Bendición o maldición

Prédica de Hoy: Bendición o maldición

© José R. Hernández, Pastor
El Nuevo Pacto, Hialeah, FL. (1999-2019)

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Lectura Bíblica:Y se agravó la mano de Jehová sobre los de Asdod, y los destruyó y los hirió con tumores en Asdod y en todo su territorio. Y viendo esto los de Asdod, dijeron: no quede con nosotros el arca del Dios de Israel, porque su mano es dura sobre nosotros y sobre nuestro dios Dagón.1 Samuel 5:6-7

Introducción

Todo el mundo quiere prosperar, no tener problemas, ser feliz y tener paz. Todo el mundo busca el éxito y corren cada uno a su destino con emoción, pero no todo el mundo está dispuesto a pagar el precio por alcanzar lo que buscan. Lo que el mundo quiere es un atajo para obtener lo que quieren sin ver las consecuencias de sus actos. Un dicho que suele usarse es aquel que dice que el fin justifica los medios.

Sin embargo hay otra manera de vivir, una forma en donde no hay atajos, sino que es necesario transitar el camino correcto. El motivo por el que el mundo entero quiere atajos, es porque no han encontrado el camino correcto. El camino que transitan los lleva a la perdición, pero el camino correcto lleva a la vida. El mundo piensa que transitar por este camino es doloroso, pero la realidad es que está lleno de victorias.

Existen, pues, dos caminos, el uno que conlleva bendiciones y el otro que trae consigo maldiciones. Dios quiere que andemos por su camino que nos lleva a la vida eterna. Porque si transitamos por el camino de maldad, terminamos recibiendo lo que trae consigo.

1) El temor de Dios en las naciones (1 Samuel 4:7)

No pensar en las consecuencias es la manera que muchos tienen para no pensar en Dios. Es decir, que no piensan en las consecuencias de sus actos, para que la conciencia no les afecte y pueda seguir actuando según su mente los lleve.

Muchos han tenido conocimiento de la palabra de Dios y saben que si vivimos según nuestra mente reprobada, tendremos consecuencias eternas. Pero, aunque muchos lo saben, no se atreven a ir en contra del mundo y siguen en su vida pecaminosa, actuando conforme el mundo. Son personas que conocen que el camino que siguen está mal, pero no tienen el valor suficiente para dejarlo y atreverse a caminar por el camino de Dios.

En los capítulos cuatro y cinco del primer libro de Samuel encontramos una historia de cómo los filisteos entraron en guerra contra el pueblo de Israel. Los filisteos conocían las maravillas que Dios había hecho con su pueblo y de qué manera los había sacado de Egipto.

Cuando los filisteos escucharon que la presencia de Dios había llegado donde estaba el cuartel de los israelitas tuvieron miedo. El temor de Dios debe estar en todo el mundo, porque vendrá el día en que toda rodilla se doblará ante el Señor.

2) El cumplimiento de la palabra (1 Samuel 4:10-11)

Pero en esta historia vemos cómo Dios cumplió una palabra que había dicho acerca de los hijos de Elí. Los filisteos derrotaron al pueblo de Israel y capturaron el arca de Dios. Es importante que la presencia de Dios esté en medio de su pueblo. A pesar de que el arca del pacto estaba con el pueblo, Dios no estaba con ellos.

Cada una de las palabras que Dios había declarado se cumplió. Los Hijos de Elí murieron el mismo día y el pueblo de Israel desfallece por la captura del arca. ¿Qué podemos esperar si la presencia de Dios no está con nosotros? Sin Dios no podemos hacer nada. Aunque hay muchos que no creen en la palabra de Dios, sabemos que es verdadera. De ella se ha cumplido gran parte y otra parte se cumplirá en los últimos días.

De la palabra de Dios no quedará ni una palabra que no se cumpla a cabalidad. A lo largo de la historia se ha ido cumpliendo y lo seguirá haciendo porque es palabra de Dios. El Señor no miente y toda ella es verdad y viva. Por medio de ella fue creado el cielo y todo lo que existe. Así es que nuestro deber debe ser tener la palabra de Dios siempre presente en nuestro corazón y obedecerla a cabalidad.

3) La fortaleza de Dios

Cuando estamos en el camino de Dios las cosas toman otro contexto, con Dios en la ecuación el resultado es totalmente diferente. Cuando Moises caminaba con el pueblo de Israel por el desierto, en cada paso necesitaba ver la columna de nube o la columna de fuego, pero no daban ni un solo paso sin la presencia de Dios con ellos.

Así debe ser nuestra vida, saber que nuestra fortaleza viene de parte de Dios y que no podemos encontrar la bendición fuera de nuestro Señor. Todo puede llegar a faltar, todo puede ser destruido y dejar de existir, pero si tenemos la presencia de Dios con nosotros, lo tenemos todo.

Los filisteos tuvieron miedo cuando supieron que el arca de Dios estaba en medio de su pueblo, porque sabían que Dios los destruiría si iba con el pueblo de Israel, no podrían hacerles frente. El enemigo no puede contra los hijos de Dios, cuando Dios está en medio de ellos.

La presencia de Dios es la que hace la gran diferencia entre una victoria o una derrota, entre la vida y la muerte. Debe ser nuestro anhelo el estar siempre en la presencia del Señor para recibir de Él sus bendiciones.

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