Propuso en su corazón
Predicas Cristianas – Predicaciones Cristianas
Una cosa que he mencionado repetidamente a través de mi tiempo ministrando, es que cuando llegamos a los caminos de Dios, entonces no podemos continuar siendo de la misma manera que éramos.
En otras palabras, nuestra manera de pensar, hablar, y actuar tiene que ser completamente diferente; y esto es algo que los estudios bíblicos y predicas cristianas basadas en la sana doctrina nos dejan saber claramente [1].
Pero la realidad es que este cambio tan drástico que todo cristiano fiel está llamado a hacer, en ocasiones puede causar dificultades y sufrimiento. ¿Por qué digo esto?
La razón por la que digo que el cambio que todos tenemos que hacer en ocasiones causa dificultades, y o produce sufrimiento, es porque la mayor parte de nuestra sociedad está compuesta de personas conformistas, y desdichadamente esto no es algo que solo se aplica a las personas que todavía viven en el mundo, sino que el conformismo también puede ser encontrado en la iglesia de hoy.
Y es por esa razón que muchos esperan que todos nos conformemos con lo que sucede a nuestro alrededor. Muchos esperan, y en ocasiones demandan, que no alcemos nuestras voces en oposición a las falsas enseñanzas, religiones paganas, y abominaciones a Dios.
Muchos esperan, y demandan, que abrasemos y aceptemos lo que muy bien sabemos no le agrada a Dios.
Pero como verdaderos y fieles cristianos, todos sabemos que nosotros no estamos llamados a conformarnos al mundo, sino que el mundo está llamado a conformarse a Dios [2].
Desdichadamente, existen muchos que o no han escuchado que un cambio radical tiene que suceder en su vida, o simplemente han decidido ignorar los mensajes cristianos que escuchan. Esto es algo que sucede porque ser completamente diferentes toma mucho valor, y no todos tienen la valentía de serlo.
También sucede porque existen muchas personas que se rinden a la presión social, después de todo, es mucho más fácil flotar en la corriente, que nadar en contra de ella.
Pero como he repetido, nosotros no estamos llamados a conformarnos a este mundo, así que este será nuestro tema para el día de hoy. Hoy vamos a explorar lo que significa ser diferentes, y las consecuencias que nuestra fidelidad produce.
Daniel 1:8-15 – Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse. 9Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos; 10y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi señor el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza. 11 Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías: 12 Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. 13 Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas. 14 Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días. 15 Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey.
Para tener un mejor entendimiento del mensaje que Dios tiene para nosotros en el día de hoy, nos será necesario hacer un breve resumen de historia, y estar consientes de algunas de las costumbres de ese entonces. Los estudios bíblicos nos revelan, que el ministerio y vida de Daniel cubrieron los setenta años de la cautividad de Judá por Babilonia.
Los estudios bíblicos también nos enseñan que Daniel fue entre uno de los escogidos del linaje real de los príncipes, quien el rey ordeno fuesen llevados a Babilonia para servirle [3].
Pero antes de que pudiesen servir al rey, Daniel y sus compañeros primero tendrían que pasar por un riguroso entrenamiento. Y dicho entrenamiento estaba diseñado con el propósito de cambiarles su identidad judía [4]. Sus nombres fueron cambiados, su dieta seria cambiada, y se les demandaría que hiciesen o formaran parte de lo que ellos bien sabían eran abominaciones a Dios.
¿Por qué es necesario que conozcamos estos breves detalles históricos? La razón por la que todos debemos estar muy consientes de estos detalles, es porque en ellos, encontramos el propósito del rey de ese entonces, y también el propósito de nuestro enemigo hoy en día.
Al igual que el rey Nabucodonosor quería cambiar a Daniel y sus compañeros a que se conformaran a las leyes babilónicas, para que perdieran su identidad judía, el enemigo de las almas desea hacer lo mismo con los cristianos.
El enemigo de las almas desea que los cristianos se conformen a las condiciones y demandas del mundo, y que ignoremos por completo lo que Dios nos revela a través de los estudios bíblicos y predicas cristianas. Así que manteniendo estos brevísimos detalles en mente, continuemos ahora con nuestro estudio bíblico de hoy.
En el versículo ocho encontramos que se nos dice: “…Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse…” Dile a la persona que tienes a tu lado: Daniel propuso en su corazón. Ahora imaginémonos esta escena.
Aquí tenemos a un joven, que después de ser arrebatado de su tierra y llevado a la esclavitud, está completamente desafiando las órdenes del rey. Y demás está decir que desafiar las órdenes del rey, en la mayoría de los casos les costaba la vida a las personas.
Sin embargo, el conocimiento de las leyes y castigos de ese entonces no detuvieron a Daniel. ¿Por qué no lo detuvieron? La respuesta a esta pregunta es fácil; Daniel se propuso en su corazón permanecer fiel a Dios.
Daniel no estaba dispuesto a conformarse a la situación en la que se encontraba. Daniel no estaba dispuesto a perder su identidad [5]. Todo cristiano tiene mucho que aprender de estos acontecimientos históricos.
Digo que todos tenemos mucho que aprender de estos acontecimientos históricos porque a muchos de nosotros, de vez en cuando, se nos olvida nuestra identidad. En muchas ocasiones estamos tan enredados en los eventos y situaciones que nos rodean, que ignoramos o se nos olvida, que los cristianos somos el pueblo escogido de Dios [6], y como cual, los cristianos tenemos que ser muy, pero muy diferentes de aquellos que nos rodean, a pesar de las situaciones o eventos que nos rodeen.