Fe por el desierto
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Predicas Cristianas
Prédica de Hoy: Fe por el desierto
Texto bíblico: Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.» Juan 6:35
Introducción
Como seres humanos al fin, es común intentar encontrar métodos más fáciles para ejecutar diversas actividades. A lo largo de la historia podemos ver como la ciencia ha buscado la comodidad del hombre, el reducir esfuerzo, tiempo para desligarnos de cosas que nos quitan tiempo que podemos emplear en otras prácticas. Pero los resultados no aplican para todos.
Existe otro gran porcentaje de la población que se ha dedicado a intentar complicar más las cosas. Me refiero a ese tipo de personas que tienen un problema para cada solución, y no hablo de críticos de oficio, sino a los desdichados que no han puesto su confianza en Dios. Personas quienes decidieron enfrentarse a un mundo decaído con sus propias fuerzas, ideas y sentimientos, logrando así un desgaste sin precedentes.
Pensamos que nuestros problemas son tan grandes que ameritan una solución extraordinaria. Posiblemente sea así, pero lo que es extraordinario para nosotros es sencillo para Dios (Lucas 1:37). Esta diferencia es determinante a la hora de ser libres en las batallas que libramos, entender que lo que tenemos por delante no es más grande que Dios (1 Crónicas 29:11).
Debemos tener fe en que Dios usa métodos sencillos
El relato bíblico muestra de principio a fin que nuestro Señor no se basa en argumentos humanos para actuar. Sus acciones no pueden ser medidas con pensamientos de hombre (Isaías 55:8-9). Hemos visto como con métodos totalmente básicos, Dios pudo cambiar panoramas catastróficos a favor de sus fieles.
El propósito del Señor siempre ha sido darle la victoria a sus hijos (1 Corintios 15:57). Sin embargo, nuestras capacidades son las que han florecido, dejando a un lado el poder de Dios. Debemos aprender a silenciar la mente para dejar hablar al Señor, escucharle y obedecerle. Los resultados hablarán por si solos, los recursos vendrán del cielo (Mateo 21:22).
Solo basta echar un vistazo a todo lo que Dios hizo por sus hijos en la biblia. Como historias que parecían de terror fueron cambiadas a victorias majestuosas, con milagros que surgieron de maneras tan simples como golpear una roca para obtén agua (Números 20:9-11). Dios no tiene limitaciones, somos nosotros lo que hemos logrado complicar las situaciones con una gran falta fe.
Lo más insignificante puede ser usado por Dios para derrotar la adversidad más poderosa. Pero en eso no esta la victoria. Seremos realmente triunfadores cuando confiamos en que nada hay imposible para el Señor, y que sus métodos son los adecuados en todo momento para librarnos del mal.