Yo creo en Dios, a mi manera

Predicas Cristianas – Predicaciones Cristianas

Una gran realidad es que a pesar de que el verdadero cristianismo no es practicado por un gran grupo de personas, hoy en día existe un gran promedio de personas que proclaman creer en Dios.

Digo esto porque cuando cumplimos la misión que Jesucristo nos ha encomendado, no es difícil escuchar como una gran mayoría de personas nos responden al hablarles de la biblia diciendo que ellos creen en Dios.

No es difícil encontrar que se nos diga: yo creo en Dios pero a mi manera; pero esta respuesta no es algo bueno. ¿Cuántos han escuchado esa respuesta cuando le hablan a alguien de Jesucristo y la Biblia? Lo triste y lamentable de todo es que el promedio de personas que afirman creer en Dios, pero a su manera, continúa aumentando. Ahora debemos preguntarnos, ¿por qué está sucediendo esto?

Una de las razones principales por la que el promedio de personas que declaran creer en Dios, en realidad no creen en el Dios revelado en la Biblia, es porque a través del tiempo el hombre, inspirado por el enemigo de las almas, ha corrompido la Palabra de Dios.

Esto es algo que podemos ver claramente reflejado en las divisiones que existen entre las iglesias cristianas, como explico el pastor la semana pasada. Y no hablemos de las sectas y diferentes grupos que aunque no pertenecen a una institución en particular, creen que existe un ser superior.

Desde un punto de vista cristiano ahora debemos preguntarnos, ¿qué tan mal o tan bien están las personas que creen en Dios a su manera? ¿Por qué es que existen tantos que piensan así? ¿Es posible creer en Dios a nuestra manera y agradarle a la misma vez? Estas serán las preguntas que enfocaremos en nuestro estudio bíblico hoy. Pasemos ahora a la Palabra de Dios.

Salmos 14:1-7 Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien. 2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. 3 Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 4 ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad, Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, Y a Jehová no invocan? 5 Ellos temblaron de espanto; Porque Dios está con la generación de los justos. 6 Del consejo del pobre se han burlado, Pero Jehová es su esperanza. 7 !!Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo, Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.

Hagamos ahora un brevísimo repaso de historia, para entender mejor el mensaje que Dios tiene para nosotros hoy. Después de ser ungido por Dios como el Rey de Israel, desde muy temprana edad, a David le toco pasar por diferentes y grandes pruebas de fe, y aun después de asumir el trono, las pruebas no se detuvieron [1].

Además de esto, a pesar de que David fue un gran rey, él no fue un hombre absolutamente perfecto [2]. Digo esto porque en momentos de su vida, David permitió ser dominado por los deseos y placeres de la carne.

En su relación adultera con Betsabé, David repentinamente rompió cinco de los mandamientos de Dios [3]; y es por eso que digo que David no fue un hombre absolutamente perfecto. Pero lo que hizo a David recto ante los ojos de Dios es que David reconoció sus errores, y se arrepintió de ellos. ¿Por qué les he dicho estas cosas?

Les he mencionados estos breves detalles acerca de David porque quiero que quede bien claro, que a todos nos tocara pasar por diferentes pruebas de nuestra fe, y que ninguno de nosotros somos absolutamente perfectos. Si algo hemos aprendido a través del tiempo en los estudios bíblicos y predicas cristianas es que en ocasiones nuestra fe nos falla. Y la razón principal por esto es porque nos dejamos llevar por los placeres e impulsos de la carne; en otras palabras, nuestra carne es débil [4]. Manteniendo estos breves detalles en mente, continuemos ahora con nuestro estudio bíblico de hoy.

Lo primero que encontramos aquí es que David dice: “…Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien. 2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. 3 Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno…”

Estos pequeños versículos describen muy bien el tema principal de hoy. Digo esto porque cuando tomamos el tiempo de fijarnos en nuestro alrededor, creo que todos aquí nos daremos cuenta que estamos rodeados de personas que se han corrompido, y que hacen cosas abominables. Y una de las mayores causas por la que esto sucede es porque la preferencia a los deleites carnales ha remplazado al Dios de la Biblia.

La preferencia a los deleites carnales ha remplazado a como Dios llama al hombre a vivir [5].

La preferencia a los deleites carnales es lo que ha conducido a muchos, y desdichadamente continuara conduciendo a muchos a creer en Dios a su manera, y no de la manera que Dios se revela en la biblia. Y creer en Dios a nuestra manera es algo que al final solo producirá dolor y sufrimiento. El ejemplo primordial de esto es lo que le sucedió a David, cuando él decidió creer en Dios a su manera.

¿Por qué digo que David en un momento de su vida decidió creer en Dios a su manera? Lo digo porque David conocía muy bien las leyes de Dios. David conocía muy bien el poder, misericordia, soberanía, y majestad de Dios.

David había experimentado todas estas cosas en su vida, pero a pesar de todo esto, a pesar de todo su conocimiento y experiencia, David deliberadamente rompió por lo menos cinco de los mandamientos de Dios cuando entro en una relación adultera con Betsabé. Y debido a esto, David incurrió gran dolor y sufrimiento [6].

Continuando con nuestro estudio bíblico leemos: “..¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad, Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, Y a Jehová no invocan? 5 Ellos temblaron de espanto; Porque Dios está con la generación de los justos. 6 Del consejo del pobre se han burlado, Pero Jehová es su esperanza…”

Estos pequeños versículos también sirven para ilustrar muy bien la condición de la iglesia hoy en día. Digo esto porque existe un gran número de supuestos pastores, maestros, diáconos, etc. ect., que no aparentan tener discernimiento entre la iniquidad y la verdad de Dios. Existe un gran grupo de supuestos líderes cristianos que como nos dicen estos versículos aquí: “…devoran a mi pueblo como si comiesen pan, Y a Jehová no invocan…”

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