Acerca de esto…
Predicas Cristianas – Predicaciones Cristianas
En el estudio bíblico de la semana pasada, vimos lo que sucede cuando una persona no está dispuesta, y no compromete la verdad de Dios por nada ni nadie.
Si se recuerdan, la predicación de la semana pasada estuvo basada en lo que sucedió en el Monte de Carmelo cuando el profeta de Dios se enfrento contra los profetas y creyentes de otros dioses. Y de ese estudio bíblico aprendimos que solo existe el Dios todopoderoso.
El Dios que ama y cuida a sus hijos, y que nunca nos abandona. En otras palabras, aprendimos que Dios puede, y usa a personas para glorificarse y demostrar su poder, como lo hizo al responder la oración del profeta y enviar fuego del cielo. Fuego que todo cristiano fiel ha recibido, y que poseemos, pero que en muy pocas ocasiones usamos.
Como he dicho en numerosas ocasiones, la mayor parte de los cristianos se han quedado dormidos en las sillas y las bancas de las iglesias. Y es por eso que el verdadero cristianismo esta en descenso, y las falsas doctrinas y cultos están en ascenso.
Mientras estaba investigando los detalles que les presento en la predicación de hoy, encontré que: «De las personas entre los 18 a 35 años de edad, tres de cada 10 dicen que no están afiliados a ninguna religión, mientras que sólo la mitad están «absolutamente seguros» de que existe un dios. Esto se encuentra en, o cerca de, los niveles más altos de desafiliación religiosa registrada en cualquier generación en los 25 años de sondeo que el Centro de Investigación Pew ha recopilado acerca de este tema» [1].
Los datos sociales recopilados sugieren que los partidarios de la fe y la superstición, por encima de evidencia basada en hechos reales, se convertirán en la minoría en este país para, o antes, de finales de este siglo. De hecho, de acuerdo al censo del 2004 y la American Religious Identification Survey (ARIS) del 2008, el número de estadounidenses que no creen en una deidad se duplicó en la última década del siglo anterior, con la NO creencia religiosa en los EE.UU. pasando del 8.2 por ciento en 1990, al 14.1 por ciento en el 2001, al 15 por ciento en el 2008, y en el 2013, ese número está por encima del 16 por ciento» [2].
Desdichadamente, los por cientos identificados en estos estudios no excluyen organizaciones religiosas que pretenden ser cristianas, pero que en realidad no la son. Así que identificar el verdadero por ciento de verdaderos cristianos quizás sea imposible. ¿Qué puede un cristiano hacer para ayudar a detener el descenso del cristianismo?
La respuesta es obvia; ¡tenemos que actuar! Como fieles creyentes tenemos que entrar en acción y obrar para Dios. Pero antes de que Dios pueda usarnos, algo tiene que suceder en nosotros. Así que hoy vamos a enfocar nuestro estudio bíblico en lo que tiene que suceder antes de que Dios nos pueda usar.
En el día de hoy vamos hablar acerca del crecimiento espiritual. Este tema es una de las cosas más importante en la vida cristiana, ya que sin un crecimiento espiritual, nunca podremos realizar la labor que nuestro Padre celestial nos ha encomendado. Examinemos ahora cuatro razones que con frecuencia detienen el crecimiento espiritual de muchos cristianos.
Hebreos 5:11-14 – Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. 12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. 13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; 14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
A pesar de que la identidad del autor de esta epístola es grandemente disputada por los estudiosos de la biblia, la gran mayoría está de acuerdo en que esta epístola no fue dirigida a digamos una iglesia, sino a comunidades cristianas que se componían de conversos procedentes del judaísmo. Y lo que estaba sucediendo en estas comunidades es que ellos estaban experimentando fuertes tentaciones; y el autor les escribe para exhortarles a perseverar en la fe, a pesar de cualquier cosa que estuvieran atravesando.
¿Qué estaba sucediendo en estas comunidades, o como les podemos llamar, pequeñas iglesias? Los estudios bíblicos acerca de la epístola a los hebreos nos revelan que lo que estaba sucediendo, es que los cristianos de ese entonces se estaban volviendo vagos [3]. Estos cristianos estaban perdiendo su ánimo al verse confrontados con situaciones difíciles, la oposición, y en ocasiones la disciplina de Dios, hasta el punto de desmayar en la fe [4].
¿Por qué estaba sucediendo esto? Y quizás la pregunta más importante de todas es, ¿por qué estamos viendo esto suceder en nuestros días? La respuesta a ambas preguntas es que la mayoría de estos cristianos no habían tenido un crecimiento espiritual, en otras palabras no habían madurado en su fe. Y es por eso que en los estudios bíblicos encontramos que en ese entonces, muchos de ellos habían dejado de congregarse, y estaban a punto de abandonar la fe por completo [5].
La triste realidad es que la condición espiritual descrita en la carta a los hebreos, refleja muy bien la condición espiritual de un gran número de cristianos en la actualidad. Muchos cristianos en la actualidad no han crecido espiritualmente, y por ende han perdido el ánimo para luchar, se han vuelto haraganes para obrar, y una buena porción está a punto de abandonar la fe por completo; esto es algo que quedo muy bien reflejado en los resultados de las encuestas que les explique al inicio. Ahora debemos preguntarnos, ¿qué podemos hacer para evitar caer en un estado de ánimo que nos aleje de Dios? ¿Qué podemos hacer para obtener un crecimiento y madurez espiritual? ¿Por qué existen tantos que dejan de crecer espiritualmente?
La primera razón por la que muchos cristianos dejan de crecer espiritualmente es porque se convierten en: “…tardo para oír...” La realidad es que para poder decir que somos verdaderos cristianos, existe mucho que tenemos que aprender. Y nuestra enseñanza solo puede venir de un lugar; nuestra enseñanza solo puede originar de la palabra de Dios. Pero lo que sucede es que la palabra de Dios, en ocasiones no es algo fácil de entender.
Pensemos en esto por un breve momento para determinar si lo que digo tiene sentido o no. Nadie me levante la mano, pero permítanme preguntarles; ¿cuántos aquí se han puesto a leer la biblia, pero no han entendido, se han aburrido, y la han cerrado? Si has descubierto que te encuentras en este grupo, no te sientas mal, esto es algo que le sucede a una gran porción del pueblo cristiano. Y es exactamente por esta razón que Dios ha puesto a pastores, ministros, y maestros, a cargo de las iglesias [6].
La realidad es que entender la palabra de Dios toma devoción, oración, y perseverancia. Ninguna persona puede obtener el significado de la palabra de Dios con simplemente leerla. Para obtener el significado de la palabra de Dios, tenemos que estudiarla, meditar en ella, y más importante que todo, tenemos que aplicarla en nuestro diario vivir. Si no estamos haciendo esto, entonces se nos hará muy difícil entender el propósito de Dios para con nosotros.
En el caso de los hebreos, ellos se habían convertido en haraganes. Ellos oían las predicas de los maestros y predicadores, pero no estaban escuchando.
Y como he repetido en numerosas ocasiones, oír es muy diferente a escuchar. Fíjense bien como la definición de ambas palabras nos permiten claramente ver la gran diferencia que existe: oír – «Percibir con el oído los sonidos.» Escuchar – «Prestar atención a lo que se oye. Dar oídos, atender a un aviso, consejo o sugerencia [7].» ¿Existe o no existe una gran diferencia?
Todos aquí podemos decir que oímos, pero no todos podemos decir que escuchamos. Y esto mismo es lo que estaba sucediendo en el caso de los hebreos, y lo mismo que sucede con frecuencia hoy en día. Ellos estaban oyendo lo que se les decía, pero no estaban escuchando. Así que lo primero que tenemos que hacer para obtener un crecimiento espiritual es escuchar atentamente la palabra de Dios. Dile a la persona que tienes a tu lado: escucha.