Un evangelio diferente
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Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Predica de Hoy: Un evangelio diferente
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Gálatas 1:6-9
Introducción
No sé cuantos de ustedes están atentos a lo que esta aconteciendo en el mundo, pero de algo que debemos estar muy pendientes es de lo que esta aconteciendo en la iglesia de hoy. Digo esto porque no es difícil encontrar que a través del tiempo han surgido nuevos grupos, o cultos, que afirman ser cristianos, pero que en realidad no lo son. Hoy en día también es fácil encontrar como iglesias cristianas han adoptado ciertos métodos o practicas, que para lo único que sirven es para apartar a las personas de la vedad de Dios.
Por ejemplo, no sé cuantos de ustedes aquí escuchan las emisoras de radio cristiano, y han tomado el tiempo de escuchar, y fíjense bien que dije escuchar, y no oír, los mensajes de aquellos que predican por ese medio.
La realidad es que cuando escuchamos atentamente a los mensajes que estas personas predican, pronto nos damos cuenta que en la mayoría de los casos, los mensajes que estos individuos predican son mensajes que tienen que ver muy poco con la verdad de Dios.
La realidad es que cuando escuchamos atentamente los mensajes que estas personas predican, pronto nos damos cuenta que en la mayoría de los casos, los mensajes que estos individuos predican son mensajes acerca de la prosperidad, el dinero, y de mantener una actitud positiva.
Cuando prestamos atención a lo que estamos oyendo, es decir, escuchamos, pronto nos daremos cuenta de que rara vez se menciona la palabra arrepentimiento, y que no se menciona que el arrepentimiento es lo fundamental para mantener una relación genuina con Dios.
Y lo más interesante de todo esto, es que algunas de estas personas se han tomado la atribución de darse títulos como apóstoles y profetas, y están dirigiendo congregaciones numerosas, es decir, congregaciones de más de 500 personas. Claro está en que no existe nada malo en querer que la obra del Señor crezca, y ese siempre debe ser el objetivo de todo cristiano, ya que es a eso mismo que se nos ha llamado [1].
Pero si existe algo bien mal cuando esto sucede porque los siervos han comprometido su fe para agradar al mundo. Si existe algo bien grave cuando se adoptan métodos o prácticas con el fin de complacer, agradar, y manipular a las personas. Pero, ¿por qué es que esto puede suceder, y está sucediendo a pasos gigantes? Pasemos ahora a la palabra de Dios para encontrar la respuesta a nuestra pregunta.
Un evangelio diferente
Gálatas 1:6-9 – Estoy asombrado de que tan pronto se estén apartando del que los llamó por la gracia de Cristo, para ir tras un evangelio diferente. 7 No es que haya otro evangelio, sino que hay algunos que los perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8 Pero aun si nosotros mismos o un ángel del cielo les anunciara un evangelio diferente del que les hemos anunciado, sea anatema. 9 Como ya lo hemos dicho, ahora mismo vuelvo a decir: Si alguien les está anunciando un evangelio contrario al que recibieron, sea anatema. (RVA-2015)
Un evangelio diferente en Galacia
Como acostumbro a decir, para tener un mejor entendimiento del mensaje que Dios tiene para nosotros en el día de hoy, nos será necesario hacer un breve repaso de historia. Galacia fue una provincia romana situada en la sección central de Asia Menor.
La epístola a Galacia, es decir a la iglesia de Gálatas, fue escrita por el apóstol Pablo entre el 55-60 d.C [2]. Lo primero que debemos notar es que la iglesia estaba compuesta de judíos que se habían convertido, pero mayormente consistía de gentiles; es decir, de personas no judías que se habían convertido al cristianismo [3].
Lo segundo que debemos conocer acerca de esta epístola es el propósito; en otras palabras, ¿por qué fue que Pablo tuvo que escribirles? La razón principal fue porque inicialmente, los creyentes en Galacia habían mostrado una gran satisfacción en el evangelio, pero a través del tiempo ellos se habían enfriado [4].
Y este enfriamiento fue lo que causó que en la iglesia comenzara a surgir el alejamiento del evangelio de Jesucristo, y la introducción de enseñanzas que buscaban robar la libertad que Cristo les había entregado. Enseñanzas ajenas (judías) que intentaban convencer a los gálatas de que para que el evangelio de Jesucristo fuese perfecto, ellos tenían que seguir sometiéndose a la ley de Moisés, y mantener determinadas prácticas propias del judaísmo [5]. ¿Por qué les he hecho este relato? Existen dos razones por las que les he hecho este relato histórico.
La primera razón es para que nos demos cuenta de que la iglesia de hoy, no es muy diferente a la iglesia en Galacia de ese entonces. En otras palabras, la iglesia de hoy esta mayormente compuesta de personas que hemos llegado a los caminos de Cristo de diferentes antecedentes y costumbres.
La segunda razón es porque como les he mencionado en numerosas ocasiones, en el mundo existen numerosos obreros de las tinieblas que buscan apartar al hombre, (especialmente a los cristianos), de la verdad de Dios.
En otras palabras, buscan robar la libertad que Cristo murió en la cruz para entregarnos. Y es por eso que nunca podemos desatender u olvidar lo que el apóstol nos advierte en 1 Pedro 5:8 cuando leemos: “…Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar…” Dile a la persona que tienes a tu lado: presta atención. Así que con estos detalles en mente, continuemos ahora con nuestro estudio de hoy.
El asombro de Pablo ante un evangelio diferente
En los versículos que estamos estudiando hoy vemos que el apóstol dice: “…Estoy asombrado de que tan pronto se estén apartando del que los llamó por la gracia de Cristo, para ir tras un evangelio diferente. 7 No es que haya otro evangelio, sino que hay algunos que los perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo…”. Y es aquí justamente donde encontramos la respuesta a nuestra pregunta inicial; “¿por qué es que estamos viendo estos cambios y adopción de doctrinas falsas a pasos gigantes dentro de la iglesia de hoy?”. ¿No lo pueden ver?
La respuesta está clara aquí cuando leemos: “…para ir tras un evangelio diferente…”. Esto es lo que está sucediendo en la iglesia de hoy; no es que la palabra de Dios ha cambiado, sino es que las personas han aceptado cosas completamente anti bíblicas, como si fuese la verdad de Dios.
Existen muchos cristianos que han cambiado la verdad de Dios por doctrinas de hombre, y lamentablemente, esto es exactamente lo que le dará entrada a la apostasía total que acontecerá en los tiempos finales [6].
Con solo fijarnos en las condiciones que existen a nuestro alrededor, pronto nos damos cuenta que la iglesia de hoy está en peligro, y que ha sido infiltrada por personas que se disfrazan con mascaras de religión, y se arman con palabras seductoras.
Personas que no obran para Dios sino en contra de la palabra de Dios, y usan una mezcla de la verdad de Dios con mentiras y doctrinas heréticas, para seducir, y engañar a muchos. Es exactamente por eso que el Señor nos advierte como encontramos en Mateo 7:15 cuando leemos «…Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces…».
Pero, ¿cómo nos podemos guardar de estos lobos rapaces? De la única manera que nos podemos guardar de no caer como presa ante estos farsantes, es con la palabra de Dios. Como he dicho en numerosas ocasiones, tenemos que comprobar todo lo que escuchamos con la palabra de Dios; así que no crean nada de lo que les digo, solo porque se los he dicho yo, ¡compruébenlo! Dile a la persona que tiene a tu lado: hay que probar al pastor.
Como les dije al inicio, existen muchos que se han tomado la atribución de nombrase apóstoles y profetas, y otros que se dedican a predicar acerca de la prosperidad material a través del diezmo; pero, ¿pueden todas estas personas estar correctas? Solo existe una manera de comprobar todo esto, y esta manera es comprobándolo con la palabra de Dios.
¿Qué de todos estos a los que se les llaman apóstoles?
Primero de todo vamos a examinar el origen y la definición de la palabra apóstol. La palabra apóstol es una traducción de la palabra griega “ἀπόστολος” (pronunciada: após-tolas), cuya definición es: 1. Un delegado, un mensajero, uno enviado con órdenes. 2. Específicamente aplicado a los doce apóstoles de Cristo. 3. En un sentido más amplio aplicado a otros maestros cristianos eminentes (Barnabas, Timoteo, Silvano) [7]. Con esto en mente, ahora preguntémonos, ¿está vigente el ministerio apostólico en la iglesia de hoy? La respuesta a esta pregunta es un redondo NO.
La razón por la que digo esto, es porque la palabra de Dios nos revela que existen tres requisitos a cumplir para poder ser llamado apóstol. Número uno, se necesita haber visto a Cristo después de la resurrección [8]. Número dos, se necesita ser capaces de hacer señales y prodigios [9]. Número tres, se necesita ser escogido personalmente por Jesucristo [10]. Les puedo asegurar que ninguno de estos llamados apóstoles de hoy, cumplen ni con tan siquiera uno de estos requisitos.
Ninguno de estos farsantes ha visto a Jesucristo después de Su resurrección, y clamar cualquiera otra cosa es una gran mentira, y va en contra de la palabra de Dios. Ninguno de estos farsantes es capaz de hacer señales y milagros, todas esas cosas a las que se le da publicidad, han sido comprobadas como mentiras y fraudes.
¿Creen ustedes que si alguno de los apóstoles de Jesucristo estuviera aquí, digamos en Miami, no estarían ellos en los hospitales sanando niños que están muriendo de cáncer? ¿Hacen esto o algo similar algunos de estos supuestos apóstoles?
Claro que no, ¿saben por qué no? Porque no tienen el poder, ni la autoridad de hacerlo. Ninguno de estos farsantes a sido escogido personalmente por Jesucristo, sino que se han tomado la atribución de llamarse apóstoles. Dile a la persona que tienes a tu lado: cuidado en lo que crees.
¿Qué de todos esos que se llaman profetas?
Bueno, la palabra profeta puede ser interpretada de varias maneras. En el Antiguo testamento la palabra profeta aparece 312, y la palabra usada es la palabra hebrea “נָבִיא” (pronunciada: na-ví). La definición de esta palabra es “1. Portavoz, orador, profeta” [11]. Así que por definición esta palabra puede ser usada para describir a una persona que está autorizada para hablar en nombre y representación de un grupo, o de cualquier institución o entidad.
En el Nuevo Testamento encontramos que la palabra usada para profeta es una traducción de la palabra griega “προφήτης” (pronunciada: rra-fei-teis), cuya definición es: “1. En escritos griegos, un intérprete de oráculos u otras cosas ocultas. 2. Aquel que, movido por el Espíritu de Dios y por lo tanto su órgano o portavoz, solemnemente declara a los hombres lo que ha recibido por inspiración, especialmente con respecto a eventos futuros, y en particular aquellos relacionados con la causa y el reino de Dios y la salvación humana [12]. Así que por definición esta palabra puede ser usada para describir a una persona que predice eventos en el futuro. Y los profetas de la iglesia de hoy definitivamente claman que pueden predecir el futuro.
¿Cómo podemos asegurarnos de que estas personas que se han titulado profetas, en realidad lo son? Simple, lo podemos comprobar con la Palabra de Dios. Fijémonos bien en lo que encontramos en Deuteronomio 18:21-22 para que entiendan bien lo que les digo.
La palabra de Dios nos dice así: “…Puedes decir en tu corazón: ‘¿Cómo discerniremos la palabra que el SEÑOR no ha hablado?’. 22 Cuando un profeta hable en el nombre del SEÑOR y no se cumpla ni acontezca lo que dijo, esa es la palabra que el SEÑOR no ha hablado. Con soberbia la habló aquel profeta; no tengas temor de él…” (RVA-2015). Ahora pregunto, ¿cuántas de las profecías que han hecho estos supuestos profetas de hoy se han cumplido? Al buen entendedor con pocas palabras bastan. Dile a la persona que tienes a tu lado: no te dejes engañar.
Un evangelio Diferente – ¿Qué de este movimiento de prosperidad?
La realidad es que el movimiento de prosperidad va mano en mano con el movimiento apostólico y profético. Y estos farsantes manipulan a las personas a través de completas mentiras, y una de sus más grandes decepciones es que si no diezmas le robas a Dios, y que si ofreces grandes cantidad de dinero en diezmos y ofrenda, Dios te lo devolverá de forma sobrenatural y multiplicado.
Ahora me detengo aquí para hacer una aclaración. Claro está en que toda congregación necesita el apoyo económico de sus miembros para mantener las puertas de un local abiertas, pero el que una persona no diezme, o no haga grandes donaciones no hace de esa persona un ladrón a Dios.
Esa retorica de que Dios te devuelve lo que ofrendas de manera sobrenatural y multiplicada es completamente falsa, ya que si fuese verdad, entonces no existieran los no creyentes. Si esto fuese verdad, el mundo entero se convirtiera al cristianismo solo para alcanzar las riquezas. Después de todo, ¿a quién le gusta ser pobre, o atravesar por situaciones económicas difíciles? Claro está en que a nadie.
¿Qué nos enseña la palabra de Dios acerca de las riquezas?
En el evangelio de Jesucristo, en Mateo 6:19-21 el Señor nos dice: “…No acumulen para ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corrompen, y donde los ladrones se meten y roban. 20 Más bien, acumulen para ustedes tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido corrompen, y donde los ladrones no se meten ni roban. 21 Porque donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón…” (RVA 2015). El Señor es más que claro en todo esto.
Yo no sé ustedes, pero yo he escuchado a algunos de estos predicadores que dicen que si no tienes el dinero, que lo pidas prestado, o que lo pongas en una tarjeta de crédito. Lo más increíble de todo esto, es que existen personas que se creen la mentira completa y lo hacen. La palabra en Juan 8:32 nos dice: “…Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libre…”
Y la verdad es que estas personas no son más que ladrones y vividores, que no siguen a Cristo. Estamos hablando de personas que mientras podemos estar atravesando por situaciones difíciles, ellos se aprovechan, y con palabras seductoras logran que muchos ignoren el verdadero evangelio de Jesucristo. ¿Por qué digo esto?
Digo esto porque cuando examinamos el evangelio de Jesucristo, encontramos que cuando Jesús entro en Jerusalén, Él lo hizo montando un pollino prestado [13]; sin embargo, estos supuestos hombres de Dios ambicionan tener sus propios aviones, y en la mayoría de los casos andan en limusinas.
Cuando examinamos el evangelio de Jesucristo, encontramos que mientras Él estuvo aquí en la tierra, Él no tenía donde recostar Su cabeza [14]; sin embargo, estos supuestos hombres de Dios tienen mansiones multimillonarias, y cuando visitan una ciudad se hospedan en los hoteles más lujosos y prestigiosos que existen. ¿Cómo pueden lograr todo esto? Fácil, a costillas de todos aquellos que caen preso a sus mentiras seductoras.
Para concluir.
En cuanto a todo esto, el apóstol Pablo es muy claro y nos dice: “…Pero aun si nosotros mismos o un ángel del cielo les anunciara un evangelio diferente del que les hemos anunciado, sea anatema. 9 Como ya lo hemos dicho, ahora mismo vuelvo a decir: Si alguien les está anunciando un evangelio contrario al que recibieron, sea anatema…”.
Abre tus ojos, mira a tu alrededor y date cuenta en donde te encuentras. Tenemos que examinarnos nosotros mismos para asegurarnos que no nos hemos desviado del verdadero evangelio de Jesucristo, para ir tras las doctrinas y mentiras del hombre.
El Señor nos dejo una clara advertencia acerca de todo esto como encontramos en Marcos 13:22 cuando leemos «Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos…«.
Seamos cuidadosos, y mantengamos en firme el verdadero evangelio de Jesucristo, y la verdad de Dios. No te hagas participe y/o cómplice de lo que la palabra de Dios nos revela que no le agrada a Dios.
No te hagas participes de obras que no edifican, sino que destruyen la fe de muchos, e impiden que muchos se acerquen a Él. Y digo esto porque existen numerosas personas que no se acercan a Dios, o le dan las espaldas a Dios debido a las acciones de estos malhechores.
Así que escucha hoy bien las palabras del apóstol Pablo: “…Pero aun si nosotros mismos o un ángel del cielo les anunciara un evangelio diferente del que les hemos anunciado, sea anatema…”
No aceptes lo que oyes, o lo que escuchas simplemente porque lo dijo una persona de renombre, sino compruébalo todo con la palabra de Dios.
[1] Mateo 28:19-20
[2] Wilkinson and Boa Bible Handbook – Galatians
[3] Gálatas 3:8-9; 4:8-9
[4] Gálatas 4:14-15
[5] Gálatas 4:10; 4:21; 6:12-13
[6] 2 Tesalonicenses 2:2-4
[7] Blue Letter Bible Lexicon – Strong’s G652
[8] Hechos 1:22; 10:39-41; 1 Corintios 9:1; 15:7-8
[9] Mateo 10:1-2; Hechos 5:12; 8:12-14; 2 Corintios 12:12; Hebreos 2:3-4
[10] Marcos 3:14; Lucas 6:13; Hechos 1:2; 1:24-26; 10:39-45, Gálatas 1:1
[11] Blue Letter Bible Lexicon – Strong’s G5030
[12] Blue Letter Bible Lexicon – Strong’s G4396
[13] Mateo 21:2; Juan 12:15
[14] Lucas 9:58
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