Caminando en sentido contrario

Caminando en sentido contrario

Prédica de Hoy: Caminando en sentido contrario

Por: José R. Hernández, Pastor
Ministerio El Nuevo Pacto, Hialeah, FL.

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Nehemías 1:9

Introducción

La vida es un regalo muy grande. Todos los que fuimos tocados por dicha bendición deberíamos estar agradecidos por tenerla. Lamentablemente no todos disfrutamos plenamente de este beneficio.

Ya sea por agentes externos, malas situaciones, sucesos desafortunados, mala formación y demás. No todos gozan de una buena vida. La vida que Cristo vino a este mundo a entregarnos [1].

Para los verdaderos creyentes, el gozo de basa en la fe, creer firmemente en Sus promesas y en lo que Él hará en nosotros. No aferrándonos al entorno ni a la crisis, sino más bien abrazando lo que se nos fue dicho [2]. De esta manera podemos vivir una vida plena, aunque todo se este derrumbando. Es una decisión diaria que trae como cosecha los frutos del Espíritu Santo [3].

Esta vida llena de fe, gozo, paz y amor puede ser afectada. Su dirección puede afectarse significativamente. La mayoría de nosotros pensamos que las adversidades son las responsables de nuestro cambio de rumbo, de nuestra perdida de felicidad.

Pero realmente no es así, el deterioro de nuestras vidas es ocasionado por nuestras decisiones. En otras palabras, cuando optamos por alimentar la carne y no nuestro espíritu.

I. Decisiones que nos alejan de Dios (Proverbios 3:5-6)

Podemos entender que toda decisión que vaya en contra de la palabra del Señor nos aleja inmediatamente de Él, la verdad que no es así. Lo que nos aleja de Dios son esas acciones que vamos tomando poco a poco.

Las acciones que hacemos día tras días es lo que poco a poco nos va alejando, ocasionando el entristecimiento del Espíritu Santo. En otras palabras, la perdida de los frutos y como resultado final, la debacle de nuestras vidas.

El día de hoy estaremos hablando de las principales decisiones que poco a poco van deteriorando nuestro camino, alejándonos constantemente de su dirección.

Es importante notar que existen muchas razones más, pero nos llevaría algunos cuantos libros poder explicarlas todas. Por ello solo mencionaremos las principales:

a. Las mentiras (Salmos 101:7)

Para nadie es un secreto que Satanás es el padre de toda mentira [4]. Es por ello que cuando mentimos, por lo más mínimo que sea, le estamos dando la espalda a la verdad quien es Cristo Jesús.

Como cristianos fieles y discípulos de Jesús, nuestra obligación es hablar con verdad y honestidad. Esto nos ayudara a crear un perfil apropiado para un hijo de Dios, dejando en alto Su santidad y majestad.

b. Los chimes (Proverbios 16:28)

Una de las pocas cosas que odia nuestro creador es el chisme, los comentarios fuera de lugar, llenos de mentiras y especulaciones. Es por eso que debemos estar rodeados de personas sabias y maduras, que cuiden sus palabras al igual que nosotros. Muchas vidas o relaciones son destruidas por habladores sin ningún tipo de dominio propio.

Es vergonzoso para un creyente manifestar el chisme en su vida. Esta practica desagrada a nuestro Dios en gran manera. Debemos aprender a cortar con estos comentarios innecesarios desde la raíz, si a tus compañeros les desagrada tu “alto al chisme” quiere decir que no estas rodeado de las personas correctas.

c. El odio (Mateo 22:39-40)

Uno de los mandamientos mas importante de la palabra es amar al prójimo. Es un principio básico de todo creyente, cada vez que decidimos odiar, que preferimos no perdonar, estaremos alimentando al odio, a la carne y haciendo débil a nuestro espíritu.

Ciertamente hay situaciones que ameritan un cambio u distanciamiento de esas personas. Sin embargo, alimentar los pensamientos de odio no es correcto.

Dios quiere que estemos en comunión con Él [5] y con nuestra comunidad. Decidir amar es complejo, pero recuerda que no eres solo tú, Jesús te ha brindado todas las herramientas y siempre será Él, la fuente de tu amor. Recordemos siempre Su sacrificio impregnado de Su amor por nosotros, aprendamos a superar y a despojarnos del odio.

d. La falta de fe (Lucas 8:25)

Escuche muchas veces a creyentes hablando erróneamente de la falta de fe. Ellos comentaban que el no creer solo les afectaba a ellos, en cierto punto es verdad. Pero no podemos dejar a un lado a todas las personas que nos ven, a quienes influenciamos.

El no creer en Dios después de habernos declarado sus hijos es como decir que nuestro Padre no es tan grande como dicen.

Cada vez que negamos la fe dejamos mal a Dios. En otras palabras, quedamos como creyentes falsos y debilitamos las posibilidades de que otros sigan este camino, sin contar lo grave que es disminuir la grandeza del Padre, desacreditando tanto Su poder como Sus promesas para quienes creen.

e. Malas palabras (Efesios 4:29)

Las malas palabras son en gran manera aborrecidas por Dios. Nosotros los que aceptamos seguir a Cristo y fuimos lavados por Su sangre debemos diferenciarnos con las personas que no creen. Nuestras palabras tienen efecto, pero también tienen poder. Una persona llena del Espíritu Santo no debe bendecir y maldecir a la vez [6].

f. El ocio (1 Timoteo 5:13)

Dios nos regalo una vida con propósito. Ciertamente todos necesitamos tiempo de descanso, un tiempo para organizar ideas o para desligarse de ciertas cosas. Sin embargo, el desperdiciar nuestras vidas en “actividades” que no tienen un fin productivo no es característico de un hijo de Dios [7].

El tiempo es un recurso que se agota. No debemos afanarnos por nada [8], todo tiene su tiempo [9]. Pero no utilicemos estas palabras como pretexto para quedarnos inmóviles. No esperemos a que sucedan todas las cosas, hay caminos que necesitan ser trabajados para poderlo atravesar.

g. El pecado (Levítico 26:28)

Sin contar con las acciones mencionadas anteriormente, podemos decir que todo aquello que sea considerado como pecado, me refiero a todo lo que va en contra de Dios y le desagrada. Todas esas situaciones por pequeñas que parezcan, son motivos suficientes para generar un distanciamiento del Padre [10].

Por tal motivo realizamos una invitación para ti. No podemos negarnos a tomar en serio cada aspecto de nuestras acciones. Esto es lo que conlleva toda relación. Nosotros no haremos cosas que molesten o distancien a nuestros seres queridos a propósito. Igualmente pasa cuando decidimos seguir a Cristo, Él espera mucho de ti porque esta convencido de todo tu potencial.

Para concluir

Llega el momento donde todo caminante debe detenerse a revisar el mapa, donde debe hidratarse. Momentos donde se tiene que alimentar, cambiar la ropa o el calzado.

Nosotros somos esos caminantes, hemos decidido seguir el camino de Cristo. Esto es razón más que suficiente para hacer esas pausas, para examinar nuestra ruta y regresar a la vía correcta cuando perdemos el rumbo.

[1] Juan 10:10
[2] Marcos 11:24
[3] Gálatas 5:22-23
[4] Juan 8:44
[5] 1 Corintios 1:9
[6] Santiago 3:10
[7] Lucas 21:34
[8] Filipenses 4:6-7
[9] Eclesiastés 3:1-15
[10] Isaías 59:2

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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