Necesitamos Un Avivamiento

Predicas Cristianas – Predicaciones Cristianas

Hoy en día estamos viendo cosas suceder que nos dejan boquiabiertos.  Hoy en día estamos viendo como la violencia, la perversión, la corrupción, y la falta de principios morales continua tomando raíz en nuestra sociedad con gran intensidad.

Como les comente en una reciente predicación, ya no se puede ver series o programas en televisor sin que no veamos desnudez, desfachatez, la promoción de la violencia, asesinatos, inmoralidad, el homosexualismo, y de comportamientos incomprensibles. Y lo que está sucediendo es que la exposición continua a estas cosas causa insensibilidad en las personas.  La exposición continua a estas cosas les lava el cerebro a las personas y les conduce a pensar que todo esto es normal.

No sé cuantos de ustedes han estado atentos a las noticias, pero para los que no, permítanme informarles lo que sucedió en Duncan, Oklahoma, el viernes, 16 de agosto.  Según los informes oficiales policíacos, tres adolescentes, de 15, 16, y 17 años de edad, asesinaron a un jugador de béisbol Australiano al azar.

Los informes policíacos declararon que este hombre de 22 años de edad recibió un disparo fatal en la espalda, mientras corría a lo largo de una carretera después de visitar a su novia.  ¿Qué razón dieron estos adolescentes por este crimen tan horrible?

El jefe de la policía declaro que estos adolescentes asesinaron a este joven simplemente porque “estaban aburridos”. Uno de los sospechosos dijo a los oficiales que él y los otros chicos estaban aburridos y que habían seguido y matado a la victima por «el gusto de hacerlo» [1].

Para estos adolescentes fue completamente normal asesinar a una persona al azar, para divertirse o darse un gusto.  ¿En qué cabeza cabe esto?  Pero ahora debemos preguntarnos, ¿por qué vemos estas y las tantísimas muchas otras cosas que nos dejan boquiabierta suceder?

La respuesta a esta pregunta es muy fácil; la razón por la que estamos viendo estos actos de violencia, la corrupción, la inmoralidad, y la perversión que existe en el mundo de hoy es porque Dios, y los principios bíblicos han sido eliminados de la vida cotidiana de muchos.

¿Qué es lo que este mundo necesita desesperadamente? Lo que este mundo más necesita es un avivamiento.  Así que este será el punto principal de la predicación de hoy.  En nuestro estudio bíblico de hoy vamos a explorar lo que necesitamos para que se produzca un avivamiento, y determinar quiénes son lo que más lo necesitan.

2 Crónicas 7:14Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonare sus pecados, y sanare su tierra.  Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis iodos a la oración en este lugar.

Como les dije al inicio, estamos viviendo en unos tiempos donde suceden cosas tan horribles que nos dejan boquiabiertos.  Y una de las razones por la que vemos estas cosas suceder es porque la gran mayoría de los cristianos se han quedado dormidos en los bancos y las sillas de las iglesias. La mayoría de los cristianos están cómodamente sentados en los bancos y sillas de las iglesias, confiados en que son salvos, y no están dispuestos a hacerle frente a la guerra en la que nos encontramos [2].  ¿Quiénes son los primeros que necesitan avivamiento?

La respuesta a esta pregunta es fácilmente encontrada en las primeras palabras del versículo que estamos explorando hoy.  Los primeros que necesitan un avivamiento es el pueblo de Dios.  Fíjense bien que aquí dice: “…mi pueblo…” ¿Quiénes son el pueblo de Dios?  El pueblo de Dios es toda persona que se llama cristiano.

Pero lo que ha sucedido a través del tiempo es que con cada día que pasa, los cristianos hacen menos para la obra de Dios.  Como les dije hace un breve momento, la mayoría de los cristianos se han acomodado de tal manera que han dejado de luchar, y simplemente ven estas cosas como cosas que tienen que suceder antes del regreso de Cristo [3], las aceptan y se mantienen de brazos cruzados diciéndose: “no hay nada que pueda hacer para evitar estas cosas, así que para qué perder mi tiempo.”

La realidad es que no existe nada que alguien pueda hacer para evitar que lo que está escrito en la biblia suceda.  Nadie puede detener la Palabra de Dios, pero esto no significa ni implica que nos demos por vencidos y que hagamos nada.  Como cristianos nosotros tenemos la obligación de cumplir con la tarea que nuestro Señor Jesucristo nos ha encargado [4].

De no cumplir con lo que Jesucristo nos encargo, entonces no podemos decir que somos cristianos, porque no estamos cumpliendo con los mandamientos de Cristo [5].  Nadie puede detener lo que está escrito en la Biblia, pero si tenemos que cumplir con lo que se nos ha encargado.

La razón por la que el mundo se encuentra en la condición que se encuentra es porque los cristianos son los primeros que necesitan el avivamiento. 

Pero antes de que podamos recibir un verdadero avivamiento, y no un impulso para obrar según nuestro entusiasmo, existen tres condiciones que tenemos que cumplir.  ¿Qué condiciones tenemos que cumplir?

Primera condición: «…se humillare…» Como les dije y todos saben, los cristianos somos el pueblo de Dios.  Pero lo que les sucede a muchas personas es que el orgullo les impide que obren como Dios desea que obremos.  La realidad es que en la mayoría de los casos, nosotros NO nos humillamos ante Dios.  ¿Qué quiere decir humillarse antes Dios?

Humillarse ante Dios quiere decir que reconocemos y admitimos nuestros pecados, pero esto es algo que muchos no hacen.  Muchos no se humillan ante Dios, sino que justifican sus malas acciones en su mente, y su orgullo no les permite ver que lo único que están haciendo es engañándose a sí mismos [6].  El humillarse ante Dios es reconocerle y hacer Su voluntad en todo momento.

Algo que viene con el hecho de ser cristianos es la “Gran Comisión”.  Cuando aceptamos a Cristo como nuestro Rey Salvador, nosotros asumimos la responsabilidad de evangelizar al mundo. Pero si no estamos cumpliendo con lo que se nos ha encargado, entonces no podemos decir que estamos haciendo la voluntad de Dios.

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