Trabajando sin parar
Predicas Cristianas
Prédica de Hoy: Trabajando sin parar
Predicas Cristianas Texto Bíblico: “Los que edificaban en el muro, los que acarreaban, y los que cargaban, con una mano trabajan en la obra, y en la otra tenían la espada.” (Nehemías 4:17)
Introducción
La biblia es clara cuando nos dice que si alguien no quiere trabajar, pues que tampoco coma (2 Tesalonicenses 3:10). También nos damos cuenta en la palabra del Señor que cuando Él llamaba a alguien, lo encontraba trabajando. Así sucedió con Moisés cuando apacentaba las ovejas, así pasó con algunos apóstoles que los encontró pescando, así sucedió cuando buscó a David, este estaba cuidando las ovejas.
El trabajo es una parte importante en nuestra vida, le dedicamos bastante tiempo y tiene gran influencia en nuestra vida entera. Así que el Señor se agrada de las personas que son trabajadoras y no así de aquellos que se encuentran ociosos, sin hacer nada. Es por eso que es bueno encontrarnos trabajando en aquello que nos agrada y por medio del cual Dios nos bendice grandemente.
Además del trabajo material, el trabajo espiritual trae gran bendición a nuestra vida. Trabajar en la obra del Señor es un privilegio que debemos hacer con la total disposición de nuestro corazón. Las bendiciones de trabajar en la obra del Señor serán para quien se encuentre trabajando y para aquellos que se convierten en fruto de ese trabajo, además de recibir bendiciones en esta vida y en la eternidad también.
I. La obra del Señor (Mateo 9:37)
Dios puede hacer todas las cosas, pero nos ha dejado una manera de bendecir nuestra vida y es trabajando en su obra. El pecado entró en el mundo y fue necesario que los seres humanos conociéramos al Señor y descubriéramos que hay una forma para obtener la vida eterna.
Dios se manifiesta a la humanidad por medio de su palabra, palabra que el Espíritu Santo trae a nuestro corazón para convencernos de pecado y así arrepentirnos y buscar a Dios. La obra de Dios en la tierra Él la ha realizado de diferentes maneras, una de ellas es a través de seres humanos que han estado dispuestos a creer en su poder y dejar que Dios los use como Él quiere.
La obra del Señor es inmensa, abarca desde el inicio de todo y nunca terminará. La obra de Dios está en todo el universo con su poder creativo, con su sabiduría, con su luz. Es maravilloso ser parte de esa obra perfecta, donde Dios trata con los seres humanos para salvarnos y estar con nosotros por la eternidad.
Jesús dijo que la mies es mucha, que hay trabajo por hacer, pero los obreros son pocos. El Señor está buscando obreros, para enviarnos en alguna labor. El Señor nos está buscando, debemos responder a ese llamado con una disposición total.
II. El llamado de Dios (Jeremías 1:5)
Dios busca a personas para que hagan su obra maravillosa. Pero el llamado es para trabajar en algo que es mayor a nosotros mismos, algo que nos supera, que no podemos lograr por nuestros medios. Es por eso que Dios nos llama para una gran obra, para que dependamos de Él.
Al depender de Dios estamos reconociendo que no podemos hacer su obra con nuestras fuerzas, pero sí podemos hacer todas las cosas en el nombre del Señor, con su ayuda y fortaleza. Porque si Dios nos llamó también nos dará todo lo necesario para que completemos esa obra que nos envía a hacer.
El Señor busca obreros, pero no aquellos que son más altos, no a aquellos que tienen más posesiones, no a aquellos de determinada raza o posición social. Dios llama a aquellos que estén dispuestos a ser gobernados por Él y dirigidos por su Espíritu Santo. Aquellos con un corazón humillado ante el Señor y dispuestos a servirle con todas las fuerzas.
Debemos disponer nuestro corazón para servir a Dios, la obra del Señor es maravillosa y hay que ser valientes para ser parte de sus obreros. Porque nos llama el Señor a depender totalmente de Él y no de nuestras fuerzas o posesiones. Dios es nuestro Señor y de Él dependemos para todas las cosas.
III. La oposición (Éxodo 14:9)
El enemigo no está feliz cuando una nueva persona se suma a las filas de los obreros de Dios. Cuando alguien nuevo es alcanzado por la palabra de Dios y la fe de Jesucristo nace en ese corazón, el enemigo empieza una batalla para regresar a esa persona al estado pasado.
Los hijos de Dios se enfrentan a luchas constantes a las que deben hacer frente. Esas luchas requieren que estemos centrados en el Señor sin ver a derecha ni a izquierda. Dios debe ser nuestro centro, Dios debe ser nuestro todo.
a. Del enemigo
El diablo es el principal opositor a todo lo que de Dios provenga. Recordemos que él estaba en el cielo y quiso ser igual a Dios. Por eso el Señor lo lanzó desde el cielo y para siempre dejará de ser. Es por eso que se levanta el enemigo para intentar estorbar los planes de Dios y atacar a sus santos.
Pero sabemos que ha sido derrotado en la cruz y ahora podemos ser salvos de esta perversa generación, para así tener vida eterna en Cristo Jesús.
Hola Dios bendiga me son de gran ayuda sus predicas Dios siga bendiciendo grandemente su ministerio nuevo pacto. familia les pido que me ayuden orando por mi esposo rafael ramos villacis bendiciones
Muy buena predicación. Gracias por compartirla. Bendiciones.