!!Hosanna!
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Prédica de Hoy: Semana Santa – !!Hosanna!
© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)
Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Juan 12:12-19
Introducción
Estamos en una estación del año muy significativa para nosotros los cristianos, estamos acercándonos a la celebración de la crucifixión y resurrección del Señor. Y hoy es el día cuando las iglesias cristianas alrededor del mundo, celebran la entrada triunfal de nuestro Señor Jesucristo en Jerusalén.
Demás está decir que en éste momento de la historia, Jesucristo era bastante reconocido, ya que Él había desarrollado Su ministerio, y había hecho milagros, y muchos habían sido testigos de las sanidades que Él había hecho.
Muchos habían sido testigos de cómo Él le había devuelto la vista a los ciegos [1]; Él había sanado a los leprosos [2]; Él había liberado a los endemoniados [3]; y había hecho la señal más poderosa que podía hacer para demostrar Su verdadera identidad, Él había resucitado a Lázaro después de cuatro días de muerto [4].
Los milagros y señales que Él había hecho habían impactado grandemente a las personas de ese entonces, y es por esa razón que ese pueblo salió a la calle a recibirle. El pueblo salió a recibir a quien ellos pensaban que era el Mesías que ellos esperaban; salieron a recibir a quien ellos veían como el rey que finalmente les liberaría de la opresión del imperio romano.
Pero lamentablemente, este jubilo y gozo no duraría por mucho tiempo, sino que cambiaria drásticamente en muy poco tiempo. Ahora debemos preguntarnos, ¿por qué sucedió esto? Este es el tema que estaremos explorando en el día de hoy
Semana Santa Lectura Bíblica:
Juan 12:12-19 – El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén, 13 tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: !!Hosanna! !!Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel! 14 Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito: 15 No temas, hija de Sion; He aquí tu Rey viene, Montado sobre un pollino de asna. 16 Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho. 17 Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos. 18 Por lo cual también había venido la gente a recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal. 19 Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él.
Semana Santa – Pascuas
Como acostumbro a decir, para tener un mejor entendimiento del mensaje que Dios tiene para nosotros en el día de hoy, nos será necesario hacer un breve repaso de historia. Lo primero que observamos aquí es que se nos dice que en Jerusalén había una gran multitud. Pero, ¿por qué había ésta gran multitud?
La razón por la que había una gran multitud es porque el pueblo judío estaba a punto de celebrar las pascuas. Ésta celebración comienza el día 15 del mes judío Nissan, y es uno de los tres mayores festivales celebrados por el pueblo judío con significado ambos histórico y agrícola.
Agrícolamente, ésta celebración representa el comienzo de la temporada de cosecha, pero muy poca atención es prestada a éste aspecto del festival. El principal motivo de ésta celebración, es para conmemorar el acontecimiento histórico, de la liberación del pueblo judío de las manos de Egipto [5].
Éste acontecimiento histórico marco el nacimiento de la nación judía, y es por esa razón que Dios ordeno que ésta fecha fuera observada con celebración. Esta celebración continúa siendo hasta el día de hoy, una celebración muy importante para el pueblo judío.
Era, y es, un tiempo de reuniones familiares, grandes cenas, reuniones de oración y demás. En Israel las pascuas son siete días feriados, y el primero y último día es celebrado como un gran festival. Manteniendo estos breves detalles en mente, continuemos ahora con nuestro estudio de hoy.
Semana Santa – Domingo de Ramos
Lo primero que observamos aquí es que se nos dice (verss. 12-13): “…al oír que Jesús venía a Jerusalén, 13 tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: !!Hosanna! !!Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!…” Pero, ¿qué significado tiene esto?
Lo que estamos viendo aquí es el recibimiento de un rey. Estamos viendo el recibimiento que se le ofrecía a un rey que acaba de triunfar sobre su enemigo en el campo de batalla, y que ahora regresaba nuevamente a su reino.
Ellos echaban sus mantos y cortaban ramas de árboles para tenderlos en el camino [6], esto demuestra que ellos pensaban que la tierra no era lo suficiente buena para que éste hombre caminara sobre ella. Según Jesús iba entrando en Jerusalén, éste pueblo le honraba y adoraba.
Fíjense bien como nos dice aquí la Palabra cuando leemos (vers. 13): “…y clamaban: !!Hosanna! !!Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!..” Éstas son palabras de celebración; son palabras de júbilo. ¿Cuántos pueden levantar un grito de júbilo conmigo ahora mismo y decir: ¡Hosanna!?
¡Hosanna! Semana Santa entrada de Jesucristo en Jerusalén
Fíjense bien en otro detalle aquí cuando leemos (verss. 14-15): “…Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito: 15 No temas, hija de Sion; He aquí tu Rey viene, Montado sobre un pollino de asna…”
Ellos estaban tan alegres porque el rey que había sido profetizado [7], finalmente había llegado. La multitud que había presenciado los milagros y señales de nuestro Señor aclamaba diciendo, ¡Hosanna! Ahora pregunto, ¿cuántos saben el significado de esta palabra?
La palabra hosanna viene de la palabra hebrea “Yasha anna” y ésta palabra es definida como “Sálvanos ahora” [8]. Así que como podemos ver, lo que ellos en realidad estaban diciendo es: “mi rey sálvanos ahora”. Inicialmente la multitud le reconoció por quien Él es, pero todo esto pronto cambiaria. Después de un pequeño tiempo, las alabanzas y el júbilo se terminarían, y se volverían en traición y condenación.
Después de un pequeño tiempo, éste pueblo que gritaba “¡Hosanna al Hijo de David!”, pronto escogería aceptar a un ladrón y homicida en la comunidad, en vez de a Jesucristo [9]. Pero la pregunta que debemos hacernos ahora es, ¿por qué sucedió un cambio tan drástico?
Una de las razones por la que esto sucedió, es porque las personas se dejaron llevar por las opiniones y doctrinas de hombres (escribas y fariseos), en vez de por la palabra de Dios. Las personas de ese entonces, al igual que muchos hoy en día, permitieron que la religión y leyes establecidas y creadas por hombres, les cegaran a la verdad.
Ellos sucumbieron a la presión social producida por estos líderes religiosos, y fueron cegados a la verdad de Dios. Pero la razón principal por la que el pueblo de ese entonces término rechazando y condenando a Jesucristo, fue para que se cumplieran todas las profecías acerca de nuestro Señor.
En si existen más de 300 profecías mesiánicas, que nuestro Señor cumplió con su ministerio y muerte. Además, Él mismo les había enseñado a los discípulos lo que tenía que acontecer. Esto es algo que encontramos bien declarado en Mateo 20:18 cuando leemos: “…He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte…”
Semana Santa – El pueblo rechazo y condeno al Señor
Otra razón por la que el pueblo término rechazando y condenando al Señor, fue porque Jesús no actuó de la manera que ellos deseaban, o esperaban que Él actuara. ¿Qué es lo que ellos deseaban y esperaban?
Este pueblo deseaba y esperaba a un guerrero; ellos deseaban a un hombre que dirigiera una revolución en contra del imperio romano; pero Jesús no llego para dirigir una revolución, sino que llego desenmascarando el pecado que existía en los líderes religiosos de ese entonces.
Esto es algo que queda bien ilustrado en las palabras de nuestro Señor Mateo 23:27 cuando leemos: “..!!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia…”
El pueblo esperaba que llegara un guerrero que dirigiría una revolución en contra del imperio romano para que no tuviesen que pagar más impuestos, pero envés de eso Jesús les enseño que continuaran pagando [10]. El Señor les dijo: “…Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios…”
Ellos esperaban a un guerrero que dirigiera una revolución en contra del imperio Romano y que unificara a los líderes y comunidades, pero envés de eso Jesús llego a Jerusalén revelando el pecado y la malicia que existía en el corazón de éste pueblo [11].
Ellos esperaban a un guerrero que dirigiría una revolución en contra del imperio Romano, pero la misión de nuestro Señor era mucho más superior que liberar a un solo pueblo de un imperio temporal.
La misión de nuestro Señor Jesús
La misión de nuestro Señor Jesús fue de liberar al hombre del reino de las tinieblas, algo que continua aún en nuestros días, pero que no continuara para siempre. Todo creyente fiel tiene la promesa de algo mucho superior a lo que se pueda encontrar aquí en la tierra; fíjense bien lo que nos dice la palabra de Dios en Apocalipsis 22:1-5 cuando leemos:
“…Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. 3 Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, 4 y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. 5 No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos…”
El pueblo de ese entonces y aún muchos hoy, no aceptan la verdadera identidad de nuestro Señor, y escogen aceptar doctrinas inventadas por el hombre. Pero, el día llegara cuando sucederá lo que encontramos en Mateo 24:27 cuando leemos: “…Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre…”, y lamentablemente para muchos éste día llegara muy tarde.
Esto no es algo que yo he inventado para asustar o intimidar a nadie. El Señor nos dice esto claramente en Mateo 24:30-31 cuando leemos: “…Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. 31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro…”
Semana Santa – ¡Hosanna! – La verdad de Dios
La pregunta que ahora debemos hacernos es: ¿por qué se le hace tan difícil al hombre aceptar la verdad de Dios? El pueblo de ese entonces, y muchos hoy en día, no aceptan la verdad de Dios porque muchos se acercan a Dios con una actitud incorrecta.
Muchos se acercan a Dios con la actitud de “¿Dios qué vas hacer tu por mi?” Pero como fieles creyentes, nosotros nunca podemos adoptar ésta actitud, sino que nuestra actitud siempre debe ser, “Dios que más puedo hacer yo para agradarte.”
Una de las razones por la que el hombre adopta la actitud incorrecta es porque el hombre confía más en lo que ve que en lo que lee; ciertamente éste fue el caso con el pueblo de ese entonces. Como les dije, el Señor cumplió más de 300 profecías encontradas en el Antiguo Testamento, y existe un gran peligro en confiar más en lo que vemos que en lo que leemos.
Digo esto porque cualquiera puede hacer un truco que nos deje sorprendidos o atónitos, y si no tenemos mucho cuidado, si no estamos parados firmes en la palabra de Dios, entonces podemos ser engañados.
Esto es algo que el Señor nos advierte claramente en Marcos 13:22 cuando leemos: “…Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos…” Esto por supuesto es algo que no es difícil encontrar en el mundo de hoy.
Existen muchos que claman venir en el nombre del Señor, pero que cuando tomamos el tiempo de explorar la doctrina, cuando tomamos el tiempo de comparar lo que representan y enseñan con la palabra de Dios, entonces pronto descubrimos la mentira. Así que dile a la persona que tienes a tu lado, cuidado.
Para concluir.
Inicialmente éste pueblo recibió al Señor en la ciudad como a un rey triunfante, pero su actitud pronto cambio. Ellos le recibieron diciendo “¡Hosanna!” Ellos le recibieron diciéndole “sálvanos ahora”, y a eso mismo es a lo que Él venía.
Él venía a ofrecerles la reconciliación con Dios y a salvarles de las manos del diablo, algo que era, y es, mucho superior a ser liberado de la opresión temporal del hombre. Pero ellos no aceptaron lo que Él les ofrecía, es como nos dice la palabra de Dios en Juan 1:10-11 cuando leemos: “…En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron…”
Te digo hoy, clama a Él y dile ¡¡Hosanna!! Señor mi Dios. Clama a Él y pronto recibirás un galardón mucho superior a lo que esperas o mereces. Clama a Él diciendo ¡¡Hosanna!!, confiando siempre en lo que Él nos dice en Juan 6:37 cuando leemos: “…Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera…”
Dale la bienvenida en tu vida en el día de hoy, y recíbele por quien Él es; Cristo es el Rey de Reyes, y Salvador triunfante. Cristo es quien que te entrega la victoria. Clama a Él hoy y dile ¡¡Hosanna!! Señor mi Dios.
[1] Juan 9:1-12; Mateo 9:27-34; Marcos 8:22-26
[2] Lucas 5:12-16; 17:11-19
[3] Mateo 4:24; 8:28-34; Marcos 5:1-20; Lucas 8.26-39
[4] Juan 11:38-44
[5] Éxodo 12:1-20
[6] Mateo 21:8
[7] Zacarías 9:9
[8] Diccionario Bíblico de Easton
[9] Marcos 15:15
[10] Mateo 22:17-21
[11] Mateo 21:12-13
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