¿Qué es el ayuno?
Predicas Cristianas – Predicaciones Cristianas
La semana pasada enfoque la predicación en las traducciones de la biblia, y vimos como la verdad de Dios esta siendo lentamente cambiada. Y si se recuerdan, unas semanas atrás hablamos acerca del ayuno y oración, y les dije que hablaríamos más acerca de este tema.
De hecho, una de las palabras que fue deliberadamente omitida de algunas de las traducciones de las biblias modernas es la palabra ayuno [1]. ¿Por qué eliminaron esta palabra?
La palabra ayuno fue eliminada porque el ayuno es una de las armas más poderosas que los cristianos poseen; y es exactamente por eso que hoy vamos a explorar la importancia y poder de esta arma.
La razón principal por la que escogí este tema es porque existen muchos cristianos, que no saben, o que simplemente ignoran, esta arma tan poderosa que tenemos en nuestro arsenal. ¿Por qué existen tantos cristianos que desconocen de esta arma, o que simplemente la ignoran?
Una de las razones principales por lo que muchos desconocen acerca de esta arma, o simplemente ignoran el poder que existe en ella, es que no han prestado atención a lo que han escuchado, o quizás nunca han tomado el tiempo de buscar estudios bíblicos y predicas cristianas acerca de este tema. Y esto es algo que sucede debido a que el concepto de hacer un sacrificio voluntario casi no existe en la sociedad moderna.
Digo esto porque la realidad de todo es que la sociedad y cultura moderna es bastante egoísta; en otras palabras, la mayoría de las personas (incluyendo a muchos cristianos), raramente piensan en Dios, y conducen una vida buscando gratificación y placer.
Un buen promedio de cristianos se han acomodado en su fe de tal manera, que sin darse cuenta se han apartado de los principios básicos del cristianismo, y del poder que existe en el evangelio de Jesucristo y la Palabra de Dios.
Así que en el día de hoy vamos a explorar el significado e importancia del ayuno, y los diferentes tipos de ayunos que podemos hacer.
Hoy vamos a aprender a usar esta arma espiritual que tenemos guardada en nuestro arsenal, para comenzar a usarla.
Isaías 58:1-8 – Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. 2 Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios. 3 ¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores. 4 He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto. 5 ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová? 6 ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? 7 ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? 8 Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.
Antes de proceder con nuestro estudio bíblico de hoy, hagamos ahora un breve repaso de historia para mejor conocer a este hombre llamado Isaías. Isaías existió cuando el pueblo de Dios estaba dividido en dos reinos; Israel era el reino del norte y Judá era el reino del sur. El reino del norte había pecado contra Dios grandemente, y el reino del sur estaba en el mismo camino.
Un breve estudio bíblico de lo que estaba aconteciendo en ese entonces nos demuestra que el pueblo escogido de Dios, se había nuevamente rebelado contra Él. La depravación moral, corrupción política, injusticia social, y especialmente la idolatría espiritual abundaba entre ellos, e Isaías continuamente le advertía al pueblo de Judá el juicio pendiente de Dios debido al camino en que andaban.
Una buena ilustración de lo que les acabo de decir lo encontramos en Isaías 1:2-4 cuando leemos: “…Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. 3 El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento. 4!!Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás…”
Pero no obstante las advertencias del profeta, este pueblo no dejaba de pecar. El resultado final fue que Judá eventualmente fue derrotado por Babilonia y fueron llevados cautivos y hechos esclavos. En otras palabras, se cumplió lo que el profeta les había anunciado Isaías 39:6-7 cuando leemos: “…He aquí vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo que hay en tu casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy; ninguna cosa quedará, dice Jehová. 7 De tus hijos que saldrán de ti, y que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia…”
¿Por qué debemos conocer estos detalles? La razón por la que debemos tener conocimiento de estos detalles es porque en ellos, podemos claramente ver el estado y condición espiritual en la que se encuentra el mundo, y un buen promedio de los cristianos.
Digo esto porque Dios continua hablándole al hombre a través de Su palabra, pero el hombre completamente ignora o simplemente cambia la verdad de Dios por la conveniencia. Así que manteniendo estos brevísimos detalles históricos en mente, continuemos ahora con nuestro estudio de hoy.
Ahora debemos preguntarnos, ¿qué es el ayuno? Por definición, el ayuno, o ayunar, es abstenerse de alimentos [2]. Pero el ayuno bíblico significa mucho más que abstenerse de alimentos. El ayuno bíblico es una poderosa arma a nuestro alcance, y es la única arma que podemos usar para derrotar los ataques más poderosos del enemigo. Esto algo que Jesucristo nos enseño cuando sano al muchacho endemoniado [3].
¿Se acuerda alguien de lo que Jesucristo le dijo a sus discípulos, cuando los encontró rodeados por la multitud y discutiendo con los escribas, porque ellos no habían podido liberar al joven del espíritu inmundo? Para los que no se acuerdan, Jesús les dijo: “…Pero este género no sale sino con oración y ayuno…” (Mateo 17:21). En ese momento ellos luchaban en contra de un espíritu inmundo que no habían confrontado previamente, un espíritu inmundo poderoso, y las oraciones no eran suficientemente fuertes, sino que tenían que ser acompañadas por el ayuno.
Para que entiendan mejor esto, fijémonos en un detalle de lo que el Señor nos dice que el ayuno y oración son capaces de hacer. En el versículo seis del estudio bíblico de hoy encontramos que se nos dice: “…¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?..” Dile a la persona que tienes a tu lado: el ayuno te libera.
Normalmente cuando las personas hablan de lo que es ayunar, lo primero que viene a la mente de las personas es dejar de comer por completo; pasar hambre. Sin embargo, el ayuno no es pasar hambre, el verdadero ayuno es humillarse ante Dios. El ayuno es para que nos demos cuenta de nuestra completa dependencia de Dios, y es un ejercicio de dominio propio. Y ejercer dominio propio es esencial para poder caminar según el espíritu, y no según los impulsos de la carne.