La hipocrecia

La hipocresía

Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: La hipocresía

Predicas Cristianas Texto Bíblico:que dicen: Estate en tu lugar, no te acerques a mí, porque soy más santo que tú; éstos son humo en mi furor, fuego que arde todo el día.Isaías 65:5

Introducción

Hay personas que llevan una “vida doble”. Es decir, su manera de vivir no es la más honesta, y la sinceridad no forma parte de ellos. Esto es algo que no le agrada a Dios, queda bien expresado en Su palabra [1]. Lamentablemente existen muchos que han tomado la hipocresía como algo habitual en su rutina. Demás está decir que esa actitud esta muy mal, y puede traer consecuencias.

Hoy veremos qué dice Dios al respecto sobre eso, y entender cómo puede afectar la hipocresía en la vida de un creyente. Tenemos que entender que no agradamos al Señor cuando permitimos que la hipocresía sea parte de nosotros. Hermanos, la hipocresía también afecta nuestra relación con Dios. Lo que Él desea es que tengamos una vida de honestidad, frente a nuestros hermanos en la fe, pero primero que todo, con nuestro Padre celestial.

I. ¿Qué es la hipocresía y cómo es una persona hipócrita?

Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra “hipocresía” se define de la siguiente forma: “Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.”

Así que podemos concluir que una persona hipócrita es alguien que vive de manera falsa, con mentiras. Con una faceta que no es su realidad. Si lo vemos desde la parte social, algo más cotidiano, puede ser aquella persona que sus acciones son diferentes a su manera de pensar, de manera negativa. Es decir, no es consistente lo que dice con lo que hace.

a. Los hipócritas

Ahora, en la parte espiritual, podemos encontrar que la Biblia se refiere a los hipócritas como personas que aman ser vistas en público, que sean alabadas por sus buenas acciones y recibir halagos frente a multitudes [2]. Pero Jesús les dice a los fariseos que son personas que viven en hipocresía respecto a su comunión con Dios.

¿Por qué? Pues ellos profesaban el amor a Dios, daban sus diezmos fielmente en la iglesia y decían ser eruditos de la ley. Pero cuando veían los milagros, las sanidades y los sermones que el Señor daba, ellos se oponían totalmente.

Se oponían de tal manera que hasta deseaban apresarlo [3]. Es ahí cuando vemos las características de la hipocresía y de una persona hipócrita.

b. No viven de manera honesta ante el Señor

Estamos hablando de todos aquellos que con frecuencia vociferan su fe en público, critican a otras personas por sus pecados o las juzgan, e incluso dicen ser superiores a aquellos que “no son como ellos”. Pero en lo secreto no hay nada en su corazón que honre a Dios.

Esto es la hipocresía de la que hablaba Jesús en el evangelio. Y el Señor sabe esto, ya que en la palabra encontramos como el Señor habló con una parábola sobre la manera en que oraban los fariseos [4]. Ellos alardeaban de sus buenas obras, pero a Dios no le interesaba lo que dijeran, sino la actitud y la disposición de su corazón.

Él uso un término bastante fuerte para su época cuando se refería a los fariseos. Les decía sepulcros blanqueados [5]. Él uso esta metáfora para hablar de ellos, porque al igual que una tumba, decoraban lo superficial pero en su interior era totalmente diferente. Intentaban que su faceta exterior fuese agradable a los hombres, pero Dios conoce nuestros corazones y Él sabía perfectamente que sus actitudes no iban acorde a lo que querían reflejar a los demás.

II. ¿Qué dice Dios con respecto a la hipocresía?

El Señor se refiere a las personas hipócritas como aquellos que no son radicales por Él. Los aborrece y en absoluto no le agrada este estilo de vida [6]. Y es muy cierto, cuando una persona, siendo creyente, no es radical totalmente en seguir a Jesús en el camino estrecho, su vida no cambia mucho a comparación de cómo era antes. Las demás personas que están a su alrededor no perciben el cambio, e incluso este “creyente” se puede volver una persona que no aporta a los demás en su vida espiritual.

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