El arca de Salvación
Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Predica de Hoy: El arca de Salvación
Predicas Cristianas Texto Bíblico: Génesis
Introducción
¿Cuántos han tomado el tiempo de examinar la historia de Noé? Muchas personas no toman el tiempo de leer estudios bíblicos basados en este tema, ya que se conforman con saber lo esencial. Esto es, que Noé creó un arca según Dios le mandó, y que después vino el diluvio. Pero la realidad de todo es que en la historia de Noé existen varios elementos que nos demuestran cómo conducir una vida cristiana victoriosa.
Debido a que el tiempo que compartimos es limitado, no les leeré los capítulos Génesis del 6 al 9 , cuales son los capítulos que tratan con la historia de Noé, sino que usaremos los versículos claves que nos revelaran el mensaje que Dios tiene para nosotros hoy.
Pero si no han leído la historia completa de de Noé, les pido que no se conformen con el conocimiento básico, sino que les recomiendo que la lean la historia completa en su tiempo de meditación.
Cuando leemos el principio del capítulo seis de Génesis, no es difícil llegar a la conclusión que las condiciones en la que se encontraba el mundo en los días de Noé, no eran muy diferentes a hoy en día. El principio del capítulo seis de Génesis nos enseña claramente que el hombre de ese entonces, al igual que el hombre de hoy en día, se había rebelado en contra de Dios [1].
El hombre no le había dado a Dios el lugar que Él se merece, y la maldad que existía en la tierra era tan grande, que llegó el momento cuando “…se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón…” (Génesis 6:6).
El arca de Salvación – Dios encontró a Noé
Pero de todas las personas en el mundo, Dios encontró a una persona que le amaba, y le honraba. Dios encontró a Noé. Fíjense bien en lo que encontramos en Génesis 6:8 cuando leemos: “…Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová…” Es en este pequeño versículo que encontramos lo esencial para nuestro caminar cristiano.
Digo esto porque la realidad de todo es que en este mundo en que vivimos, es bien fácil perder la esperanza. Entre las presiones sociales y las políticas establecidas por el hombre, que completamente desafían, y deliberadamente van en contra de la voluntad de Dios, en ocasiones no es difícil caer, o ceder a la corriente de maldad que corre por el mundo.
Es fácil rendirnos a las presiones que ejerce el mundo en nuestra vida, pero como he repetido en numerosos estudios bíblicos, y predicas cristianas, los cristianos nunca podemos permitir que las circunstancias que nos rodean, o la presión política social, nos desvíen del camino de Dios [2].
¿Cómo podemos evitar ser descarriados?
La respuesta a nuestra pregunta es fácilmente encontrada en las cualidades de Noé. Así que examinemos ahora las cualidades que demostró Noé, las cuales causaron que este simple hombre hallará gracia en los ojos de Jehová.
La primera cualidad que Noé demostró es que era un hombre justo. Esto es algo que vemos claramente declarado en Génesis 6:9 cuando leemos: “…Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé…” Pero, ¿qué quiere decir esto? ¿Qué significa ser un hombre justo?
Bueno, si leemos el versículo por arribita, no nos damos cuenta que este versículo define claramente lo que significa ser un hombre justo. ¿No se dieron cuenta? Fíjense bien en lo que acabamos de leer; aquí vemos que la palabra de Dios nos dice: “…con Dios caminó Noé…” Dile a la persona que tienes a tu lado: camina con Dios.
Hermanos, a pesar de que Noé vivía en un mundo corrupto y lleno de maldad, él nunca se apartó de la presencia de Dios.
Noé no se conformó a las condiciones del mundo, sino que se aparto de todas esas cosas que desagradaban a Dios. Y esto mismo es lo que Dios espera y demanda de todo cristiano [3]. Si queremos hallar gracia en los ojos de nuestro Dios, lo primero que tenemos que hacer es separarnos de las cosas de este mundo.
El primer paso ha dar para ser hombres justos, es caminar con Dios en todo lo que hacemos.
Esto quiere decir que no obstante la circunstancia o situación, Dios tiene que ocupar el primer lugar en nuestra vida. Esto quiere decir que en muchas ocasiones tendremos que negarnos a nosotros mismos, al igual que hicieron los discípulos de Jesús [4]. ¿Por qué negarnos a nosotros mismos?
Tenemos que negarnos a nosotros mismos porque la carne, es decir, el deseo desordenado, y el placer, en muchas ocasiones nos descarrían de los caminos de Dios, y producen que la ira de Dios se encienda [5]. Es decir, produce que tropecemos con cosas que nos causan dolor, sufrimiento, tristeza, y en muchas ocasiones confusión.
El arca de Salvación – Dios, no es Dios de confusión
Ahora bien, antes de proceder deseo que quede bien claro que Dios, no es Dios de confusión [6]. La palabra de Dios es constante y perfecta en todo sentido. En la palabra de Dios no hay contradicciones ni errores. Dios no se confunde o causa confusión. Pero en muchas ocasiones el pueblo de Dios tropieza con cosas que nos hacen dudar de nosotros mismos, y hasta podemos dudar de la propia existencia de Dios.
En muchas ocasiones llegamos a pensar que Dios se ha olvidado de nosotros, y una vez que esto sucede, entonces nos rendimos a la tentación, y caemos nuevamente en una vida de pecado. Una vez que esto sucede dejamos de caminar con Dios, y volvemos a los caminos que nos conducen a la perdición.
Nos desviamos del camino estrecho y nos encontramos en el camino ancho que solo conduce a los brazos del enemigo [7]. Estoy seguro que todo lo que les he dicho hasta ahora, son cosas que todos conocían. También estoy seguro muchos ya se deben estar preguntando ¿cómo podemos mantenernos justos? La respuesta a esta pregunta es fácil de encontrar.
¿Cómo podemos mantenernos justos?
Cuando leemos lo acontecido en el tiempo de Noé, vemos que Dios le dio una misión a cumplir. Dios le instruyó a que construyera un arca, porque Él iba a destruir todo lo que habitaba en la tierra con un diluvio [8]. Ahora preguntémonos, ¿qué hizo Noé? Hermanos, Noé no titubeó, él no dudo. Esta es la segunda cualidad de Noé, él estaba atento a la voz de Dios.
El arca de Salvación – Atentos a la voz de Dios
Y esto es algo imprescindible en la vida de todo cristiano, tenemos que escuchar y no simplemente oír, lo que Dios nos dice a través de los estudios bíblicos y prédicas cristianas que se nos presentan. Dile a la persona que tienes a tu lado: escucha lo que Dios te dice.
Si no estamos prestando atención a lo que Dios nos dice y advierte, entonces no recibiremos las bendiciones que él tiene para nosotros. Si no estamos dispuestos a escuchar y obedecer, entonces no seremos hallados justos en los ojos de Dios.
Sin embargo, cuando estamos atentos a la voz de Dios, cuando somos obedientes, cuando estamos dispuestos a caminar con Dios, entonces Dios se glorifica en nuestra vida. Hermanos, el hombre justo sabe exactamente lo que debe hacer y más importante lo que tiene que hacer. El justo no duda de la voluntad de Dios, el justo no cuestiona lo que Dios ha mandado.
Hace un tiempo atrás leí una ilustración que sirve para mejor ilustrarles el punto que deseo hacer.
Resulta ser que había un cristiano que diariamente le oraba a Dios pidiéndole que le revelara Su voluntad en su vida, y que le guiara a quien debía evangelizar. Después de unos días de oración, este hombre se montó en el bus, como acostumbraba hacer para ir al trabajo.
Pero ese día el bus estaba vacío, solo él y el chofer lo ocupaban. Después de varios minutos de viaje el bus hizo una parada, y se montó un hombre y se sentó en el asiento al lado del cristiano, cuando de buenas a primeras comenzó a gemir y a llorar.
Este extraño gemía y lloraba diciendo: «mi sufrimiento es grande, ¿cómo puedo recibir la paz? Necesito de Dios, pero Él no me escucha, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?»
Entonces el cristiano calmadamente cerró sus ojos y comenzó a orar diciendo «Señor, ¿qué debo hacer? Envíame una señal.»
¿Se pueden imaginar lo que hubiese sucedido si Noé hubiera hecho lo mismo? Pero no fue así, en Génesis 6:22 encontramos que la Palabra nos dice: “…Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó…” Así que la tercera cualidad de Noé es que él era un hombre obediente.
Obedientes
Cuando Dios le dijo a Noé que construyera el arca, todavía no había comenzado a llover. Imagínense cómo esto le pudo a los que le rodeaban. Estoy completamente seguro que los que estaban viendo lo que Noé estaba haciendo pensaron que él estaba loco.
Estoy seguro que Noé fue juzgado, criticado y maldecido por esa generación perversa, pero a Noé no le importo nada de esto. Noé se mantuvo fiel, él se mantuvo obediente a lo que Dios le había dicho.
A pesar de que han pasado miles de años, no existe mucha diferencia entre Noé y los cristianos fieles en la actualidad. Digo esto porque todo cristiano fiel ha recibido la promesa, y tiene la certeza de que nuestro Señor Jesucristo vendrá por su pueblo.
Todo cristiano fiel ha recibido la promesa y tiene la certeza de que fuimos justificados por la sangre de nuestro Señor Jesucristo [9]. Todo cristiano fiel tiene la promesa de que el justo estará con Dios para siempre [10]. Pero lamentablemente, existen muchos que sufren debido a la desobediencia.
La desobediencia
En muchas ocasiones los cristianos sufren porque al igual que el hombre en el tiempo de Noé, ignoran las señales, ignoran las advertencias, y le dan más importancia a las cosas del mundo que a las cosas de Dios.
Algo que también sucede con frecuencia, es que muchos de nosotros pretendemos que no hemos escuchado las advertencias de Dios, y por consecuencia sufrimos grandemente. Así que la pregunta que ahora debemos hacernos es: ¿hacemos lo que Dios manda, o lo que el mundo dicta? Al igual que Noé, los cristianos hemos recibido instrucciones exactas y específicas de lo que tenemos que hacer.
Todos sabemos que Dios nos ha encomendado una misión, todos sabemos que Dios quiere que vivamos de una manera muy diferente a la manera que vive el mundo. Pero en muchas ocasiones, ignoramos o escogemos desobedecer la voluntad de Dios. Es decir, nos dejamos influenciar por lo que se pueda decir de nosotros; nos dejamos influenciar por las opiniones y las críticas de los que nos rodean [11].
Lamentablemente esto es algo que sucede con frecuencia, y muchos son los que escogen apartarse de la verdad de Dios y volverse al mundo. Pero como les dije, al igual que Noé cumplió con lo que Dios le había encomendado, los cristianos fieles tenemos que cumplir con lo que Dios nos ha encomendado.
No podemos ser igual que el mundo para entran en el arca de Salvación
No podemos ser igual que el mundo y criticar a aquellos que se puedan haber descarriado, o que han caído, sino que tenemos que acercarnos a ellos y restaurarlos [12]. Como fieles cristianos nosotros tenemos la responsabilidad de encaminar a todo el caído, descarriado, y a los que aún no conocen a Cristo, a los camino del arca de salvación que Dios nos ha entregado.
En el tiempo de Noé, él tuvo que construir un arca para poder ser salvo, pero el arca de nuestra salvación fue construida por Dios. El arca de nuestra salvación no es de madera, no fue construida por manos de hombres. Nuestra arca fue construida por Dios mismo. Existe un arca en que todos debemos entrar, existe solo un arca para nuestra salvación y su nombre es Cristo Jesús [13].
Para concluir
Como cristianos fieles, tenemos que seguir el ejemplo de Noé en nuestro vivir cristiano. Noé no permitió que las cosas del mundo interrumpieran su obediencia a Dios. Noé no permitió que las cosas de este mundo influenciaran de la manera que actuaba y se comportaba. Noé persevero en caminar en justicia, a pesar de vivir en un mundo de maldad. Noé no se desanimo, sino que hizo la voluntad de Dios. Noé hizo lo que Dios le había instruido sin dudar o titubear.
Aún no había comenzado a llover, Noé no estaba cerca de un puerto o del océano, pero Noé construyó el arca sin dudar ni un segundo.
Noé se mantuvo justo ante los ojos de Dios
Mantengámonos justos ante los ojos de Dios, enseñemos el camino a la salvación a todos esos que no la conocen. Enseñémosle el camino al arca a todos aquellos que puedan haber perdido su camino, a todos aquellos que se puedan encontrar descarriados o caídos.
De Noé tenemos mucho que aprender; tenemos que desarrollar y ejercer las tres cualidades que él tuvo. Uno, tenemos que perseverar en santidad (ser justos). Dos, tenemos que estar atentos a la palabra de Dios. Tres, tenemos que ser obedientes.
Recordemos siempre que a pesar de lo grande que pueda aparentar una tormenta, (el diluvio 40 días y 40 noches [14]), Dios tiene un arco iris preparado para todo aquel que se mantiene fiel a Su palabra.
[1] Génesis 6:1-7
[2] Romanos 12:2; 1 Pedro 1:14
[3] 1 Pedro 1:16
[4] Marcos 1:18-20; Lucas 5:10-11
[5] Salmos 106:13-15
[6] 1 Corintios 14:33
[7] Mateo 7:14
[8] Génesis 6:14-17
[9] Romanos 5:9; 3:21-26; 1 Juan 1:7
[10] 1 Tesalonicenses 4:16-17; Romanos 6:23
[11] 2 Pedro 3:3-7
[12] Gálatas 6:1-12
[13] Juan 3:16
[14] Génesis 7:4
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