No nos cansemos de hacer el bien .. Predicas Cristianas

No nos cansemos de hacer el bien

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: No nos cansemos de hacer el bien

Predicas Cristianas Lectura Bíblica de Hoy: Gálatas 6:7-9

Introducción

Bueno, aquí estamos nuevamente completamente adoloridos y atónitos, al ver lo que acaba de suceder el miércoles, 14 de febrero en Marjory Stoneman Douglas High School en Parkland, Florida. Una vez más hemos sido testigos de la violencia despiadada, y el odio que existe en este mundo. Una vez más hemos sido testigos de la muerte de inocentes, y del sufrimiento de un incontable número de personas, familiares, amistades, y conocidos.  Una vez más hemos visto como nuestros jóvenes continúan cayendo victimas en este mundo de maldad.

Qué tristeza tan grande, diecisiete adolescentes fueron fríamente asesinados, y otros quince, o quizás más, fueron heridos seriamente y se encuentran hospitalizados luchando por sus vidas en estos mismos momentos. Dios mío, yo no quiero ni tan siquiera imaginarme el dolor de esos padres.  Yo no quiero ni tan siquiera pensar en el sufrimiento de esas familias.  Dios tenga misericordia de ellos, y de forma sobrenatural alivie ese dolor y esa pena.

Hermanos, estos actos de violencia que están sucediendo en nuestro país son algo realmente triste, y totalmente alarmantes. ¿Por qué digo que son realmente alarmantes? Digo que son realmente alarmantes, porque todos (periodistas, liberales, reporteros, etc.), especialmente los políticos, no reconocen, o se niegan a reconocer la verdadera raíz del problema.

Todos, especialmente los políticos, tratan de culpar las leyes de posesión de armas este país, pero la realidad del caso, es que las leyes de posesión de armas no pueden ser culpadas por estos actos de violencia sin sentido que estamos viendo suceder.  Pero no obstante esta gran realidad, la reacción instintiva de la mayoría de estas personas es decir que necesitamos un control de armas más estricto, cuando en realidad lo que realmente necesitamos es algo que ellos no están dispuestos a reconocer y proporcionar, y es algo a lo que se oponen por completo.

Como he dicho en otras ocasiones, el día cuando poseer un arma se convierta en un acto criminal, solamente los criminales poseerán armas, y los ciudadanos respetuosos de la ley se convertirán como ovejas conducidas al matadero. Pero, si las leyes de posesión de armas no pueden ser culpadas por estos actos, ¿entonces a quién podemos culpar? Este será el tema que estaremos explorando en el día de hoy.

Dios no puede ser burlado

Gálatas 6:7-9 – No se engañen; Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará. 8 Porque el que siembra para su carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. 9 No nos cansemos, pues, de hacer el bien porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos.

Historia de Galacia

Como acostumbro a decir, para tener un mejor entendimiento del mensaje que Dios tiene para nosotros en el día de hoy, nos será necesario hacer un breve repaso de historia. Galacia fue una provincia romana situada en la sección central de Asia Menor.

La epístola a Galacia, es decir a la iglesia de Gálatas, fue escrita por el apóstol Pablo entre el 55-60 d.C [1]. Lo primero que debemos notar es que la iglesia estaba compuesta de judíos que se habían convertido, pero mayormente consistía de gentiles; es decir, de personas no judías que se habían convertido al cristianismo [2].

Lo segundo que debemos conocer acerca de esta epístola es el propósito; en otras palabras, ¿por qué fue que Pablo tuvo que escribirles?  La razón principal fue porque inicialmente, los creyentes en Galacia habían mostrado una gran satisfacción en el evangelio, pero a través del tiempo ellos se habían enfriado [3].

Y este enfriamiento fue lo que causó que en la iglesia comenzara a surgir el alejamiento del evangelio de Jesucristo, y la introducción de enseñanzas que buscaban robar la libertad que Cristo les había entregado. Enseñanzas ajenas (judías) que intentaban convencer a los gálatas de que para que el evangelio de Jesucristo fuese perfecto, ellos tenían que seguir sometiéndose a la ley de Moisés, y mantener determinadas prácticas propias del judaísmo [4]. ¿Por qué les he hecho este relato? Existen dos razones por las que les he hecho este relato histórico.

La primera razón es para que nos demos cuenta de que la iglesia de hoy, no es muy diferente a la iglesia en Galacia de ese entonces. En otras palabras, la iglesia de hoy esta mayormente compuesta de personas que hemos llegado a los caminos de Cristo de diferentes antecedentes y costumbres.

La segunda razón es porque como les he mencionado en numerosas ocasiones, en el mundo existen numerosos obreros de las tinieblas que buscan apartar al hombre, (especialmente a los cristianos), de la verdad de Dios, y en nuestros días, esto incluye a una enorme cantidad de políticos quienes son apoyados y secundados por la prensa liberal, el movimiento progresivo, Hollywood, y la industria del entretenimiento.

Movimiento de malicia sucediendo: no nos cansemos de hacer el bien

En otras palabras, en nuestros días estamos viendo un movimiento de malicia suceder sin precedente. Y es exactamente debido a esto que como fieles creyentes nosotros nunca podemos olvidar lo que el apóstol Pedro nos advierte en 1 Pedro 5:8 cuando leemos: “…Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar…” Dile a la persona que tienes a tu lado: velad. Manteniendo estos breves detalles en mente, continuemos ahora con nuestro estudio de hoy.

¿A quién podemos, y tenemos que culpar, por estos actos de violencia sin sentido que están sucediendo en nuestros días? La respuesta a esta pregunta es fácilmente encontrada aquí cuando leemos: “…No se engañen; Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará…”.

Hermanos las leyes de posesión de armas en este país no son la raíz del problema.  La raíz del problema es la falta de Dios en el corazón de las personas.  La raíz del problema es la falta de amor, compasión, y misericordia que solo Dios nos puede ofrecer.

La razón por la que estamos viendo estos actos de violencia sin sentido, es porque el hombre ha rechazado a Dios por completo. El hombre, especialmente en este país, le ha declarado la guerra a Dios, y ha tratado de eliminarle por completo de la mente de las personas.

Permítanme proveerles un ejemplo para que entiendan bien lo que les digo. El otro día un hermano de la congregación me envió un mensaje de texto con un video bien interesante. ¿Cuántos han escuchado acerca del dispositivo Google Home?

Bueno, para los que no lo conozcan, es un dispositivo con el que tú puedes controlar las luces, u otras cosas eléctricas hablándole.  Tu le dices, Google enciende las luces, y lo hace; le dices Google reduce las luces al 10%, y lo hace; le dices Google despiértame a las 7:00 a.m.; y exactamente a esa hora lo hace; le dices que quieres oír un género de música, y la busca y la toca.  Y lo más interesante de todo es que también te responde preguntas.

Si le preguntas ¿cómo está el tiempo? Te contesta con un estado del tiempo completamente actualizado para tu área. Si le preguntas ¿cómo está el tráfico? Te contesta con un buen reporte de tráfico de tu área.  Pero también responde a preguntas más interesantes y profundas, le puedes preguntar acerca de cualquier cosa que desees saber, y te contesta con la información encontrada en el Internet.

Por ejemplo, en el video que me envió el hermano, se escucha una joven que le pregunta ¿quién es Buda?, y el dispositivo le proporciono una respuesta educada acerca del budismo. Después le pregunto, ¿quién es Mahoma?, y recibió una respuesta educada acerca del Islam. Después le pregunto ¿quién es Krishna?, y recibió una respuesta educada acerca del hinduismo. Entonces le pregunto ¿quién es Jesucristo?, y recibió: “lo siento, pero no tengo información acerca de ese tema”.  ¿Qué les parece eso? Aparentemente no existe información alguna acerca de Jesucristo en el Internet.

Bueno, demás está decir que a Google se le formo un buen escándalo con  todo esto, y los ingenieros rápidamente solucionaron el problema, así que si ahora le preguntas ¿quién es Jesucristo?, recibirás una respuesta bien educada que te dice: “lo siento, la religión es algo muy complicado y todavía estoy aprendiendo”.  ¿Qué les estoy tratando de decir con todo esto? Lo que les estoy diciendo es que esta nación le ha declarado la guerra a Dios.

Hacer el bien para combatir la corrupción sembrada en el mundo

Este mundo ha sembrado corrupción, y la palabra de Dios es bien especifica aquí cuando nos dice: “…Porque el que siembra para su carne, de la carne cosechará corrupción…”. La violencia, la corrupción política y social, la inmoralidad e indecencia, y la falta de respeto a la vida ha sido lo que el diablo y sus agentes de las tinieblas han sembrado en el mundo.

A través de películas, programas de televisor, libros, anuncios, y videojuegos y demás, los poderes de las tinieblas lentamente, pero de manera segura, le han lavado la mente a las personas, especialmente a los jóvenes, para hacerles ver el bien como el mal, y el mal como el bien y lo normal.

A través de películas, programas de televisor, libros, anuncios, videojuegos y demás, los poderes de las tinieblas lentamente, pero de manera segura, le están robando, y/o le han robado la sensibilidad a las personas, y es por eso que vemos que tantos se vuelven a la violencia (especialmente los desequilibrados mentalmente), y aceptan con gusto las abominaciones a Dios (homosexualismo, lesbianismo, adulterio, inmoralidad, y fornicación).

La realidad es que este país siempre ha sido un país de leyes; hace cincuenta años atrás, en este país existían las mismas leyes de control de armas que existen hoy. Hace cincuenta años atrás, en este país se podían comprar armas con la misma facilidad de hoy, o quizás aún más fácil todavía, así que las leyes existentes funcionan.

Pero, ¿saben lo que no existía hace cincuenta años atrás? Lo que no existía era la depravación moral, la corrupción política, el liberalismo de la prensa, la malicia en la industria de entretenimiento, y la falta de principios cristianos que existen hoy en día. Lo que existía en la mente y en el corazón de la mayoría de las personas era el amor de Dios, y la fe en Su santa y divina palabra.  Lo que existía era la moralidad, y el temor de Dios. Pero a través del tiempo todo esto ha sido ahogado. ¿Qué podemos, y tenemos que hacer nosotros?

Al que siembra para el Espíritu

La palabra de Dios nos dice: “…pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. 9 No nos cansemos, pues, de hacer el bien porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos…”. Ahora debemos detenernos aquí por un breve momento y examinarnos.

Preguntémonos, ¿qué semilla he estado sembrando en mi familia, en mi trabajo, con mis amistades y conocidos? ¿Hemos sembrando semillas que agradan a Dios (carácter cristiano, respetuoso, amoroso, y misericordioso), o hemos sembrado semillas que producen un fruto amargo (inmoralidad, perversión, indecencia)? ¿Qué hemos o estamos cosechando?

Estas son preguntas que aunque quizás difíciles de responder, tenemos que ser honestos con nosotros mismos y contestarlas, ya que como nos dice la palabra “…Dios no puede ser burlado…”.  Todos aquí podemos aparentar ser una cosa, y ser otra, pero al fin de la jornada Dios siempre nos reconocerá por quien realmente somos.

No nos cansemos, pues, de hacer el bien

Como fieles cristianos, ¿qué tenemos que hacer nosotros ante esta decadencia moral y espiritual que estamos viendo acontecer? Tenemos que hacer como nos dice aquí la palabra: “…No nos cansemos, pues, de hacer el bien…”.  Claro está en que en ocasiones esto no será nada fácil. 

Digo que no será nada fácil porque la realidad es que la tensión, y la ansiedad producida por el mundo trata constantemente de desviarnos de los caminos de Dios.  Pero fíjense bien que dije trata, y no que nos fuerza a desviarnos. La realidad es que cuando nos mantenemos fieles a Dios, no existe poder alguno que pueda con nosotros [5]. Pero para poder experimentar el poder de Dios en nuestra vida de esta manera, primero tenemos que fortalecer nuestra fe. ¿Por qué digo esto?

Digo que tenemos que fortalecer nuestra fe, porque la falta de fe es exactamente lo que ha conducido a las personas al punto que nos encontramos hoy en día.  La falta de fe y confianza en Dios, es lo que ha permitido que la minoría dicte lo que la mayoría piense y haga.  Es triste decirlo, pero la realidad es que bajo el auspicio de hablar “políticamente correcto”, las personas han completamente abandonado los principios cristianos básicos, para abrazar la maldad y abominación a Dios.

¿Qué estamos haciendo para combatir el mal?

¿Estamos guardando la palabra de Dios? ¿Estamos testificando la palabra de Dios? ¿Estamos demostrando a través de nuestra actitud y comportamiento la gracia, poder y misericordia de Dios? ¿Estamos haciendo el bien en todo momento, o nos hemos cansado y ya nos da lo mismo una cosa que otra? La realidad es que estamos viviendo en tiempos peligrosos, y como cristianos fieles tenemos que afirmarnos en nuestra fe.

Estamos viviendo en tiempos cuando el enemigo ha intensificado su ataque en contra de la humanidad, especialmente los cristianos, tratando de desviar nuestra atención de lo que la palabra de Dios claramente nos enseña. Y lo está haciendo a través de huecas filosofías y frases populares como: “políticamente correcto”. Pero como he repetido en numerosas ocasiones, los cristianos no estamos llamados a ser políticamente correctos, sino que estamos llamados a predicar la verdad de Dios al mundo. ¿Qué tenemos que predicarle al mundo?

Tenemos que predicar con convicción de que Dios creó el cielo, la tierra, el universo, y todo lo que existe. Dios creó al hombre [6], y no fue el hombre quien creó a Dios. Tenemos que predicar que Dios creó al hombre y la mujer con un propósito puro y natural [7], y todo otro tipo de comportamiento es abominación condenada por Dios [8].

Tenemos que predicar que Satanás es un ángel caído [9], mentiroso, ladrón y asesino [10]. Estas son las verdades de Dios; sin embargo, la verdad de Dios no es siempre articulada por los cristianos. Ahora debemos preguntarnos, ¿por qué no? ¿Por qué se nos hace tan difícil predicar la palabra de Dios? La razón principal es porque a través del miedo y la intimidación, la minoría ha logrado asfixiar la verdad de Dios. Pero yo digo, ¡basta ya!

Estas personas malvadas están lentamente destruyendo la obra de Dios, están haciendo lo malo aparentar bueno, y lo bueno aparentar malo. Pero todas estas personas deben saber que sus acciones tendrán su pago [11]. Hermanos, la realidad es que tarde o temprano todos tendremos que darle cuenta a Dios por nuestras acciones, y/o falta de ellas [12], y es exactamente por eso que como fieles cristianos nosotros no podemos cansarnos de batallar, sino que tenemos que fortalecernos en la palabra de Dios y combatir las fuerzas del enemigo.

Para concluir.

Los políticos, el movimiento progresivo,  y los liberales, apoyados por los medios de comunicación, la prensa, e industria de entretenimiento están conduciendo este mundo al infierno. A través de programaciones, novelas, anuncios, videojuegos, y actividades (en ocasiones religiosas), el enemigo de las almas les ha lavado, y le esta lavando el cerebro a las personas para que no vean la verdad.  A través de frases populares, y la filosofía de aceptación, el enemigo ha silenciado y cegado a muchos para que no puedan ver la verdadera raíz del problema. ¿Cuál es la verdadera raíz del problema?

La verdadera raíz del problema es la falta de Dios en la vida de las personas. Pero como les dije al inicio, esto nunca será promovido por Hollywood, los medios de comunicación, industria de entretenimiento, ni los políticos.  La verdadera razón por la que estamos viendo la maldad, la violencia, y la abominación a Dios suceder es porque el amor de Dios [13] no está siendo predicado, sino que está siendo asfixiado.

La palabra de Dios nos dice que: “…No nos cansemos, pues, de hacer el bien…”

Es a esto mismo que yo les convoco en el día de hoy.  Oremos por esos padres y familiares de las víctimas de este terrible acto de violencia sin sentido. Oremos por esos jóvenes y adolescentes que se encuentran heridos en los hospitales. Oremos por la salud mental de todas estas víctimas que se encuentran hoy sufriendo, temerosas, y aterrorizadas.

“…No nos cansemos, pues, de hacer el bien…” y prediquemos la verdad de Dios en todo momento y en todo lugar.  Lo que esta nación más necesita no son nuevas leyes; lo que esta nación más necesita no son nuevas restricciones; lo que esta nación más necesita es el amor y la verdad de Dios. Lo que esta nación más necesita es a fieles cristianos dispuestos a hincar rodilla, y declarar la verdad de Dios.

En 2 Crónicas 7:14 la palabra de Dios nos dice: “…si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra…”. Y esto es exactamente lo que esta nación, y toda nación en el mundo necesita.

No necesitamos más políticos con agendas liberales, no necesitamos más filosofías y frases populares para encubrir el pecado y la abominación; lo que necesitamos es a Dios; pero como les dije al inicio, esto es algo que ellos no están dispuestos a reconocer y proporcionar, y es algo a lo que se oponen por completo.

Así que ahora solo queda una pregunta, ¿qué estás dispuesto a hacer tu?

[1] Wilkinson and Boa Bible Handbook – Galatians
[2] Gálatas 3:8-9; 4:8-9
[3] Gálatas 4:14-15
[4] Gálatas 4:10; 4:21; 6:12-13
[5] Filipenses 2:6-11
[6] Génesis 1 y 2
[7] Génesis 1:27-28
[8] Levítico 18:22; Romanos 1:26-27
[9] Ezequiel 28:12-16; Isaías 14:12-15
[10] Juan 10:10
[11] Isaías 5:18-24
[12] Apocalipsis 20:11-13
[13] Juan 3:16

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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