Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz

En el estudio bíblico de hoy vamos a examinar una pequeña porción de la palabra de Dios, que estoy seguro todos hemos leído. Estoy seguro que todos aquí la hemos leído porque es lo más básico que existe en nuestra fe, ya que son los versículos que describen cómo este planeta en que vivimos llegó a existir.

En la palabra de Dios encontramos que Génesis 1:1-31 describe cómo Dios creó al mundo, y en el capítulo dos vemos que en el séptimo día descanso.

Una cosa que todo cristiano aprende, es que existen ciertas cosas que tenemos que aceptar por fe.

A pesar de que a todos nos gustaría tener un completo entendimiento de por qué hace Dios las cosas como las hace, o sea, tener un completo entendimiento de cómo Dios piensa, ninguno de nosotros llegaremos a tal entendimiento [1]. Y cuando llegamos a ese convencimiento, entonces nuestra fe entra en acción, y como todo cristiano fiel ha aprendido a través de diferentes estudios bíblicos y predicaciones, sin fe es imposible agradar a Dios [2].

Así que, por fe todos aquí aceptamos que Dios creó el mundo en seis días, pero se ha preguntado alguna vez, ¿por qué se demoró este espacio de tiempo?

Al hacer esta pregunta no es que estemos cuestionando la palabra de Dios, o que estemos cuestionando el poder de Dios, pero es una pregunta válida. Digo que es una pregunta válida porque si realmente creemos que servimos al Dios omnipotente [3], o sea, que no existe nada que limite Su poder; si servimos al Dios omnipresente [4], o sea, al Dios que esta presente en todo lugar y todo momento; y al Dios omnisciente [5], o sea, que conoce todas las cosas reales y posibles, (estos son los tres atributos exclusivos de Dios), ¿por qué entonces no creo el mundo en un instante? ¿Por qué no lo hizo todo en un chasquido de dedos?

La realidad es que existe una gran razón por la que Dios no creó el mundo en solo un instante, y este será el tema de nuestro estudio bíblico de hoy. Y vamos a basar nuestro estudio principalmente en el libro de Génesis.

Debido a que el tiempo que compartimos es limitado, no estaremos leyendo el capitulo completo, sino que usaremos los versículos claves que nos permitirán entender el mensaje que Dios tiene para Su pueblo en el día de hoy. Pero como siempre digo, no dejen de leer y meditar en el capitulo completo durante su tiempo personal de comunión con Dios. Pasemos ahora a la palabra de Dios.

Génesis 1:1-3En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 3Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Examinemos estos versículos ahora detalladamente. Deseo que examinemos estos tres pequeños versículos detalladamente, porque en ellos encontramos las respuestas a las preguntas iniciales que hemos hechos, y también responden un buen número de preguntas que con frecuencia invaden nuestra mente, y que en ocasiones sirven para disminuir nuestra fe.

Fijémonos bien en la palabra clave de este versículo; la palabra clave es: «…desordenada…» Dile a la persona que tienes a tu lado; la tierra estaba desordenada. Esta palabra sirve de llave para abrir nuestro entendimiento, y nos permite ver una pequeña muestra de cómo Dios piensa. ¿Por qué digo esto?

Lo digo porque no hay que ser un gran erudito o teólogo para ver que estos versículos claramente nos demuestran que Dios es un Dios de orden.

Debido a que Dios es omnipotente, Él pudo haber creado el universo, la tierra, las plantas, los animales, el hombre, la mujer, y todo lo demás que podemos encontrar en este mundo con un solo pensamiento en un instante, pero no fue así, Dios creó todo ordenadamente.

Meditemos ahora brevemente en los primeros dos versículos que hemos leído. ¿Le suena conocido esto a alguien aquí? Hago esta pregunta porque cuando meditamos o reflexionamos en estos versículos, creo que encontraremos que son una excelente descripción de cómo se encontraba nuestra vida antes de llegar a los caminos de Jesús. Es una excelente descripción del estado en que estábamos, antes de recibir a Jesucristo como nuestro Rey y Salvador. ¿Por qué digo esto?

Digo esto porque cuando tomamos el tiempo de reflexionar en nuestra vida, pronto nos daremos cuenta de que estábamos completamente desordenados.

Cuando tomamos el tiempo de reflexionar en nuestra vida, pronto nos daremos cuenta de que los poderes de las tinieblas gobernaban nuestro diario vivir y controlaban quiénes éramos. Pensemos en esto por un instante; la mayoría de los cristianos llegamos a los caminos de Dios porque sentíamos un vacío, sentíamos el vacío que solo Dios puede llenar.

También existen muchos cristianos que llegaron a los caminos de Dios porque estaban desesperados buscando una solución. En otras palabras, todos los cristianos llegamos a los caminos de Dios cuando nuestra vida estaba en caos, es decir, estábamos perdidos en los afanes de esta vida, y los deseos engañosos de este mundo. Y ¿por qué buscamos de Dios?

Buscamos de Dios porque queríamos orden en nuestra vida, queríamos la paz que solo Él nos puede dar [6], buscábamos una solución y la encontramos en el orden de Dios.

Hermanos en muchas ocasiones nosotros presenciamos cosas que nos dejan pensando, presenciamos cosas que nos dejan dudando. En muchas ocasiones se nos queda la pregunta ¿es esto de Dios? ¿Cuantos se han hecho esa pregunta alguna vez? Es una pregunta que todos nos debemos hacer en todo momento, les digo esto porque el enemigo siempre trata de confundirnos, y lo hace de manera sutil [7].

En otras palabras, sus mentiras aparentan ser verdades, y la verdad de Dios aparenta confusa o dudosa. Pero la realidad es que Dios no es un Dios de duda, Dios no es un Dios de confusión [8], Dios no es un Dios de desorden; ¡Dios es un Dios de orden! Todo lo demás es del enemigo.

Dios tiene un propósito con cada uno de nosotros, Dios quiere utilizarnos, Dios quiere glorificarse en cada uno de nosotros, pero todo tiene un orden.

Fíjense bien, el primer día Dios separo la luz de las tinieblas, ¿no fue este el caso cuando llegamos a Cristo? En el primer día, ese día cuando aceptamos a Cristo como nuestro Rey y Salvador, Él nos perdono de todo pecado, él levanto las tinieblas de nuestra vida, y pasamos de vivir en tinieblas, confundidos, deprimidos y desordenados a vivir en el reino de Dios. Dile a la persona que tienes a tu lado: existe un orden para todo lo que Él hace.

Publicaciones Similares