Lo que nos contamina

Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: Lo que realmente nos contamina

Predicas Cristianas Texto Bíblico: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” 2 Corintios 7: 1

Lo que decían los fariseos

En el evangelio de Marcos, Jesús tuvo un encuentro con los fariseos. En esa época, para ellos era algo irrespetuoso y muy mal visto sentarse a comer sin lavar sus manos o utensilios de comida. Y cuando estos vieron que Jesús y sus discípulos no respetaban esta simple norma, los acusaron de estar contaminando su cuerpo [1

Muchas personas podrán decir que los fariseos estaban en lo correcto. Claro que Dios nos ordena que cuidemos de nuestro cuerpo, pues es el templo donde habita el Espíritu Santo [2].  Y esto es algo que podemos lograr a través de hacer ejercicio, y comer de forma saludable para que nuestro cuerpo. Y como hijos de Dios, Él quiere lo mejor para nosotros.

Pero el error de los fariseos estuvo en centrarse solo en este aspecto. Para ellos, esto era lo más importante. Ellos nunca se detuvieron a pensar sobre el ámbito espiritual. Los seres humanos no somos solamente cuerpo, parte física y ya. Hay un alma, un espíritu el cual también debemos cuidar y preservar.

Lo que decía Jesús

En el mismo verso del libro de Marcos, el Hijo de Dios le llama la atención a los fariseos. Como se mencionó antes, ellos solo veían con sus ojos físicos. No fueron más allá, al plano espiritual. Allí está la verdadera contaminación, y a la que Jesús se refirió luego. 

Lo que nos contamina como seres humanos no es solo lo que comemos, como creían los fariseos. Es lo que sale de nosotros. Jesús se refería a lo que digamos, todo lo que salga de nuestra boca es lo que contamina a nuestro espíritu.

Entre otras cosas, nos contaminamos cuando tenemos malos pensamientos, el adulterio, la fornicación, los homicidios, hurtos, avaricias, maldades, engaños, envidia, el orgullo y la insensatez [3].

Todo esto perjudica nuestra vida como hijos de Dios. Él quiere siempre lo mejor para nosotros, pero debemos sacar todo esto de nuestra vida para empezar a ser edificados y poder edificar a otros.

¿Por qué suceden este tipo de pecados en la vida de un creyente? 

No seguir los mandamientos

Todos estos son pecados que, de alguna manera u otra, salen de nosotros, de lo que hay en nuestro corazón. Estas cosas que mencionan los tres versículos son las que contaminan a las personas. Además, van en contra de los mandamientos de Dios descritos en el libro de Deuteronomio.

Dios nos dice en su Palabra que nosotros, como sus hijos, no debemos permitirnos matar, ni robar, ni codiciar aquello que no nos pertenece. La avaricia, los hurtos y homicidios van totalmente en contra de este mandamiento [4]. 

Las mentiras, hacerle maldades a nuestro prójimo, hacer engaños como sobornos, hacer trampa, mentir en cualquier situación. Todo esto va en contra de los mandatos que el Señor nos ha dado que debemos cumplir y de ninguna manera esto edifica nuestra vida ni la de otros.

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