Alabad a Jehová

El hecho de que podamos expresarnos, cantar y alabar libremente es una razón por la que tenemos que darle gracias a Dios. Digo esto porque la realidad de todo es que alrededor del mundo existe un incontable número de personas, que viven en países donde la libertad que nosotros tenemos no existe. Así que digamos: ¡Gracias a ti mi Dios por la libertad que tu nos has dado!

El hecho de que hayamos abiertos nuestros ojos hoy es una razón por la que tenemos que darle gracias a Dios; porque esto quiere decir que Dios nos ha bendecido con un día más de vida. Así que digamos: ¡Gracias a ti mi Dios por un día mas de vida!

El hecho de que el jueves de la semana que viene nos reuniremos en nuestros hogares con nuestros familiares y seres queridos para compartir de una cena, es una razón más por la que tenemos que darle gracias a Dios, porque esto quiere decir que Dios nos ha bendecido, no solo con los alimentos que compartiremos en esa fecha, sino que también con nuestras familias, amistades, y seres queridos.

El hecho de que hoy compartiremos un manjar después del servicio, el hecho de que podamos compartir como familia hoy en día, es una razón más por la que tenemos que darle gracias a Dios. Así que digamos todos: ¡Gracias a ti mi Dios por los alimentos y las bendiciones que tu nos has proporcionado! Dile a la persona que tienes a tu lado: “…Acordaos de las maravillas que él ha hecho…”

La misericordia y el amor de Dios es algo que muchos no valoran correctamente, pero la realidad del caso es que sin ella, ninguno de nosotros estuviéramos aquí. Ninguno de nosotros por muy bueno que pensemos que somos, somos dignos de pararnos ante la presencia de Dios. Esto es algo que queda bien claro en Romanos 3:23 cuando leemos: “…por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios…» Pero por Su gran misericordia y amor, ahora podemos llegar ante Su presencia. Fíjense como nos dice Tito 3:4-6 cuando leemos: “…Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, 6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador…” Así que digamos todos ahora: ¡Gracias mi Dios por tu misericordia!

La misericordia de Dios es la única razón por la que ahora nosotros podemos acercarnos a Él confiadamente, y hallar la solución a nuestras aflicciones o dificultades. Esto es algo que queda claramente declarado en Hebreos 4:16 cuando leemos: “…Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro…” Yo no sé ustedes, pero yo digo ¡gracias Señor por tu misericordia!

El Salmo que hemos explorado hoy nos dice: “…Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová…” Y así es como debemos celebrar este día y todos los días de nuestra vida; gloriándonos y gozándonos en Su nombre. Dile a la persona que tienes a tu lado: gloríate en Su nombre.

Para concluir. Este día de celebración tan bello lentamente, pero de manera segura, ha ido perdiendo su verdadero significado. Lentamente, pero de manera segura, Dios está siendo borrado de la mente de las personas. Te digo hoy, no permitas que esto suceda en tu hogar. No permitas que este Día de Acción de Gracias tengas una casa llena de familiares e invitados, pero que falte Dios.

Existen innumerables razones por la que debemos darle gracias a Dios; cómo he dicho en más de una ocasión, existe una bendición de Dios en todo. Cuando reflexionamos en nuestra vida, creo que todos nos daremos cuenta de que debido a que tenemos todo a nuestro alcance, en ocasiones se nos olvida darle gracias a Dios.

Es triste pensar que en este mismo momento, en el mundo existe un incontable número de personas que mueren de hambre. Es triste pensar que en este mismo momento, en el mundo existe un incontable número de niños que morirán debido a enfermedades curables, porque no podrán recibir las medicinas y la atención medica que necesitan. Es triste pensar que a diario mueren miles de personas sin tener a Cristo en su corazón. Es triste pensar en todo esto, y a muchos no nos gusta hacerlo, pero desdichadamente es la verdad.

Son por esas mismas razones que no podemos decir que no tenemos nada porque darle gracias a Dios, sino tenemos que darle gracias a Dios por todo y en todo. Esto es algo que queda bien declarado en 1 Tesalonicenses 5:18 cuando leemos: “…Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús…”

La realidad es que en unos días esta nación celebrara el Día de Acción de Gracias, pero para el verdadero cristiano, el Día de Acción de Gracia son todos los días. Será muy lindo reunirnos con nuestra familia, será muy lindo compartir con nuestras amistades, pero nosotros debemos darle gracias a nuestro Padre celestial por Su bondad y misericordia cada día de nuestra vida.

No te olvides de ser el ejemplo a seguir, no te olvides de la bella herencia que le estarás dejando a tus hijos y familiares cuando celebres este día por lo que es. En otras palabras, hacer como nos dice aquí cuando leemos: “…Dad a conocer sus obras en los pueblos…”

Recordemos que el Día de Acción de Gracias es un día dedicado a Dios. Un día dedicado a la oración, y a darle gracias a Dios por todo lo que ha hecho, hace, y hará en nuestra vida. Así que cuando te sientes a cenar y a compartir con tus seres queridos no te olvides decir: “hoy te agradecemos o Padre Celestial todo lo que has hecho por nosotros; hoy te agradecemos Señor todas las bendiciones que Tú has derramado sobre nosotros”.

Démosle gracias a Dios por todas las bendiciones en ése día tan especial, pero recordemos que esto es algo que no solo haremos ése día, sino que es algo que debemos hacer a diario. El mundo ha tratado de eliminar a Dios de la mente de las personas, y por eso el mundo está en las condiciones que esta. Y es por eso que te digo en el día de hoy, no te olvides de invitar al invitado de honor.

Invita a Dios a tu hogar, y sobre tu hogar reinara la paz, amor, y la misericordia de Dios por siempre. Yo te digo: “…Alabad a Jehová, invocad su nombre; Dad a conocer sus obras en los pueblos…”

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