonces escucha las palabras del Señor como las encontramos en Mateo 6:33 cuando leemos: «…Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas…»
En Juan 8:32 encontramos que el Señor nos dice: “…Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libre…” Y la verdad es que no existe perdón, si no hay un arrepentimiento. Esto es algo que queda bien reflejado en Romanos 2:5 cuando leemos: «…Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios…»
La verdad es que no existe cifra de dinero suficientemente grande que compre una bendición. Esto es algo que queda bien reflejado en Hechos 8:20 cuando leemos: «…Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero…» La verdad es que no podemos ser cómplices de las doctrinas, y enseñanzas que solo sirven para alejar a las personas de Dios. Dile al hermano que tienes a tu lado, a éstos evita.
Pero para poder cumplir con esto muchos de nosotros necesitamos aprender a ser guiados por el Espíritu Santo. Si no nos dejamos guiar por el Espíritu Santo, entonces seremos confundidos, y puede ser que caigamos atrapados en la trampa del enemigo.
No podemos dejarnos guiar por nuestros pensamientos, y no podemos dejarnos guiar por nuestros sentimientos. Fíjense bien como nos dice la palabra en Jeremías 17:9 cuando leemos: «…Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?..»
Tenemos que dejarnos guiar por el Espíritu Santo que ahora mora en nosotros, y más que todo, tenemos que estar dispuestos a movernos hacia Su voluntad en todo momento. ¿Por qué? Simplemente puesto porque todos nosotros aquí podemos ser engañados, todos aquí podemos ser cegados, pero el Espíritu Santo no. Recordemos lo que encontramos en Gálatas 6:7 cuando leemos: «…No os engañéis; Dios no puede ser burlado…»
Nuestra ventaja como cristianos es exactamente esta, ¡el Espíritu Santo mora en nosotros! Dile al hermano que tienes a tu lado, el Espíritu Santo mora en mí. Cuando nos dejamos guiar por el Espíritu Santo, él nos da la convicción, él removerá las apariencias, él nos demostrara la verdad.
Para concluir.
Tenemos que evitar a esas personas que se disfrazan para confundirnos, y tenemos que apartarnos de este mundo lleno de maldad. Pero también tenemos que examinarnos a nosotros mismos, no vaya a ser que nuestros frutos no agraden a Dios. Tenemos que examinarnos nosotros mismos, para asegurarnos que nuestra vida sea un testimonio de nuestro Señor Jesucristo.
Pablo comenzó esta capitulo diciendo: “…También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos…” Hermanos, y esta es una gran verdad; estamos viviendo en tiempos peligrosos. Estamos viviendo en tiempos cuando el enemigo ha intensificado su ataque en contra del cuerpo de Cristo, para tratar de destituirnos de la presencia de Dios.
El enemigo ha intensificado su ataque para tratar de detener las bendiciones que Dios tiene para todo creyente fiel. El enemigo ha intensificado su ataque para tratar de robarse la corona de vida que Cristo murió en la cruz para entregarnos.
Les repito nuevamente las palabras del Señor como encontramos en Marcos 13:22 cuando leemos: «…Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos…»
Seamos cautelosos, y cuidemos lo que Dios nos ha entregado. No te hagas participe de cosas que bien sabes no agradan a Dios. No te hagas partícipe de obras que no edifican, sino destruyen. No te hagas partícipe de las cosas de este mundo, sino a éstos evita.
[1] The Wilkinson & Boa Bible Handbook
[2] 2 Timoteo 1:7-8
[3] 2 Timoteo 1:13-14
[4] 2 Timoteo 2:1-2
[5] Hebreos 12:23
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.