Aparta el tiempo

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Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: Aparta el tiempo

Predicas Cristianas Texto Bíblico: Eclesiastés 3:1-11

Introducción

La semana pasada durante la apertura del servicio, la diaconisa hablo acerca del tiempo, y de forma indirecta me pidió que predicase de ese tema. Así que hoy deseo iniciar el servicio haciendo una pregunta.  ¿A cuantos aquí les alcanza el tiempo?

En esta era moderna en que vivimos, yo diría que el tiempo es una comodidad muy valiosa.  Es por eso que cuando pedimos algo de alguien, no es fuera de lo común escuchar “no puedo porque no me alcanza el tiempo.” 

Estoy seguro que esto es algo que muchos de nosotros, sino todos, hemos dicho en cierta situación.  Yo les puedo decir que yo lo he dicho no en una o dos ocasiones, sino en numerosas ocasiones.

Aparta el tiempo - Predicas Cristianas

Una cosa interesante acerca del tiempo es que ninguno de nosotros podemos hacer tiempo. En otras palabras, ninguno de nosotros podemos añadir ni un segundo a un minuto, ¿verdad? 

Y quizás esto mismo es lo que nos frustra en ocasiones, porque todos quisiéramos tener más tiempo, pero como les acabo de decir, el tiempo es de Dios y ninguno de nosotros podemos ni tan siquiera añadir un milésimo de segundo a nuestra vida [1].

Y es por eso que en ocasiones tal pareciera que el tiempo se está acortando. Pero la realidad es que el tiempo no se está acortando, sino lo que sucede es que hoy en día estamos más entretenidos, y/o distraídos que nunca, así que lo único que nosotros podemos hacer es manejar el tiempo, y es de esto mismo que deseo hablarles en el día de hoy. 

Aparta el Tiempo: Lectura Bíblica

Eclesiastés 3:1-11 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;  3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana? 10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. 11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

El tiempo para todo fue determinado por Dios  

Como les dije hace un momento, ninguno de nosotros podemos añadirle ni un milisegundo a un minuto.  Todos aquí recibimos la misma cantidad de tiempo.  Pensemos en esto por un breve momento y veamos si lo que les digo es verdad.

Hablando matemáticamente,  cada día tiene 24 horas, y cada semana nos trae 7 días.  Haciendo la matemática entonces podemos deducir que con cada semana recibimos exactamente 168 horas. 

Pero la pregunta que debemos hacernos es ¿qué hacemos con todo este tiempo?  Les puedo decir que se han hecho numerosas encuestas acerca de lo que las personas hacen con el tiempo, y deseo compartir con ustedes lo que se ha encontrado.

De las 168 horas que existen en una semana, las personas se pasan un promedio de 56 horas durmiendo.  Esto solo deja 112 horas a la semana.  De estas 112 horas,  las personas emplean un promedio de 28 horas comiendo y atendiendo a sus necesidades personales. 

Esto solo deja 84 horas en la semana.  De estas 84 horas las personas pasan un promedio de 40-50 horas trabajando.  Así que al hacer la matemática podemos ver que semanalmente a la mayoría de las personas nos queda un promedio de 34 a 44 horas semanales en la que podemos hacer lo que deseamos.

Para todos aquellos que piensan que no tienen el tiempo de hacer nada, creo que les acabo de encontrar el equivalente de casi una semana de trabajo semanalmente.  Pero la pregunta persiste, ¿qué hacemos con este tiempo? Me atrevo a decir que la mayoría de nosotros diríamos que nos pasamos ese tiempo resolviendo problemas.  Pero, ¿es esto una declaración verdadera?

Nos ocupamos más de nuestras ambiciones y deseos

El problema que existe es que la mayoría de nosotros nos ocupamos más de nuestras ambiciones y deseos, que de las cosas importantes.  Una vez que caemos en este plan, entonces se nos hace muy fácil menospreciar, o no lograr a entender y ver las bendiciones que Dios ha derramado en nuestra vida. 

Fíjense bien como lo dice aquí; “Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”. (vers. 11).

¿De qué bendiciones les hablo?  ¿Qué es lo importante en esta vida?  Hermanos, lo más importante en esta vida para nosotros debe ser Dios, inmediatamente seguido por nuestra familia. 

Pero lamentablemente, en numerosas ocasiones, ambas cosas ocupan un tercer o cuarto lugar en la vida de muchas personas.  Lamentablemente la mayoría del pueblo de Dios escoge satisfacer más los deseos y ambiciones que cumplir con Dios, y con la responsabilidad que Él nos ha entregado [2].

La fe de muchos, y el hogar cristiano han decaído en gran manera.   La razón principal por esto es porque las personas se han dejado cegar, y no pueden ver el tiempo que Dios les ha entregado.

La palabra de Dios nos dice “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”. (vers. 1).  Les digo en el día de hoy que es hora de encontrar el tiempo para servirle a Dios como Él desea que le sirvamos.  Aparte de Dios, el hogar es el lugar más importante que existe.  ¿Por qué?  Porque en el hogar es donde se inicia todo.

El hogar es dividido en dos secciones, nuestros hijos, y nuestro cónyuge.  Examinemos estas dos secciones.

Aparta el tiempo para nuestros hijos  

Pensemos en nuestra niñez, ¿qué aprendimos de nuestros padres?  Quizá algunos de nosotros no tuvimos el privilegio de ser criados conforme a la palabra de Dios; quizá algunos de nosotros tengamos malas memoria de nuestra niñez; pero de lo que sí estoy seguro es que todos aprendimos a ser adultos basados en los principios básicos de nuestros padres.

Es por eso que como padres tenemos que ser el ejemplo a seguir, y dedicarle el tiempo debido a nuestros hijos.  Ser un padre no es solo el hecho de proveerles con un techo, calzado y comida.  Ser un padre es mucho más de eso, ser un padre según Dios significa tomar el  tiempo para instruir a nuestros hijos [3].

Tenemos que tomar el tiempo para amoldar los corazones de nuestros hijos según Dios y no según las cosas de este mundo.  Nunca se nos puede olvidar que lo que sembremos en esos corazones será lo que les influirá por el resto de sus vidas [4]. Por supuesto que todo padre puede decir que este no es un trabajo nada fácil.  Digo esto porque en ocasiones todo padre tiene que tomar ciertas decisiones que no serán muy populares.

En ocasiones tendremos que castigar para corregir una mala conducta o acción, pero si no tomamos el tiempo para hacerlo, entonces no estamos cumpliendo con nuestra responsabilidad [5]. Tenemos que tomar el tiempo para enseñarles a nuestros hijos la palabra de Dios [6]. Tenemos que apartar el tiempo para enseñarles a respetar y amar a su prójimo; corrigiendo sus malas acciones para que en su madurez sean hombres y mujeres de Dios [7].

Hermanos, y algo que es de suma importancia es tomar el tiempo para amarles.  Una vez leí un artículo que decía que los niños deletreaban la palabra amor con las letras “T-I-E-M-P-O.”  ¿Por qué se preguntaran?  La respuesta es porque los niños no están interesados en los afanes de esta vida, los niños no están interesados en las ambiciones, ellos solo desean nuestra atención.

Así que tenemos que apartar el tiempo para demostrarle que le amamos, y este amor es demostrado cuando le dedicamos tiempo para jugar con ellos.  Este amor es demostrado cuando le dedicamos tiempo para escucharles.  Este amor es demostrado cuando le dedicamos tiempo y nos interesamos en sus actividades, nos interesamos en sus intereses, y compartimos en todo, aun cuando para nosotros sea algo infantil.

Aparta el tiempo para nuestro cónyuge

Para todo existe tiempo en este mundo, pero lamentablemente las estadísticas indican que tal parece que cuando llega a nuestro cónyuge, el tiempo nunca alcanza.  Es por eso que vemos como a diario los divorcios aumentan, es por eso que vemos como a diario las personas se separan.

Es por eso que vemos como a diario relaciones de muchísimos años se distancian.  ¿Saben cual es la mayor razón usada por las personas al separarse o divorciarse?  La mayor razón es que dicen que su pareja no los entiende, en otras palabras su pareja no le conoce.  ¿Por qué sucede esto?

Sucede porque no existe comunicación, o la comunicación es muy poca.  Sucede porque en la mayoría de los casos no se ha tomado el tiempo de conversar, no se ha tomado el tiempo de escuchar, no se ha tomado el tiempo para compartir. 

No permitas que esto suceda en tu matrimonio, toma el tiempo para demostrarle a tu pareja que le amas.  La palabra de Dios nos dice que existe “tiempo de amar….” (vers. 8). Ahora bien, deseo detenerme aquí por un breve momento y hacer una aclaración.

Muchas personas confunden el amor con relaciones conyugales, pero el verdadero amor es mucho más que todo eso.  El amor de que les hablo no puede ser demostrado en un acto físico.  El amor de que les hablo no puede ser demostrado por un simple placer temporáneo.  El amor de que les hablo es nuevamente deletreado “T-I-E-M-P-O.”

Tomemos el tiempo de demostrarle a nuestra pareja lo mucho que le amamos, y necesitamos. Tenemos que apartar el tiempo para demostrar nuestro amor honrándole y respetándole en todo momento. Mujer, ¿cómo puedes tu demostrarle tu amor a tu marido?  Lo puedes hacer respetándole y sometiéndote a él [8].

Hombre, ¿cómo puedes tu demostrarle tu amor a tu mujer?  El esposo le demuestra su amor a su esposa cuando le ama de la manera que se ama el mismo [9]. Apartemos el tiempo para demostrar nuestro amor ahora, porque para mañana puede ser muy tarde [10].

Aparta el tiempo para compartir, para conversar, para escuchar, y para disfrutar juntos en armonía las bendiciones que Dios derrama sobre su pueblo.  Aparta el tiempo para conocer mejor a tu pareja.  Como les dije hace un momento, todo toma inicio en el hogar, y el ejemplo que vean nuestros hijos, ese será el que seguirán.

Hasta ahora hemos visto la necesidad de apartar el tiempo para nuestra familia, es decir para nuestros hijos, y nuestro cónyuge.  Pero, ¿qué de lo más importante de todo?  ¿Qué debería ser lo más importante de todo?  Lo más importante de todo debería ser nuestra relación con Dios.

Dios tiene que ocupar el primer lugar en nuestra vida, porque de otra manera nuestras relaciones familiares no estarán fundadas en una base firme, y como todos sabemos toda construcción edificada en una base débil tarde o temprano se derrumbara. 

La palabra de Dios aquí nos dice: “sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin” (vers. 11).   Esta es una gran verdad, las personas no logran entender la obra que Dios ha hecho en nuestra vida.

Las personas no logran entender que no han llegado a los pies de Cristo por coincidencia, sino porque Dios así lo quiso [11].   Las personas no logran entender que fuimos escogidos para que el evangelio nos llegara, y penetrara. Las personas no logran entender que estamos llamados ha entrar en comunión con Dios, y con nuestros hermanos en la fe [12]. 

Aparta el tiempo para dedicarle a Dios  

Tenemos que apartar el tiempo para dedicarle a la iglesia.  Ningún cristiano puede decir que no necesita congregarse en su iglesia. La palabra de Dios está llena de lugares donde habla de «los unos a los otros»  [13]. Pero en numerosas ocasiones, lo primero que sufre y lo primero que es eliminado es la visita a la iglesia.

En numerosas ocasiones el hombre va corriendo tras el dólar todo poderoso, en vez de buscar al Dios todopoderoso.  Como les ilustre al inicio, por lo general existe un promedio de 34-44 horas en la que podemos hacer lo  que deseamos semanalmente. 

Mira ahora a tu alrededor, fíjate bien en todas las sillas vacías.  Basado en esta información visual, tal parece que dedicarle a Dios unas horas semanales es mucho que pedir, ¿verdad?  ¿Por qué sucede esto?

Esto sucede porque el hombre no se ha dado cuenta de las bendiciones que Dios ha derramado, esto sucede porque el hombre no logra entender lo que Dios desea con su vida. 

Todo esto sucede porque el hombre no esta tomando el tiempo para desarrollar una relación más intima con Dios.   Pero si no tomamos el tiempo de desarrollar una relación más intima con Dios, entonces se nos hará muy fácil racionalizar acciones o actitudes pecadoras a nosotros mismos.

La palabra de Dios nos llama a que nos congreguemos [14].  Existe una gran razón por esto.  Nosotros somos llamados a reunirnos, somos llamados a congregarnos para que nos podamos fortalecer los unos a los otros, para que podamos compartir nuestra fe, para que podamos compartir e impartir los dones que hemos recibido.

La falta de tiempo nunca debe ser una excusa para no asistir a la iglesia. El cansancio, nunca debe ser una excusa para no asistir a la iglesia.  Complacer un deseo de la carne, nuca debe ser una excusa para no asistir a la iglesia.  Tener que hacer los quehaceres de una casa nunca, debe ser una excusa para no asistir a la iglesia.  

Según surjan estos pensamientos en nuestra mente, tenemos que reconocerles por lo que son.  Tenemos que reconocer que son ataques del enemigo, que quiere que no crezcamos, y busca arrebatarnos las bendiciones que Dios desea entregarnos, y las que nos ha dado.

Para concluir

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” (vers. 1). ¿Has tomado el tiempo para dedicarle a Dios y a tu familia?  Te pregunto ahora, ¿cuándo fue la última vez que convocaste a tu casa a una oración? 

¿Cuándo fue la última vez que le dedicaste tiempo a Dios con tu familia para compartir Su palabra?  Estas no son preguntas para que nadie me las conteste, sino que son preguntas para reflexionar.

Quizás en tu mente dices, “no me alcanza el tiempo,”  pero si dices así, te digo en el día de hoy que si tienes el tiempo, solo tienes que manejarlo adecuadamente.  Tenemos que apartar el tiempo para orar con frecuencia [15]. 

Tenemos que apartar el tiempo para reunirnos y alabar a Dios [16].  Tenemos que apartar el tiempo para enseñar a nuestros hijos a vivir vidas rectas y en santidad.  Hermanos no podemos considerarnos parte del cuerpo de Cristo si no estamos sirviéndole de esta manera.  No podemos considerarnos cristianos si solamente oramos cuando llegamos a la iglesia.

No podemos considerarnos cristianos si solamente alabamos y bendecimos su santo nombre al entrar por las puertas del templo.  Como les dije al inicio, la ambición y el apetito por los placeres temporarios de este mundo consumen una gran porción de nuestro tiempo. 

Es muy triste decirlo, pero las estadísticas comprueban que muchos permiten que sus ambiciones y apetito por los placeres de este mundo tomen el primer lugar en su vida.  Esto es algo que nunca debería ser [17].

Muchos son los que se preocupan más en el obtener éxito en su carrera o profesión, que en vivir vidas según Dios.  Muchos son lo que comprometen sus principios y fundamentos cristianos por el amor al dinero [18]. 

Estamos viviendo en tiempos muy malos, estamos viviendo en tiempos cuando la maldad se ha multiplicado grandemente, estamos viviendo en tiempos peligrosos [19].

Todo tiene su tiempo,” nos dice la palabra de Dios.  Yo te digo en el día de hoy, aparta hoy el tiempo para dedicarle a Él.  Aparta hoy el tiempo para dedicarle a tu familia.  Aparta hoy el tiempo para educar a tus hijos. 

Aparta hoy el tiempo para demostrarle tu amor a tu pareja.  Aparta hoy el tiempo para fortalecerte en el poder de Dios.  El tiempo existe, y “todo tiene su tiempo.”  Aparta hoy el tiempo para Dios, y recibirás todas Sus bendiciones en tu vida.

[1] Mateo 6:27
[2] Mateo 6:31-33
[3] Proverbios 22:6
[4] Lucas 6:45
[5] Proverbios 13:24
[6] Salmos 119:9-11; 2 Timoteo 3:16
[7] Proverbios 23:12-14
[8] Efesios 5:22-24
[9] Efesios 5:28-29
[10] Santiago 4:14
[11] 1 Corintios 1:9
[12] 1 Juan 1:3
[13] 1 Tesalonicenses 4:18; 5:11; Santiago 5:16
[14] Hebreos 10:25
[15] 1 Tesalonicenses 5:17
[16] Hebreos 13:15
[17] Colosenses 3:5
[18] 1 Timoteo 6:10
[19] Efesios 5:15-17

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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