Hijos sin temor
Predicas Cristianas
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Predicas Cristianas Predica de Hoy: Hijos sin temor
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10)
Introducción
El temor gobierna la vida de miles de personas alrededor del mundo. Existen fobias de prácticamente todas las cosas. ¿Qué es lo que logra el temor en nuestra vida? Logra encerrarnos, logra limitarnos en todo sentido.
Muchos luchan contra sus miedos, de muchas maneras las personas buscan enfrentar y vencer sus miedos. Nadie quiere vivir con temor de las cosas, quieren ser libres y hacer las cosas sin temor alguno, quieren ser libres y alcanzar todo su potencial sin limitaciones.
Pero muchas personas también pierden esa lucha y su mente y corazón no conocen lo que significa vivir en verdadera libertad. Toda su vida estarán limitados a lo que su temor les permita. Pero Dios puede liberar a las personas de la esclavitud y darnos libertad para vivir felices sobre todas las cosas. Solamente en Dios podemos tener paz y tranquilidad en medio de cualquier situación.
1) Presos del temor
Vivir presos de miedo nos limita, no podemos caminar sin pensar en eso a lo que le tenemos miedo. No podemos desarrollarnos libremente sabiendo que hay algo que puede hacernos daño y tirar al suelo lo que hayamos edificado.
Dios no quiere que seamos presos del temor, sino que quiere liberar nuestro ser para que Él pueda usarnos y no tenerle miedo a ninguna cosa, sino que actuemos conforme a la libertad que Dios nos da. Dios es nuestro libertador, no debemos por lo tanto tener temor de ninguna cosa. No debemos tener temor a nadie, actuar con valentía y con paso firme hacia adelante, a donde Dios nos guíe.
a) El Espíritu de Dios (2 Timoteo 1:7)
Dios nos pide que avivemos el fuego del don de Dios en nosotros. Dios no nos ha llamado a cobardía, no nos ha llamado al temor, sino que nos ha dado de su Espíritu Santo para fortalecernos y guiarnos. El Espíritu Santo nos puede llamar a la batalla, una batalla espiritual, en la cual no tiene lugar el temor, sino que somos llamados como soldados valientes listos para pelear la buena batalla de la fe.
b) Hijos sin temor – Testigos en la aflicción (2 Timoteo 1:8)
Dios quiere que seamos testigos fieles de su palabra y en todas las cosas le debemos dar gloria a Él. Podemos estar en lugares de delicados pastos, pero también podemos estar en valle de sombra de muerte, no importará cuando sabemos que Dios está con nosotros. Sea donde sea que estemos debemos ser testigos fieles en el bien y en la aflicción.
Esto gracias al poder de Dios que nos libera de la prisión del temor y nos da la libertad que se encuentra solo en Él.
2) Hijos sin temor – Dios es nuestro amparo (Salmos 23:4)
Dios ha prometido estar con nosotros. Si Dios no va con nosotros no nos moveremos indicaba Moisés, era necesario que Dios fuera delante del pueblo de Israel para ellos caminar por el desierto. De la misma manera Dios quiere caminar a nuestro lado y no debemos movernos hacia ningún lado sin su presencia.
a) Hijos sin temor a confiar en Él (Salmos 56:3)
Podrán venir aflicciones a nuestra vida, pero en ese momento debemos mirar hacia el cielo, hacia Dios y clamar a Él. Dios se agrada cuando confiamos en su poder y toda nuestra confianza está solamente en Él. En ningún otro hay salvación, no podemos buscar a nadie más pues solo en su poder tienen las cosas solución. Nuestra confianza está en Dios nuestro salvador.
b) Somos hijos sin temor, Dios nos libra del temor (Salmos 34:4)
Tenemos que ser hijos sin temor. Si el temor viene a nuestra vida debemos confiar, lo que Dios hará es librarnos de todos nuestros temores. Aquí su palabra no nos dice que nos librará de algunos temores, sino que nos librará de todos nuestros temores.
Si algo nos aflige entonces debemos ponerlo en las manos de Dios, Él se encargará. Todos nuestros temores son destruidos en presencia del Señor. Si buscamos solución en otra persona no la encontraremos, si buscamos solución en alguna cosa no la encontraremos, si buscamos solución en Dios seremos libres, no importa lo que sea.
3) Resultados de su presencia
Aunque el mundo dude de la nueva vida en Dios, los que le hemos conocido somos testigos fieles de que solo en Dios hay libertad. Sin importar el temor que nos gobernara, fuimos libres de ello y tuvimos paz en nuestro corazón. El mundo intenta llenar sus vidas con cosas, intentan olvidar sus miedos, pero pronto se dan cuenta que el miedo sigue ahí, lo intentan ocultar pero no se va de sus vidas.
a) Hijos sin temor porque el amor echa fuera el temor (1 Juan 4:18)
Su palabra nos dice que en el amor no hay temor. Si estamos en amor no podemos estar en temor, y sabemos que el amor más grande que puede existir es el amor de Dios que sobrepasa todo entendimiento. No podremos encontrar nunca un amor más grande que el amor de Dios y si estamos en ese amor no tenemos temor de nada.
Bajo esta palabra entonces encontramos la solución al temor, estar en el amor de Dios. Gloria sea a Dios quien nos da la victoria sobre el temor, sobre cualquier temor. No importa cual sea este, si estamos en el amor de Dios ese temor no tiene potestad sobre nuestra vida. La victoria se encuentra en Dios.
b) Hijos sin temor – Una vida sin temor (Salmos 118:6)
Ningún temor de lo que el hombre pueda hacernos está en nuestra vida. Jesús les dijo a la gente que no temamos a los hombres, pues no tienen potestad sobre nuestra alma. Dios es el único que tiene potestad sobre nuestra alma y decide dónde pasaremos la eternidad, en el lago de fuego o en el cielo con el Señor.
Si Dios está con nosotros no temeremos nada en esta vida. Si Dios está de nuestro lado los ejércitos contrarios retrocederán y saldrán corriendo delante de la presencia de nuestro Padre Celestial.
4) Ser hijos sin temor es el mandato de Dios (Josué 1:9)
Dios no quiere que vivamos con temor, sino que nos esforcemos y seamos valientes ante cualquier ataque del enemigo. Porque el enemigo intentará pelear contra nosotros pero Dios está de nuestro lado como poderoso gigante, como el invencible, como el único Dios Todopoderoso y está de nuestro lado. Por lo tanto debemos procurar permanecer al lado de Dios todo el tiempo para que nada ni nadie pueda hacernos frente. Nuestro Dios es poderoso y a nadie debemos tener temor de nadie.
a) Esforzarse
Pero no es simplemente estar tranquilos, es necesario esforzarse para alcanzar la gracia de Dios. Él ya hizo la obra, pero quiere que nuestra fe esté activa, que nos esforcemos y que perseveremos hasta el final de los tiempos, hasta el final de todo, es entonces cuando nos dará la recompensa eterna que proviene de Él.
Es necesario esforzarse para hacer su voluntad. Es necesario pelear no con armaduras hechas por hombres, sino con armaduras que Dios nos da, porque no tenemos lucha contra sangre o carne, sino contra cosas espirituales. Al ser cosas espirituales, solo en el poder de su Espíritu encontraremos esa fortaleza, esa energía y ese poder que viene de Dios para hacer frente a cualquier obstáculo.
b) Ser valiente
Debemos enfrentar a los enemigos con valentía sabiendo que Dios es nuestro estandarte y como tal nadie podrá tocarnos. Pues si somos atacados Él nos defiende, Él está delante nuestro y no deja que ningún enemigo atraviese su poder.
Podemos estar seguros en Él, pero mientras marchamos cada día contra las huestes de maldad, marchamos cada día en el ejército de Dios. Un ejército que ha sido rescatado de las ataduras del temor y que ahora nos levantamos en el valor que Dios nos da para serle soldados fieles.
Estamos dispuestos a pelear la batalla de la fe, estamos dispuestos a luchar con valor ante las injusticias, ante el pecado, ante la maldad en el nombre del Señor. Porque no nos enfrentamos solos en esta guerra, estamos peleando del lado del Señor para obtener la victoria segura sobre todas las cosas.
c) Temor de Dios (Proverbios 1:7)
Pero si hay algo que debemos temer, esto es a Dios. Temor de serle infieles, temor de fallarle, temor de hacer las cosas de forma errónea. Dios nos guía y debemos saber escuchar su voz para ser guiados a toda verdad.
Nuestro temor es en respeto y en amor, tememos a Dios porque le amamos y no queremos fallarle. Tememos el fallar a nuestro Padre, porque él ha sido bueno y queremos serle fiel en todas las cosas. Ningún otro temor nos gobierna, pues todo lo ha puesto el señor a nuestros pies, Él nos hace más que vencedores en Cristo Jesús.
Conclusión
El enemigo buscará como infundirnos temor, antes lo hacía acusando a los hijos de Dios. Ahora no puede acusarnos pues tenemos a un abogado que no pierde caso alguno.
El enemigo tratará de infundirnos temor, pero debemos confiar en nuestro Dios, ser esforzados y valientes para pelear la buena batalla de la fe. Solo en Dios podremos tener victoria todas las veces, solo en nuestro Padre y en su amor podemos ser libres del temor.
Siempre debemos dar acciones de gracias al Señor, pues en Él tenemos la victoria. Ningún temor puede ahora controlarnos, solo podemos conocer la victoria en Dios.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.
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