La resurrección de Jesucristo

La resurrección de Jesucristo

Predicas Cristianas Prédica de Hoy: No hallaron el cuerpo del Señor Jesús

© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Lucas 24:1-9

Introducción

Como todos sabemos, hoy es un día muy especial del año para los cristianos.  Hoy es el día en que todos los cristianos alrededor del mundo, nos reunimos para conmemorar la resurrección de nuestro Señor Jesucristo.  En otras palabras, celebrar la victoria que Jesucristo tuvo sobre la muerte.

Yo sé que todos aquí tenemos un buen conocimiento de este gran evento, es decir, yo sé que todos aquí hemos leído los versículos que nos describen lo que sucedió; pero también sé que a través del tiempo, el hombre ha adoptado doctrinas y tradiciones que no concuerdan con la palabra de Dios.  Es por eso que deseo que en el día de hoy, examinemos cautelosamente el significado tan grande que la resurrección de Jesucristo representa para todo cristiano, y expongamos la verdad. Pasemos ahora a la palabra de Dios.

El día de la resurrección

Lo primero que vemos aquí es que María Magdalena, acompañada por otras mujeres [1], llegaron al sepulcro donde el Señor había sido enterrado para ungir el cadáver del Señor.  Pero ahora debemos preguntarnos, ¿por qué fueron ellas a ungir el cadáver “el primer día de la semana”, o sea, el domingo, y no lo hicieron el mismo día de la excusión y entierro?

La razón principal por la que ellas no ungieron el cadáver en ese mismo día, fue debido al mandamiento referente al día de reposo [2], pero también existe otra razón.  Así que ahora deseo que nos detengamos aquí por un breve momento y nos preguntemos, ¿por qué llegaron estas mujeres al sepulcro para ungir un cadáver?

Quizás piensen que es una pregunta tonta, pero la realidad es que estamos hablando de un grupo de mujeres que eran fieles seguidoras de Jesucristo.  Estamos hablando de un grupo de mujeres que habían escuchado lo que el Señor les había dicho que sucedería [3], sin embargo, ellas se dirigieron al sepulcro para ungir un cadáver.  ¿Por qué sucedió esto?

Yo diría que la razón principal por la que esto sucedió, fue debido a la falta de confianza absoluta en Dios, y la duda que el enemigo implanto en sus mentes.  Como les he venido predicando en estas últimas semanas, todos aquí somos susceptibles a entretener las mentiras del enemigo, y si no estamos parados firmes en la palabra de Dios, tarde o temprano caeremos enredados en una de las muchísimas trampas que el enemigo extiende en nuestra vida.

Pero gloria a Dios que el Señor siempre cumple Su palabra, y cuando estas mujeres llegaron a la tumba, ellas no encontraron un cadáver, sino que hallaron la tumba vacía. ¿Cuántos pueden levantar un grito de júbilo conmigo en este momento y decir gloria a dios? ¡Gloria a Dios!

 La resurrección no sucedió un domingo

Ahora bien, deseo detenerme aquí por un momento para aclarar algo.  Los versículos que estamos usando para la predicación de hoy, nos declaran que las mujeres llegaron a la tumba el primer día de la semana, o sea, el domingo, para ungir el cadáver del Señor.

Pero esto no significa que el Señor resucito el domingo, en otras palabras, unos minutos o unas horas antes de que estas mujeres llegaran a la tumba, cual es la tradición y/o doctrina (domingo de resurrección) que fue establecida por la iglesia hace décadas.  Tradición y/o doctrina, que es seguida por un incontable número de cristianos alrededor del mundo hasta el día de hoy.  ¿Por qué digo que esta tradición del domingo de resurrección está equivocada?

Lo digo porque la palabra de Dios nos revela algo muy diferente. Como todos sabemos, en los evangelios siempre existen algunas pequeñas variaciones, y esto es debido a que como les he predicado en otras ocasiones, todos tendemos de ver las cosas de diferentes puntos de vista.  Pero a pesar de que existen algunas pequeñas variaciones en los versículos que describen cuando estas mujeres se dirigieron y llegaron al sepulcro, todos los versículos que nos describen este evento nos indican que ellas llegaron “el primer día de la semana”.

¿Qué día fue la resurrección del Señor?

Pero hagámonos ahora dos preguntas; ¿qué día resucitó el Señor? ¿Fue la resurrección del Señor el domingo como ha sido enseñada por décadas?

Como les dije, la palabra de Dios nos revela la verdad. Y la verdad es que el domingo no fue el día de resurrección, como ha sido establecido y tradicionalmente seguido por la mayoría del pueblo cristiano.  Hermanos, Jesucristo resucitó un sábado. Pero ahora debemos preguntarnos, ¿por qué es que tantos cristianos creen que el domingo fue el día de resurrección?

La razón principal por la que tantos continúan siguiendo esta tradición y/o doctrina falsa, es porque a través del tiempo, la verdad de Dios ha sido reemplazada por la mentira del diablo, y muy pocos cristianos están dispuestos a hacer un estudio bíblico acerca de este tema para llegar a la verdad, sino que escogen seguir tradiciones comúnmente aceptadas.

Pero exploremos esta tradición y/o doctrina brevemente para descubrir la verdad.  La doctrina y/o tradición comúnmente aceptada es que el Señor crucificado un viernes en la tarde, y que resucitó el domingo en la mañana. Pero ahora debemos preguntarnos, ¿qué nos enseña la palabra de Dios referente a este tema?

Cuando hacemos un estudio bíblico referente a este tema, encontramos que en Mateo 12:40 el mismo Señor nos dice: “…Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches…” Ahora analicemos esto detalladamente, y hagamos una simple deducción matemática, para establecer si es verdad que el día de resurrección fue el domingo como un sin número de cristianos creen.

Para llegar a una conclusión correcta, lo primero que tenemos que establecer es la duración de un día según la biblia. Según encontramos claramente escrito, un día consiste de 24 horas; 12 horas de noche, y 12 de día [4].

Esto quiere decir que decir tres días significa un periodo de 72 horas (3 x 24 = 72); ¿estamos de acuerdo hasta aquí? Y aquí el Señor dijo claramente que Él estaría en el corazón de la tierra por “…tres días y tres noches…” Hasta aquí todo bien, ¿verdad? Ahora bien, algo que queda claramente establecido en los evangelios sinópticos, es que Jesucristo murió en la cruz alrededor de las tres de la tarde [5]; (para ellos el día comenzaba a las seis de la mañana; cuando contamos nueve horas iniciando a las seis de la mañana, obtenemos las tres de la tarde).

Así que cuando mantenemos en mente, que el Señor dijo claramente que Él estaría en el corazón de la tierra “tres días y tres noches”, y que Él murió en la cruz alrededor de las tres de la tarde, con una simple deducción matemática nos damos cuenta de la doctrina y/o tradición herética que fue introducida en la iglesia cristiana, la cual muchos cristianos continúan ciegamente siguiendo.

Doctrina herética de la resurrección

Fíjense bien como es la cosa para que entiendan bien. La doctrina herética introducida en la iglesia cristiana, enseña que Jesucristo entregó el espíritu un viernes alrededor de las tres de la tarde. Hagamos la matemática; del viernes tres de la tarde a sábado tres de la tarde es un día (24 horas); del sábado tres de la tarde al amanecer del domingo, alrededor de mediodía (14-15 horas). Como podemos apreciar, cuando nos regimos estrictamente por lo que la palabra de Dios nos revela, esto quiere decir que si Jesucristo murió un viernes por la tarde, y resucitó al amanecer de un domingo, lo máximo que Él pudo estar en el corazón de la tierra fue un día y medio.

No hay que ser un experto en matemáticas para reconocer que los números según la tradición popular no dan, y como todos sabemos, la matemática es una ciencia absoluta. Con solo prestar atención a lo que la palabra de Dios nos revela, la herejía pronto queda descubierta, y podemos confiadamente afirmar que Jesús no murió un viernes y que resucitó un domingo.

¿Domingo de resurrección?

Perseverar en la tradición de que hoy es domingo de resurrección es decirle al Señor que es un mentiroso, y que no cumplió Su palabra. Para que se cumpla lo que Jesucristo dijo, Él tuvo que morir un miércoles a las tres de la tarde, y resucitar el sábado. Hagamos la matemática para ver si esto que les acabo de decir tiene sentido o no.

Del miércoles tres de la tarde a jueves tres de la tarde 24 horas; del jueves tres de la tarde a viernes tres de la tarde, 24 horas; del viernes tres de la tarde a sábado tres de la tarde, 24 horas; así que aquí tenemos “tres días y tres noches”, 72 horas exactas, y esto fue lo que dijo el Señor. Dile a la persona que tienes a tu lado: Dios cumple su palabra. ¿Qué les estoy diciendo con todo esto?

Lo que les estoy diciendo es que hoy no es el domingo de resurrección, sino que hoy es el domingo de confirmación.  El primer día de la semana fue cuando estas mujeres encontraron la tumba vacía, y comprobaron que Jesucristo había resucitado.  Y este es el evento que nosotros celebramos hoy.

Así que habiendo claramente establecido que hoy no es el domingo de resurrección, como muchos cristianos le llaman, regresemos ahora a la pregunta inicial. ¿Por qué llegaron estas mujeres al sepulcro para ungir un cadáver? Como les dije, todos somos susceptibles a los ataques del enemigo, y el enemigo uso ese momento de dolor para nublar sus mentes y crear duda.

El enemigo uso esos momentos de dolor para que ellas, al igual que los otros discípulos,  dudaran de la verdadera identidad del Señor. ¿Cuál es la verdadera identidad del Señor?  La verdadera identidad del Señor es fácilmente encontrada en Mateo 3:16-17 cuando leemos:  “…Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia…”  Dile a la persona que tienes a tu lado: Jesús es el Hijo de Dios.

Pero estas mujeres, al igual que los otros discípulos, o no habían entendido esto completamente, o le permitieron al enemigo que implantara la duda en sus mentes, y dudaran de la palabra de Dios. Y es por eso que vemos que ellas llegaron al sepulcro para preparar el cadáver y continuar su luto, en vez de llegar con júbilo para encontrarse con el Señor.  Pero gloria a Dios que Él cumple Su palabra, y el milagro ya había sucedido.

Nuestro Rey y Salvador había resucitado

Este evento tan glorioso es lo que nosotros celebramos en el día de hoy con tanto gozo; celebramos el día de hoy como lo que es, un día de victoria.  En un día como hoy, la humanidad recibió la confirmación que Dios cumple Su palabra, y que nuestro Rey y Salvador vive.

En un día como hoy, la humanidad recibió la confirmación de que Jesucristo venció la muerte, así que hoy es el día cuando nosotros celebramos la muerte de la muerte [6]. Hermanos, la realidad es que la resurrección de Jesucristo es el centro de nuestra fe.  La resurrección de Jesucristo no es una creencia que surgió en la iglesia, la resurrección de Cristo es la creencia que le dio vida a la iglesia.

Existe una gran realidad, el enemigo tratara de desacreditar la obra redentora de nuestro Rey y Salvador, por todos los medios habidos y por haber.  Durante el tiempo que el Señor estuvo aquí en la tierra, el enemigo uso a los supuestos hombres de Dios, parar tratar de desacreditar y destruir la obra de Dios.  El enemigo uso a los saduceos, fariseos, escribas, y a los maestros de la ley para tratar de detener que la palabra de Dios se cumpliera, pero por mucho que trato no lo pudo lograr, y Jesucristo le venció en la cruz. Pero esto no significa que este ataque se ha detenido.

Satanás y los poderes de las tinieblas, no descansan y continúan un fuerte ataque para tratar de destruir la obra de Cristo. ¿Cómo han tratado, y continúan tratando de cumplir su propósito? Han tratado, y continúan tratando de destruir y/o descreditar la obra de Jesucristo introduciendo tradiciones, filosofías y enseñanzas falsas; y nada de esto nos debe sorprender, ya que el Señor, al igual que le había advertido a las mujeres en nuestra historia y a los discípulos de su muerte y resurrección, nos advirtió a nosotros que sucederían [7].

Hoy no estaré profundizando en el tema de las numerosas tradiciones, fiestas, y rituales que muchos cristianos siguen, y que van en contra de la palabra de Dios; pero si deseo brevemente explorar una tradición muy popular en este país, que un gran número de cristianos siguen ciegamente. ¿De qué tradición les hablo? Les hablo de la tradición de la búsqueda de los huevos escondidos de Pascuas. Según la tradición, los huevos de Pascua fueron dejados por el conejito de las pascuas.

¿Qué tiene que ver un huevo con la resurrección de Cristo?

¿Qué tiene que ver un conejo con la resurrección de Cristo? Les puedo decir con toda certeza que no tienen nada que ver.  No existe nada en la palabra de Dios que identifique la obra de Cristo con ninguna de estas dos cosas, pero no obstante esto, durante esta estación del año, esta tradición es ciegamente aceptada y practicada por un gran número de cristianos.

Es aceptada y practicada porque muchos ven este tipo de actividad como algo inocente, lo ven como una diversión y fantasía para los niños; pero la realidad es que esta actividad no es una simple fantasía para los niños, la realidad es que esta actividad y/o tradición tiene orígenes paganos.

La tradición del conejito de las pascuas, y de los huevos escondidos de Pascua  es de origen pagano, de fiestas paganas, de rituales de fertilidad paganos a dioses paganos [8].  Así que esta tradición, la cual muchos ven como algo inocente y divertido solo cumple un propósito, y dicho propósito es robarle la gloria al merecedor de toda gloria, y su nombre es Jesucristo.

Esta tradición solo sirve para tratar de desacreditar la obra de Cristo. Digo esto porque hoy no es el día del conejo, hoy no es el día de la búsqueda de huevos escondidos, hoy es el día que celebramos la confirmación de que nuestro Rey y Salvador resucitó.  Despierta al que tienes a tu lado y dile: hoy no es el día del conejo.

¿Por qué hallaron ellas la piedra removida?

Ahora, quiero que notemos algo de suma importancia a la que muchos no le prestan mucha atención. En los versículos que estamos estudiando hoy, vemos que al llegar al sepulcro, estas mujeres: “…hallaron removida la piedra del sepulcro…”  Meditemos en esto por un breve momento, y preguntémonos, ¿por qué hallaron ellas la piedra removida?  ¿Había sido removido la piedra para que Jesucristo saliera del sepulcro?  La respuesta a esta pregunta es no.  La piedra no fue removida para que Jesús saliera, la piedra fue removida para que ellas pudieran entrar.

Les digo en el día de hoy que existen muchos en este mundo, tanto dentro del pueblo de Dios como afuera, que necesitan remover la piedra del sepulcro.  Ya sé que algunos se deben estar diciendo, pastor, ¿pero qué dice usted? Ninguno de nosotros aquí estamos muertos; estamos vivitos y coleando. Pero les digo en el día de hoy que existen muchos que aunque se encuentran respirando, y su corazón latiendo, en realidad están muertos y sellados en un sepulcro con una gran piedra a la entrada.   ¿De qué sepulcro y de qué muerte les hablo?  Les hablo de la muerte y el sepulcro espiritual que es el pecado [9].

En el día de hoy, todos debemos hacer un momento de reflexión y examinarnos.  Debemos examinarnos para buscar si quizás nuestro corazón esta latiendo, pero en realidad estamos muertos.  Si al examinarte en el día de hoy encuentras que el pecado aun reina en tu vida, si encuentras que la carne controla de la manera que hablas, vistes, y te comportas, entonces reconoce que aunque te encuentras respirando, y tu corazón latiendo, en realidad estas muerto.

Y yo sé que existen muchos que están completamente convencidos que no son pecadores, existen muchos que están completamente convencidos de que no tienen nada de qué arrepentirse, pero si piensas así, escucha bien lo que la palabra de Dios te dice en 1 Corintios 10:11 cuando leemos: “…Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga…” Existe un gran peligro en no reconocer que somos pecadores; digo esto porque cuando no reconocemos el pecado en nuestra vida, en esencia le decimos a Dios que Él es un mentiroso [10].

Lamentablemente existen muchos cristianos que se encuentran en la tumba del pecado, sellados por piedras de apatía, desanimo, falta de fe,  duda, rencor, ira, envidia, y muchas otras piedras grandes y pesadas, que les encierra y atrapa sin esperanza de salir.  Como les dije, estas mujeres no hallaron la piedra del sepulcro removida para que Jesús pudiese salir, sino que la hallaron removida para que ellas pudiesen entrar.  Les digo en el día de hoy, que existen piedras que tienen que ser removidas de nuestro corazón, para que podamos entrar en una comunión genuina con Dios.

Continuando leemos: “…Y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. 4 Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; 5 y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? 6 No está aquí, sino que ha resucitado.”  La resurrección de Jesús es la parte fundamental de la fe Cristiana. El que Jesús haya resucitado nos da la seguridad absoluta de que Él cumplirá Sus promesas [11].

El poder que hizo posible la resurrección de nuestro Señor, está a nuestro alcance para hacer resucitar nuestro espíritu. La resurrección de Jesús es la fundación del testimonio de la iglesia al mundo. Y es por eso que como cristianos no debemos limitarnos a celebrar su resurrección solo una vez al año, sino que debemos celebrarla diariamente.  Dile a la persona que tienes a tu lado: ¡Cristo vive!  Este es el mensaje que todos tenemos que compartir con el mundo, ¡Cristo vive!

Continuando leemos: “…Acordaos de lo que os habló…”  Tenemos que recordarnos en todo tiempo de lo que Él nos ha enseñado.  Él quiere que nos recordemos de Sus enseñanzas, que recordemos Su Palabra en todo momento. Cuando hacemos memoria de como Él se ha glorificado en nuestra vida, y cuando nos acordamos de Su santa Palabra, entonces se nos hará más fácil deshacernos de actitudes que no agradan a Dios.   Se nos hará más fácil deshacernos de todas esas cosas mundanas que afectan nuestro caminar Cristiano.

Tenemos que recordarnos de las palabras de sabiduría que recibimos, tenemos que recordarnos de donde Él nos saco y como nos saco.  No podemos ser escasos de memoria.  No podemos permitirle al enemigo que destruya lo que Dios ha iniciado en nosotros. No podemos permitirle al enemigo que siembre semillas de sentimientos y comportamientos que desagradan a Dios.  No podemos permitir que se nos olviden las palabras de nuestro Señor en momentos determinados.

Si permitimos que nuestra memoria nos falle, entonces seremos alejados de la voluntad de Dios.

¿Qué les quiero decir con esto?  Lo que les estoy diciendo es que cuando nos alejamos de la voluntad de Dios, entonces se nos hará muy, pero muy fácil justificar el pecado en nuestra vida, y en vez de edificar sobre la roca de nuestra salvación, lo que haremos es destruir con nuestras manos lo que Dios ha edificado con Su palabra.

Para concluir

Hoy no celebramos el domingo de resurrección como ha sido enseñado y establecido. Hoy es el día cuando celebramos la confirmación de la resurrección de nuestro Señor, pero aparte de esta celebración, existe algo más que debemos, y tenemos que hacer.

La palabra nos dice: “…y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás...” Estas mujeres sintieron gran gozo al descubrir el sepulcro vació,  su gozo fue tal que ellas no pudieron detenerse; ellas salieron corriendo de ese lugar para anunciar que Cristo había resucitado.  Fíjense bien en lo que encontramos en Mateo 28:8 cuando leemos: “…Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos…”  Dile a la persona que tienes a tu lado: salieron corriendo.

Ahora pregunto, ¿sientes gozo en el día de hoy?  Claro que si, no creo que exista un cristiano que no se gocé en la resurrección de Cristo.  Todos nos gozamos porque Su resurrección nos garantiza vida eterna [12].  Pero, la pregunta ahora es, ¿sientes el mismo gozo que sintieron ellas?  Ellas salieron llenas de gozo, corriendo a dar las buenas nuevas.  ¿Lo haces tú?  Solo preguntas para reflexionar.

[1] Mateo 28:1; Marcos 16:1-2; Lucas 24:1; Juan 20:1
[2] Lucas 23:55-56
[3] Mateo 16:21; 20:17-19; Marcos 8:31; Lucas 9:22
[4] Génesis 1:5; 8; 13; Juan 11:9
[5] Mateo 27:46-50; Marcos 15:33-41; Lucas 23:44-49
[6] Juan 3:16; 5:24-25
[7] Mateo 24:24; Marcos 13:22;  2 Timoteo 4:3-4; Colosenses 2:8
[8] Encyclopedia Britannica 15th edition, Macropaedia, Vol. 4, p. 605, «Church Year»
[9] Romanos 6:23
[10] 1 Juan 1:10
[11] Juan 14:1-3
[12] Juan 6:38-40

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