La lengua es un fuego

La lengua es un fuego

Predicas Cristianas Prédica de Hoy: La lengua es un fuego

© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Santiago 3:1-12

Introducción

Me sucedió algo el otro día que deseo compartir con ustedes. Como todos saben, nuestro ministerio en el Internet tiene muy buen alcance, y mensualmente recibimos miles de visitas de personas en busca de sermones, predicas cristianas y estudios bíblicos basados en la sana doctrina.

Aunque no toda persona que visita la pagina toma el tiempo de escribirnos, y decirnos que han sido bendecidos por las predicas cristianas y estudios bíblicos que presentamos, siempre puedo contar en que los que se creen más santos que el santísimo, o como les llamamos, los santurrones, que siempre escriben para criticar y condenar.

Ahora bien, con lo que les acabo de decir yo no estoy diciendo ni implicando que el co-pastor o yo seamos los más sabios del mundo.

Al igual que todos aquí, nosotros podemos cometer errores; sin embargo, deseo que quede bien claro que nunca presentamos una predicación o estudio bíblico sin antes asegurarnos de que lo que les estamos diciendo está completamente basado en la biblia. Y como he dicho en numerosas ocasiones, no acepten nada de lo que decimos, sino pruébenlo a luz de la Palabra de Dios [1].

Fe en tiempos difíciles
Fe en tiempos difíciles .. Mensajes Cristianos

Pero todo esto es algo que toda persona que sigue nuestro ministerio, al igual que todos ustedes, conocen muy bien, así que déjenme llegar al punto.

Lo que me sucedió fue que uno de estos santurrones me escribió un email detallado, e insultante acerca de una predicación que leyó. Por lo que pude apreciar según el tono de su correspondencia, además de ser una persona maleducada (grosera) y de escaso conocimiento bíblico, esta persona es adventista del séptimo día, o legalista.

Digo esto porque esta persona trató de rebatir el contenido completo de un estudio bíblico, usando solamente un versículo.

Lo más interesante de todo es que el versículo que uso para condenarme, maldecirme, y decir que yo estaba “guiando a las personas al infierno”, fue un versículo que tomo completamente fuera de contexto histórico.

Y es exactamente por eso que a pesar de que muchos encuentran mis repasos históricos un poco aburridos, siempre tomo el tiempo de presentárselos. Los detalles históricos nos ayudan a entender y a poner en contexto lo que estamos estudiando. Ahora bien, normalmente yo no tomo el tiempo de contestar mensajes de esta índole, pero en esta ocasión no me pude resistir y le conteste.

Les puedo decir que hasta el día de hoy esa persona no me ha respondido, ya que en mi repuesta le demostré bíblicamente los errores que él había cometido. Pero ahora debemos preguntarnos, ¿por qué existen tantas personas así?

La lengua es un fuego, un mundo de maldad

La lengua es un fuego
La lengua es un fuego .. Predicas Cristianas

Santiago 3:1-12Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. 2 Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. 3 He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. 4 Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. 5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !!cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! 6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. 7 Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; 8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. 9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. 10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. 11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? 12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.

El libro de Santiago

Bueno, aquí voy con un breve resumen histórico para que entiendan bien el mensaje que Dios desea que escuchemos. La mayoría de los teólogos están de acuerdo que el libro de Santiago fue escrito por Santiago, el hermano de Jesús [2], quien aparentemente no creyó en la identidad de Jesús hasta después que el Señor se le apareciera después de la resurrección [3]. Lo que estaba sucediendo en ese entonces no es muy diferente a lo que esta sucediendo actualmente.

Lo que estaba sucediendo en ese entonces es que los creyentes judíos estaban plagados de problemas que estaban probando su fe, y Santiago estaba preocupado de que estaban sucumbiendo a la impaciencia, la amargura, el materialismo, la desunión y la apatía espiritual.

Así que el propósito de este libro no es doctrinal o apologético (defensa de personas o cosas), sino es práctico.  Santiago busca desafiar a los creyentes a examinar la calidad de su vida diaria en términos de actitudes y acciones.

La fe sin obras está muerta
La fe sin obras está muerta .. Predicas Cristianas

La lección principal de este libro es que el creyente reciba convicción de que una fe genuina produce cambios reales en la conducta y el carácter de una persona, y la ausencia de cambio es un síntoma de una fe muerta [4]. Manteniendo esto en mente continuemos ahora con nuestro estudio bíblico de hoy.

Regresemos ahora a la pregunta inicial; ¿por qué existen tantas personas que se llaman cristianos, que teniendo poco o ningún conocimiento o entendimiento bíblico, sin dificultad abren sus bocas para maldecir y ofender?

Maldecir y ofender

Creo que la respuesta a esta pregunta queda bien ilustrada en la declaración de Santiago aquí cuando leemos: “…Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. 2 Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo…

Y quiero que notemos muy bien lo que él dijo aquí: “…no os hagáis maestros muchos de vosotros…” ¿Por qué quiero que prestemos atención a esta pequeña frase? Deseo que prestemos atención a esta pequeña frase porque aquí está la respuesta a la pregunta.

La razón por la que existen tantos supuestos cristianos que maldicen y ofenden es porque se piensan maestros, pero en realidad no son maestros, sino papagayos.

Les llamo papagayos porque la gran mayoría de estas personas no han tomado el tiempo de estudiar y meditar en la Palabra de Dios, y solo se dedican a repetir las mentiras y falsas doctrinas que han escuchado.

La Palabra nos dice que: “…todos ofendemos muchas veces…”, así que todos aquí somos capaces de ofender a otra persona. Pero si lo que te ofende es la Palabra de Dios, eso no se llama ofensa, eso se llama convicción.

Como les dije, el propósito principal del libro de Santiago es de hacer a las personas reflexionar en su vida cotidiana, así que si te encuentras en una congregación y lo que se dice del púlpito te ofende, no te enojes y comiences a maldecir sino pon a prueba lo que has escuchado.

Recordando siempre lo que encontramos en Santiago 1:18-20 cuando leemos: “…Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. 19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios…

Pero, si lo que has escuchado no tiene fundación bíblica, no camines, ¡corre de ahí [5]! Pero repito, si lo que te ha ofendido tiene fundación bíblica, eso no es ofensa, eso es convicción del Espíritu Santo [6].

La lengua puede ser una fuente de bendiciones, o de maldiciones

Continuando con nuestro estudio bíblico leemos: “…Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !!cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!..” La realidad de todo es que la vida de una persona se refleja en su forma de hablar.

Recibiendo bendiciones
Recibiendo bendiciones .. Bosquejos Biblicos

La lengua puede ser una fuente de bendiciones, o de maldiciones. Fíjense bien en los versículos que vienen a continuación para que entiendan bien lo que les digo.

Aquí leemos: “…la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno…” Encuentro que la ilustración que Santiago usa aquí para describir la lengua es bien interesante y precisa.

Digo esto porque como todos sabemos, el fuego puede servir para el bien (cocinar, alumbrar, purificar, fundir, etc.), pero también puede servir para el mal (destruir). Un fuego forestal puede iniciarse con solo un fósforo (“…pequeño fuego…”), y dependiendo de las condiciones ambientales, puede destruir miles de acres forestal y fauna en poco tiempo.

La recuperación de este tipo de destrucción no es nada rápido, sino que puede tomar años de años; y en los eventos más severos, la destrucción causada no se logra superar, y el boque que una vez estaba vivo se convierte en un desierto. Y sin duda alguna, el legalismo y las falsas doctrinas han causado gran daño al Cuerpo de Cristo, y es por eso que existen tantos cristianos que en este mismo momento están vagando por un desierto espiritual.

La lengua puede completamente dominar como somos percibidos

La lengua puede completamente dominar como somos percibidos por otros, y quienes realmente somos. Fíjense bien como esto es algo que Santiago alude cuando nos dice: “…Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. 10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así…” Pensemos en esto por un momento.

¿Cómo seremos percibidos por otros si de nuestra boca solo salen groserías, malas palabras, insultos y maldiciones? ¿Qué impresión o ejemplo estamos dándole al mundo al actuar de esta manera?

Cuando somos honestos con nosotros mismos, reconocemos que actuar de esta manera no representa a Cristo, sino al infierno. Digo esto porque todo cristiano fiel ha escuchado estudios bíblicos y predicas cristianas acerca de este asunto, y conoce muy bien lo que encontramos en Efesios 4:29 cuando leemos: “…Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes…” ¿Qué significa palabras corrompidas?

Palabras corrompidas son todas esas cosas que con frecuencia decimos que no edifica al oyente, sino que suele abochornar u ofender a la persona.

Palabras corrompidas
Palabras corrompidas

Tenemos que darnos cuenta que las palabras corrompidas nunca demuestran nuestra devoción a Dios, sino que demuestran que algo muy profundo en nosotros no anda bien.

Es como nos dice la Palabra aquí cuando leemos: “..¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? 12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce…” Dile a la persona que tienes a tu lado: cuida tus palabras.

Ahora bien, como también leemos en nuestro estudio bíblico de hoy, “…todos ofendemos muchas veces…” ¿Qué significa esto? Esto nos deja saber claramente que ninguno de nosotros somos perfectos; sin excepción de personas todos somos imperfectos [7].

Pero el hecho de que no somos perfectos nunca puede utilizarse como excusa para actuar mal [8]. Todos cometemos errores, todos en ocasiones nos dejamos dominar por la carne, y decimos cosas que ofenden e hieren.

La semana pasada, después del servicio me puse a conversar con un hermano de la congregación, y no sé cómo fue que caímos en el tema acerca de la lengua y las conversaciones. Si me matan ahora mismo, no les puedo decir ni un detalle acerca de lo que él me dijo, pero si les puedo decir que durante la conversación me dijo: “¿pero tú piensas que el diablo lleva aquí poco tiempo? Hay veces que él usa a los cristianos para decir cosas.”

Y este hermano tiene razón al decir esto, y es algo que Santiago nos deja ver aquí cuando leemos: “…y ella misma es inflamada por el infierno…” Es por esta razón que los cristianos fieles siempre debemos tener cuidado al hablar.

Como cristianos fieles no podemos darle espacio al diablo para que hable a través de nosotros. Como cristianos fieles no podemos adoptar las costumbres del mundo, hablando y contestando con groserías y maldiciones. Recordemos siempre la advertencia que encontramos en 1 Corintios 15:33 cuando leemos: “…No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres…

Para concluir

En nuestro estudio bíblico de hoy encontramos que Santiago nos dice: “…pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal…

Como les dije, todos sin excepción de uno, cometemos errores; ninguno de nosotros podemos completamente domar la lengua. Esto es más o menos como lo que en ocasiones sucede en los circos y espectáculos con animales salvajes.

Aunque los domadores toman horas de horas en domar a los animales que usan en su espectáculo, en ocasiones algo sucede dentro del animal y se reviran y atacan al amo.

Lo mismo sucede con nuestra lengua, en ocasiones le permitimos al diablo que hable a través de nosotros, y lo que sale de nuestra boca siempre es: “…veneno mortal…” Lo que sale de nuestra boca es un “…pequeño fuego…” capaz de completamente destruir el testimonio de Cristo, y la fe de una persona, dejándole entonces en un desierto espiritual.

Todos cometemos errores y somos imperfectos. ¿Qué podemos hacer al reconocer que hemos actuado mal? Lo primero que tenemos que hacer es pedirle perdón a Dios, ya que esta conducta no es algo que le agrada, y orarle pidiendo que nos fortalezca para evitar que hagamos lo mismo [9]. Segundo, pedirle perdón a la persona que hemos ofendido [10].

A todos se nos pueden ir cosas que ofenden o abochornan, especialmente en momentos de ira o estresantes, y en ocasiones como estas, antes de contestar tenemos que detenernos, respirar profundamente, y pensar en lo que vamos a decir.

No permitas que el diablo ponga palabras en tu boca, sino que siempre ten en mente las predicas cristianas y estudios bíblicos que has escuchado las cuales te llaman al amor [11].

 [1] 1 Juan 4:1
[2] Mateo 13:55; Marcos 6:3; Gálatas 1:19
[3] Juan 7:1-5; 1 Corintios 15:1-8
[4] The Wilkinson & Boa Bible Handbook
[5] Gálatas 1:7-9
[6] Juan 16:13; Romanos 15:17-19; Hebreos 13:6-8
[7] Romanos 3:23
[8] Romanos 6:1-2
[9] Salmo 141:3-4
[10] Mateo 5:21-24
[11] Marcos 12:30-31

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